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Estudio revela diferencias de más de un millón de pesos entre las pensiones de las FF.AA. y lo que pagan las AFP MERCADOS

Estudio revela diferencias de más de un millón de pesos entre las pensiones de las FF.AA. y lo que pagan las AFP

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En conversación con El Mostrador, el investigador de la Fundación Sol, Marco Kremerman, explicó que este estudio -cuya información fue obtenida vía Ley de Transparencia- confirma que “existe seguridad social para los uniformados y uniformadas”, mientras la mayoría de chilenos y chilenas que cotizan en AFP se tiene que conformar con un “sistema de incertidumbre individual”. El economista y académico agregó que no se trata que «todos los chilenos tengan pensión de un millón de pesos, porque los salarios no están en ese nivel, pero al menos, de acuerdo a la realidad chilena, las pensiones deberían estar en 450 mil pesos».


Un miembro de las Fuerzas Armadas, tras 30 años de trabajo, puede retirarse con una pensión superior al millón de pesos, cifra que aumenta de acuerdo al estamento. Es así como, por ejemplo, quienes se desempeñaron como oficiales reciben una pensión promedio superior a $2 millones, y aquellos que lo hicieron en el cuadro permanente reciben, en promedio, 836 mil pesos.

Así lo deja claro el más reciente estudio de la Fundación Sol «Pensiones por la fuerza: Resultados del sistema de pensiones de las Fuerzas Armadas y de Orden». Se trata de una versión actualizada de una investigación dada a conocer el año pasado. La conclusión es la misma de aquella ocasión: mientras los trabajadores deben conformarse con un sistema de AFP y cuentas individuales, los uniformados gozan de un sistema de seguridad social. Una decisión tomada en dictadura que, finalmente, los terminó favoreciendo.

El estudio detalla, por ejemplo, que a diciembre de 2019, Capredena pagó 70.968 pensiones de retiro. El monto promedio fue de $1.011.857, y con diferencias bastante marcadas entre estamentos.

«De esta forma, mientras quienes se desempeñaron como Oficiales reciben una pensión promedio superior a $2 millones, quienes jubilaron en el Cuadro Permanente de las ramas del Ejército registran una jubilación promedio
de $836 mil», agrega el informe al que tuvo acceso El Mostrador.

Los investigadores Recaredo Galvéz y Marco Kremerman también descubrieron que, entre 2005 y 2019, «las pensiones de retiro pagadas por CAPREDENA han aumentado un 29,0% en términos reales, pasando de $784.220 a $1.011.857 y la brecha entre las pensiones recibidas por el Cuadro Permanente y los Oficiales aumentó en casi $290 mil».

En el caso de Dipreca, la realidad no es tan distinta. A diciembre de 2019, se registran 38.151 pensiones pagadas de antigüedad y el 75,5% se concentra en Carabineros, 11,7 % en Investigaciones y 11,5 % en Gendarmería. El monto promedio de estas pensiones, al igual que en las Fuerzas Armadas, superó el millón de pesos.

«El monto promedio pagado fue de $1.136.284, observándose un valor mínimo en la institución de Carabineros con $1.029.278 y un máximo de $1.585.314 en Investigaciones. Las mujeres registran una pensión promedio de antigüedad levemente mayor a la de los hombres», añade el estudio.

Esta realidad es diametralmente opuesta a la de aquellos trabajadores que cotizan en el sistema AFP, quienes, según explicaron desde la Fundación Sol a este medio, tendrían una pensión cuyo promedio estaría por los 280 mil pesos, por lo que la brecha es incluso superior al millón de pesos mensuales.

Falta de seguridad social

En conversación con El Mostrador, el investigador de la Fundación Sol, Marco Kremerman, explicó que la información fue obtenida vía Ley de Transparencia. «Se visualiza en este estudio que existe seguridad social para los uniformados y uniformadas, y no existe seguridad social para la mayoría de chilenos y chilenas que se les obligó a migrar a este sistema durante la dictadura», subraya.

Kremerman agrega que «los militares que completan 30 años de trabajo pueden optar a un 100% del sueldo que recibían (…). Claramente demuestra lo que sucede en un país cuando existe seguridad social para un grupo pequeño de la población, y para aquellos que no existe seguridad, incluso comparando igual años de cotización».

«Incertidumbre individual»

Para Kremerman, el gran problema de las pensiones en Chile pasa por el hecho de que no existe seguridad social. «Chile tiene un sistema de incertidumbre individual», dice.

Explica que en aquellos países donde existen cuentas individuales –que es el caso de Chile– «son un complemento. Si tú tienes que cotizar X por ciento de tu salario, la mayoría se va a la seguridad social, a la lógica de reparto, y un complemento pequeño se va a cuentas individuales. Los modelos sueco y uruguayo son así».

«No es que todos los chilenos tengan pensión de un millón de pesos, porque los salarios no están en ese nivel, pero al menos, de acuerdo a la realidad chilena, las pensiones deberían estar en 450 mil pesos», añade.

A juicio de Kremerman, el pilar fundamental de un sistema de pensiones debe ser la seguridad social y no las cuentas individuales, ya que –sostiene– «eso jamás va a permitir construir pensiones suficientes».

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