El estudio realizado en conjunto con el Observatorio de Ciudades UC arrojó que el riesgo de contagio aumenta en 9,5% según el territorio de residencia y que eso no se modifica por las cuarentenas. Hay una especial preocupación por las comunas del norte grande y se infiere que el hecho de residir en una comuna con hacinamiento alto incrementa las probabilidades de que las personas desarrollen síntomas, se constituyan como casos sospechosos o sean diagnosticados por COVID-19. El documento incluyó, además, un visor espacial en el que se puede apreciar que las comunas de Las Condes, La Reina y Peñalolén presentan un “punto caliente persistente” de casos diagnosticados asintomáticos. Por otra parte, los casos sospechosos no diagnosticados cuentan con una situación similar en Ñuñoa y Macul.
«El hacinamiento de las comunas es siempre un factor de riesgo. Aún controlando por factores individuales y la presencia de cuarentenas, el residir en una comuna con hacinamiento alto (mayor a la mediana de comunas de la muestra), incrementa las probabilidades de que las personas desarrollen síntomas, se constituyan como casos
sospechosos o sean diagnosticados por COVID-19».
Lo anterior es una de las principales conclusiones del Noveno informe del Monitoreo Nacional de Síntomas y Prácticas COVID-19 en Chile, Movid-19, estudio encabezado por el Colegio Médico y la Universidad de Chile, que en esta oportunidad contó con el análisis del Observatorio de Ciudades de la Pontificia Universidad Católica. En el documento, entregado a la Mesa Social del Gobierno, se evaluó la precariedad habitacional como una de las causas de la expansión del contagio de la enfermedad que ya cuenta con 362.962 casos y 9.745 fallecidos, según las cifras entregadas por el Ministerio de Salud el 4 de agosto.
Dentro de los principales hallazgos se encontró que la probabilidad de constituirse como un caso sospechoso o ser diagnosticado con COVID-19 está explicada en un 9,6% y 9,5%, respectivamente, sólo considerando la comuna en la que se reside. Por otra parte, se explicó que la Autoridad Sanitaria no consideró datos relevante sobre la vida de las personas en ciertos territorios para tomar decisiones de restricción de movimiento.
Natalia Ramírez, académica del Observatorio de Ciudades UC, explicó que el objetivo del informe es dar cuenta de la relevancia territorial del hacinamiento en los hogares. En una etapa inicial, dijo en un comunicado, las ciudades más afectadas por la pandemia, es decir, Chillán – Chillán Viejo; Temuco – Padre las Casas; Osorno y Punta Arenas «no presentaban buenas cifras en torno al hacinamiento y las cuarentenas se declararon recién cuando los casos cada mil habitantes eran los más altos de Chile».
La profesional aseguró además que eso también se ha visto reflejado en el norte del país y en el Plan Paso a Paso. «Algunas comunas del norte grande concentran focos persistentes de altas tasas de contagio y los niveles más críticos de hacinamiento del territorio nacional. En la Región Metropolitana, en tanto, durante el período entre abril y junio, se muestra la persistencia de contagio, en casos sintomáticos y confirmados, en las comunas que primero pasaron al plan Paso a Paso. Aún controlandose características del individuo como edad, sexo, y condición laboral, o la cuarentena de las comunas, el hacinamiento de estas últimas se asocia a una mayor probabilidad de presentar síntomas, ser sospechoso y dar positivo», comentó.
Respecto al avance de las comunas en transición en la Región Metropolitana, la investigadora señala que, en el caso específico de la comuna de Santiago, «todas las zonas presentan al menos un porcentaje de viviendas hacinadas, que se concentran sobre todo en los sectores sur y poniente de la comuna”. Esto, a diferencia de otras comunas contiguas que están siendo desconfinadas con el plan Paso a Paso, como Providencia y Ñuñoa. Según el Censo 2017, el 7% de las viviendas particulares del país presenta hacinamiento, teniendo los peores registros las regiones de Tarapacá, con 13%, y la Metropolitana, con 8%.
El estudio incluyó un Visor Espacial de los Datos Movid-19 con cartografías temáticas sobre la pandemia y el hacinamiento, en el que se puede apreciar que las comunas de Las Condes, La Reina y Peñalolén presentan un “punto caliente persistente” de casos diagnosticados asintomáticos. Por otra parte, los casos sospechosos no diagnosticados cuentan con una situación similar en Ñuñoa y Macul.
Natalia Ramírez precisa que esta herramienta ayuda a determinar patrones de movimiento, permanencia histórica de contagios COVID, contagios incipientes, que son mediciones que son útiles para la toma de decisiones de políticas públicas que se puedan anticipar y prevenir que se transformen en foco permanente.
Las principales recomendaciones del estudio son considerar los factores territoriales para el manejo de la crisis; fortalecer el apoyo a comunas del Norte Grande que presentan cifras dramáticas de hacinamiento; mejorar el seguimiento de los casos sospechosos diagnosticados y atender un dato relevante que es que las primeras comunas del Plan Paso a paso son las que tienen mayor persistencia de casos asociados.
Cabe mencionar que el documento utiliza información de 304.833 observaciones, pertenecientes a 52.108 personas que contestaron la Encuesta MOVID-19 a lo largo de 13 semanas de estudio, entre abril y julio del presente año. Además, la distribución territorial alcanza 927 distritos y 324 comunas, pertenecientes a todas las regiones del país.
Puedes consultar el informe completo aquí.