El Presidente Sebastián Piñera dio a conocer este domingo los detalles de un nuevo plan de ayuda económica dirigido a la clase media. La creación de «créditos blandos», la postergación de dividendos hipotecarios, ampliación del programa de subsidios para arriendos y también de los Créditos con Aval del Estado (CAE) son parte de la lista que pretende socorrer a las personas que han visto disminuidos sus ingresos en la pandemia. El Mandatario realizó el anuncio en medio de una discusión que apuntaba a un eventual retiro del 10 por ciento de los ahorros de las AFP y que, a contrapelo de los intentos de La Moneda, el debate ya estaba instalado en la discusión pública y también en el propio Parlamento.
Acompañado de los ministros del comité político y algunos parlamentarios del oficialismo, el Presidente Sebastián Piñera realizó un anuncio desde La Moneda para responder al llamado que le hicieron parlamentarios desde Chile Vamos a la oposición, para avanzar en medidas para la clase media. «Le exigimos que apriete el acelerador a fondo», le dijeron al Mandatario, esta semana.
Hoy, Piñera reiteró que la misión del Gobierno es «hacer su mejor esfuerzo para proteger y llevar ayuda a todas las familias que lo necesitan». Por esta razón es que se ha construido una «red de protección sanitaria» que ahora se extiende hacia la clase media porque «Chile es un país mayoritariamente de clase media», aseguró el Presidente.
La idea, citando las palabras de Piñera, es decirles a esas familias «que no van a estar solas y una mano solidaria y amistosa los va a ayudar a ponerse de pie y volver a caminar». En ese contexto, el jefe de Estado detalló la implementación de cuatro medidas:
Un programa de «créditos blandos Covid», los que serán administrados por el Estado y permitirán cubrir hasta un 70% de los ingresos de los trabajadores que tenían remuneraciones por sobre los $500.000 pesos mensuales antes de la crisis y que puedan acreditar una caída significativa de ellos. El préstamo, que según el Mandatario beneficiaría a cerca de 600 mil familias, tiene un tope de $2.600.000 pesos, los cuales se desembolsarán en 4 cuotas mensuales de hasta $650.000 cada una, con una tasa de interés de 0%. Además, tendrá un plazo de 4 años para pagarse, con 1 año de gracia y cobrará a través de retenciones de impuestos.
Piñera comprometió además la postergación de dividendos hipotecarios, ayuda que cubrirá el 100% de 6 dividendos o el 50% de 12 para quienes tengan compromisos para primera vivienda y que su valor sea menor a 10.000 U.F. y que no tengan un mora superior a 29 días. La postergación irá al rescate de los jefes de hogar desempleados o con contrato suspendido e independientes que puedan acreditar una caída significativa en sus ingresos.
La tercera medida es una ampliación del programa de subsidios para arriendos de hasta 150 mil pesos por tres meses, para arriendos de hasta 400 mil pesos. La medida está dirigida a quienes han visto una disminución de más de un 30% de sus ingresos. Según Piñera, la acción beneficia a 50 mil familias.
Por último, se amplían también los Créditos con Aval del Estado (CAE). Se abrirá un proceso excepcional de postulación al CAE para familias que hayan tenido una caída significativa de sus ingresos. De acuerdo al discurso del Mandatario, hoy, dos tercios del total de los estudiantes del sistema educacional reciben el CAE o alguna «ayuda» para estudiar. «Cerca de 130 mil nuevos estudiantes van a poder acceder a este beneficio y más del 80% va a tener una ayuda del Estado», dijo Piñera recalcando que estos nuevos créditos van a tener una tasa preferencial de 2% y el pago nunca podrá superar el 10% de los ingresos.
El plan completo, señaló Piñera, significa una ayuda para más de un millón de personas y una inversión de 1.500 millones de dólares. «Estamos viviendo tiempos muy duros y muy difíciles», comentó el Mandatario.
El Gobierno había quedado en medio de una discusión que apuntaba a un eventual retiro del 10 por ciento de los ahorros de las AFP y que, a contrapelo de los intentos de La Moneda, el debate ya estaba instalado en la discusión pública y también en en el propio parlamento.
