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Más que dos caras: el rol de Luis Hermosilla como abogado del Ministerio del Interior y de Gonzalo Vial Concha en caso Ramaja PAÍS

Más que dos caras: el rol de Luis Hermosilla como abogado del Ministerio del Interior y de Gonzalo Vial Concha en caso Ramaja

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Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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El conocido abogado penalista, en su calidad de asesor del Ministerio del Interior, habría tomado conocimiento en agosto del año pasado del informe de la Agencia Nacional de Inteligencia que le llegó al entonces subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, que alertaba sobre actividades sospechosas de la empresa Inversiones Ramaja Ltda., de propiedad del empresario Alberto Scuncio y que hoy está siendo investigada por el Ministerio Público en una causa por lavado de dinero. En ese informe se daba cuenta de las importaciones que realizaba Ramaja, desde Venezuela, de miles de toneladas de urea, un subproducto del petróleo que se utiliza de fertilizante, como insumo para la fabricación de explosivos y, según informe de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Onudc), como precursor químico para la elaboración de clorhidrato de cocaína. En el documento se detalla que una de las principales empresas que le compraban urea a Ramaja era la compañía Agrogestión Vitra S.A., de propiedad de Gonzalo Vial Concha, el empresario que es defendido por el mismo Hermosilla en el caso Caval. De este modo, el hombre de confianza del exministro de la cartera, Andrés Chadwick, se informó de este caso en una doble condición: como abogado del dueño de la empresa relacionada con Ramaja y como asesor del Gobierno para la elaboración de querellas criminales. Cercanos al penalista señalaron, no obstante, que habiéndole consultado sobre un posible conflicto de interés, el abogado sostuvo que “no conoció ningún informe de la Agencia Nacional de Inteligencia. Ni siquiera sabe lo que es la urea”.


Las operaciones sospechosas de la empresa Ramaja Inversiones Ltda. –de propiedad del empresario Alberto Scuncio–, que se encuentra actualmente bajo investigación de parte de la Fiscal Regional del Biobío, Marcela Cartagena, por el delito de lavado de activos, según el informe reservado de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) –conocido por la Subsecretaría del Interior y Seguridad Pública en agosto de 2019–, no solo se remitirían a la exportación a sobreprecio de cajas de alimentos a Venezuela, sino que parte importante también de las sospechas de la ANI recaen en sus actividades de importación de miles de toneladas de urea, un derivado del petróleo que se utiliza de fertilizante, como insumo para la fabricación de explosivos y como precursor químico para la elaboración de clorhidrato de cocaína.

De acuerdo a la informado por la División de Inteligencia de la ANI el 8 de agosto del año pasado y que se encuentra contrastado por otras fuentes de información que conocen de cerca la importación de esta sustancia tóxica, la empresa Ramaja importó desde Venezuela, entre fines de 2017 y 2018, más 32 mil toneladas del producto, por un valor de 9 millones 739 mil dólares.

Si bien para las empresas ligadas al rubro, el enorme volumen de importación de este producto no es algo inusual, pues cada lote de urea que ingresa al país oscila entre las 15 mil y 35 mil toneladas, el informe de inteligencia centra «poderosamente su atención» en que la sociedad de Alberto Scuncio, sin tener mayor trayectoria en este rubro, se convirtió desde mediados de la década pasada y, solo en un par de años, en el único proveedor de urea en Chile, situación que hizo experimentar a la empresa un «estallido comercial» con más de 757 operaciones de comercio exterior solo el año 2016.

Gonzalo Vial Concha y Luis Hermosilla

Según consta en el informe, los cargamentos de urea fueron adquiridos fundamentalmente por la empresa nacional Agrogestión Vitra S.A. Una de estas importaciones tuvo su recalado en el puerto de Penco el 01 de enero de 2018 y alcanzó un volumen de 14 mil 299 toneladas. Desde el mismo puerto de descarga, Ramaja vendió a Vitra 8 mil 700 toneladas por un valor cercano a los 2 mil millones de pesos.

Luego que el informe de la ANI ingresara al despacho del entonces subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla –y actual asesor del Presidente Sebastián Piñera con sillón en el influyente segundo piso de La Moneda–, en agosto del año pasado, muy pocas personas tomaron conocimiento de la gravedad de la información y tampoco se derivaron instrucciones explícitas de investigación, pese a lo detallado del informe que relacionaba a la empresa Ramaja con exportación a sobreprecio de cajas de alimentos a Venezuela, investigaciones vigentes de lavado de dinero en Estados Unidos contra empresarios ligados al gobierno venezolano de Nicolás Maduro y en el que aparece la sociedad de Scuncio, además de sospechosas importaciones de urea. De hecho, la investigación vigente en el Ministerio Público provino de la Unidad de Inteligencia Financiera, que de manera autónoma elevó un Reporte de Operación Sospechosa, debido a los movimientos financieros de Ramaja.

