Crisis queda para largo en Chile. Lo más probable es que no antes de 18 meses podremos acceder a las primeras vacunas y nuestra economía seguirá deprimida, sin que antes del 2022 se vea recuperación con efecto real en las personas. No se puede seguir gobernando como si esta crisis estuviera acotada a un par de trimestres, cuando ni siquiera hemos pasado la primera ola de contagios y queda a lo menos una por delante. Somos un país con recursos muy limitados y aún sin una estrategia que nos permita ver el horizonte. Vamos a tener que recurrir a lo necesario, sin dogmas ni trincheras, para que todos superen dignamente esta crisis.
Que retirar hoy 10% del fondo de pensiones tiene un impacto financiero futuro es totalmente cierto: es matemáticamente correcto y se demuestra con una simple resta. Pero suponer que su impacto perjudicará significativamente a los futuros pensionados y que también causará graves daños al mercado de valores es un exceso. No hay fundamentos objetivos para afirmar eso.
Veamos el caso de una trabajadora de 40 años y su hija, que ha ganado $300.000 mensual y aportó $27.000 a su fondo de pensión cada mes, durante 19 años. Hoy en día, con la tasa de rentabilidad real del 5%, su fondo de pensión alcanza a $10.389.369. Calculado con datos oficiales de la Superintendencia de Pensiones. Si ella retira el 10%, equivalente a $1.038.937 y aún quedará un saldo de $9.350.432 en su fondo de pensión, el que incrementará por los próximos 20 años, ¿cuál será el impacto en su futura pensión si se jubila a los 60 años?
En primer lugar, manteniendo la renta y cotización sin cambios en la actual legislación de pensiones, el monto total que acumulará para su pensión será de $29.407.139, resultando una pensión de $147.036. En cambio, si no hubiera retirado su 10% el monto acumulado habría sido de $31.546.758 y una pensión de $157.734. Todo esto calculado en pesos chilenos equivalentes a junio de 2020.
Haciendo el mismo ejercicio para un ingreso de $1.000.000 mensual, el 10% a retirar es de $3.463.123 y la pensión disminuirá de $525.779 a $490.119 mensual. La verdad que en ambos casos no es suficientemente significativo respecto de los beneficios de gasto presente para estas personas, en el contexto de crisis sanitaria y recesión económica en que nos encontramos hoy.
Lo más probable es que la primera persona se encuentre viviendo en una “toma de terreno”, allegada en casa de algún familiar o habitando una vivienda social. Probablemente tendrá disminución de sus ingresos y con el monto del 10% rescatado, más las ayudas del Estado, podrá vivir por el resto del año. En el segundo caso, el monto rescatado del fondo de pensión podrá pagar, por ejemplo, 6 meses de dividendos adicionales y complementar los gastos de su casa, al ver disminuidos sus ingresos.
Respecto del impacto que pueda tener la venta de unos USD 16.000 millones en un período entre 15 y 30 días, esto no debiera implicar una variación superior al 5% en el valor total de los fondos de pensión. Sin embargo, esto se recuperaría dentro de los 90 días siguientes, como máximo, ya que la venta no produce efectos estructurales como para afirmar lo contrario.
Porque las AFP no deberían afectar al mercado de valores local, privilegiando la venta de activos en el exterior, en mercados que son tan “profundos” que no tenemos ninguna capacidad de dictar sus precios. Además, al repatriar esas inversiones en dólares la única consecuencia será presionarlo a la baja, lo que obviamente tendrá un efecto favorable sobre el costo de los combustibles y el transporte, como también varios alimentos no elaborados que se importan.
Tampoco sufrirán perjuicios significativos los exportadores, ya que las condiciones de nuestra economía y el mundo en general no están para suponer un dólar bajando los $740 pesos por más de 30 días.
Crisis queda para largo en Chile. Lo más probable es que no antes de 18 meses podremos acceder a las primeras vacunas y nuestra economía seguirá deprimida, sin que antes del 2022 se vea recuperación con efecto real en las personas. No se puede seguir gobernando como si esta crisis estuviera acotada a un par de trimestres, cuando ni siquiera hemos pasado la primera ola de contagios y queda a lo menos una por delante.
Somos un país con recursos muy limitados y aún sin una estrategia que nos permita ver el horizonte. Vamos a tener que recurrir a lo necesario, sin dogmas ni trincheras, para que todos superen dignamente esta crisis.
Los chilenos merecemos que el país tenga un rumbo.