Cabe recordar que la instalación del debate sobre el retiro de fondos desde las AFP intensificó una respuesta de parte del Ejecutivo, debido que se trataba de una medida en la que no existe ninguna disposición a ceder. Y es que la idea de retirar un 10% de los fondos previsionales para que la clase media pueda hacer frente a los estragos económicos que ha provocado la pandemia divide las aguas a todo nivel.
El presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahin, valoró las medidas realizadas por el Presidente Sebastián Piñera y manifestó que en su partido se alegran que de una buena vez «se empiecen a tomar medidas para la clase media». Eso sí, dijo que le hubiese gustado consensuarlas con las propuestas de la falange.
Chahín dijo que algunas de las medidas van en la línea correcta, como los créditos con 0% de interés, pero hay otras que le generan dudas. «La postergación de los créditos tiene que ser sin interés», dijo el timonel de la DC, para quien se dejará, a los que están con más problemas, «fuera de la posibilidad de repactar sus créditos en buenas condiciones».
A pesar de valorar las medidas, Fuad Chahín dijo que hay anuncios que son «derechamente insuficientes», como el tema del subsidio al ahorro. «Nos parece que tanto el monto del aporte del ahorro como del arriendo que se puede cofinanciar es bajísimo y deja a la mayoría de los sectores medios fuera». Además, el diputado DC dijo que hay medidas que simplemente no están.
Chahin apunta a «condonar los créditos universitarios como el CAE» o «la posibilidad de retirar parte de los ahorros de las AFP». «Los invitamos a discutir estas medidas para darle una solución real y no solamente postergar los problemas a la clase media», cerró el presidente de la DC.
Otra de las reacciones vino de parte de la diputada y vicepresidenta de la Democracia Cristiana (DC) Joanna Pérez, quien lamentó como el Gobierno «insiste en seguir endeudando a la clase media y no dar un apoyo real». Por el contrario, dice, el Ejecutivo sigue negociando con acuerdos con bancos para los créditos hipotecarios y para las deudas con aval del Estado en materia educacional. «Esto no es ayuda sino que solamente viene a generar más negocios para el sistema bancario que ha generado abusos y que tiene a la clase media endeudada», sentenció.
La diputada Pérez dijo que se necesitan transferencias directas y abrirse a la posibilidad del retiro de un porcentaje de los fondos de AFP. «Que el Estado se haga cargo con la clase media responsable que además es motor de las pymes y no tienen una respuesta clara hoy día», cerró.
El presidente del PR, Carlos Maldonado, también se sumó a las reacciones y, a través de su cuenta de Twitter, dijo que el anuncio de «beneficios» para la clase media insiste en una «visión neoliberal» que en lugar de un aporte directo supone «nuevos créditos, es decir, más endeudamiento para una clase media ya sobreendeudada».
«Y, en vez de gratuidad, ampliación del CAE, para que privados sigan lucrando con la educación», añadió el timonel de los radicales.
Desde el PPD, el timonel del partido, Heraldo Muñoz, dijo que ya era hora que el Presidente escuchara «el dolor de la clase media» que ha sido la principal víctima de esta crisis. «Toda medida que vaya en su ayuda es bienvenida», dijo. Sin embargo, acusó que la solución no puede ser el endeudamiento de una clase media ya sobreendeudada.
«Lo que hay que hacer es ir a transferencias directas de dinero a los bolsillos de las familias de clase media y para eso hay que impulsar el IFE 2.0 que apuntaba justamente a sectores de clase media. Al haberse incrementado el registro social de hogares al 80% más vulnerable. Eso está funcionando muy lentamente y el Gobierno tiene remediar esta situación», agregó.
Muñoz dijo que además hay medidas que se anuncian y que le parecen «interesantes pero insuficientes». «Los titulares son buenos pero las bajadas son malas», fustigó. Por ejemplo, dice, la postergación de las deudas habitacionales por 6 meses a viviendas de menos de 10 mil UF. «Eso solamente para quienes estén al día y que la morosidad no baje de 29 días. Qué familia en estas circunstancias no va a tener más de dos o tres meses de morosidad», criticó.
«Aquí los hechos son más importantes que las palabras», concluyó Heraldo Muñoz desde su confinamiento.