Según fuentes conocedoras del trabajo de la subsecretaría, la información no pasó inadvertida para el abogado penalista Luis Hermosilla, quien gozaba por entonces de plena libertad en el Ministerio del Interior, debido a su rol de asesor en materias criminales del exministro de la cartera, Andrés Chadwick, con quien no solo fueron socios en el pasado, sino que también guarda especial cercanía, al punto que fue el propio Hermosilla el que asumió la malograda defensa del expoderoso ministro durante la acusación constitucional en su contra.

La información no habría pasado inadvertida para Hermosilla producto de que la empresa Agrogestión Vitra S.A. –que le compraba la urea a Ramaja– es una de las compañías de propiedad de Gonzalo Vial Concha, hijo del controlador de empresas Agrosuper, Gonzalo Vial Vial, y que se vio envuelto en el escándalo Caval, que tuvo como protagonistas al hijo y a la nuera de la expresidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos y Natalia Compagnon.

En ese litigio, quien defiende a Gonzalo Vial Concha es precisamente el penalista Luis Hermosilla, quien, siendo el abogado del dueño de Vitra, habría tomado conocimiento del informe de inteligencia en que aparecía mencionada esta empresa, en su doble calidad de abogado privado y asesor del Ministerio del Interior, para la presentación de querellas criminales.

El Mostrador intentó comunicarse con Hermosilla para consultarte sobre un posible conflicto de interés, sin obtener respuestas. Cercanos al penalista señalaron, no obstante, que habiéndole consultado sobre esta situación, el abogado sostuvo que “no conoció ningún informe de la Agencia Nacional de Inteligencia. Ni siquiera sabe lo que es la urea”.

Petróleo, drogas y urea

La que sí respondió a las consultas de este medio, fue la empresa de Gonzalo Vial Concha. La compañía con sede en Rancagua confirmó que efectivamente grandes volúmenes de urea fueron adquiridos a la empresa Ramaja. Pero no solo eso, además agregaron que, antes de Ramaja, el principal proveedor de la sustancia era la compañía de petróleos PDVSA, investigada por delitos de corrupción por más de US$ 4.500 millones en Estados Unidos.

“Durante años la urea llegó a Chile a través de la empresa estatal de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA). Pero luego dejó de ofrecer el producto y muchos en el mercado chileno le compraron a la empresa Ramaja. Así lo hizo Vitra en 2016, 2017, 2018”, puntualizó Vitra de manera oficial.

La compra de los insumos a la empresa de Scuncio coincidió con el estallido comercial que esta experimentó precisamente el 2016 y que la llevó de la nada a tener más de 700 operaciones de comercio exterior, en solo un año.

El abrupto cese de la importación de la empresa petrolera de Venezuela coincidió con dos hechos. Por una parte, la investigación por corrupción que comenzó en Estados Unidos y, por otra, la condena a más de 20 años de cárcel por el delito de narcotráfico de Walid Makled, principal distribuidor internacional de urea de la empresa estatal venezolana Pequiven, filial de la estatal  PDVSA. Según autoridades de Colombia –que fue el país donde cayó detenido–, Makled está vinculado a una organización que enviaba más de 10 toneladas mensuales de cocaína a EE.UU.

Esta firma, creada en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes británicas, es la sociedad madre de la empresa International Petrochemical Holding Limited, la que a través de su gerente de asuntos legales y representante también de Pequiven, Fabián Sánchez Girón, constituyó en Chile en el año 2016 la compañía Suministros del Sur, Susuca, en sociedad con la empresa Ramaja, de propiedad de Alberto y Martín Scuncio.

Fuentes cercanas a las empresas que trabajan con la urea admiten que desde el 2016 existían fuertes rumores de actividades sospechosas de Ramaja con la importación de la sustancia y, que por esa razón, habrían dejado de comprarle el 2018.

En mayo de ese año, un informe de la Oficinas de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Onudc), presentado en Panamá, señaló que la urea y el amoniaco estaban siendo utilizados en los laboratorios de cocaína en Bolivia como precursores para la elaboración de la pasta base y la cristalización del clorhidrato.

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