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Las pymes en la UTI Opinión

Las pymes en la UTI

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Resulta fundamental materializar créditos que ofrezcan entre 12 y 24 meses de gracia y subsidios al empleo que favorezcan especialmente aquellos empresarios, que pese a las dificultades, han seguido sosteniendo el salario de sus trabajadores. Lo claro es que hoy, más que un subsidio a la mano de obra, se tiene que subsidiar el empleo y hacer un gesto a los empresarios que con mucho esfuerzo declinaron acogerse a la Ley de Protección del Empleo, para que sus trabajadores no tuvieran que gastarse sus propios ahorros del Fondo de Cesantía.


La crisis económica y sanitaria que sacudió al país afectó profundamente la industria de la gastronomía y del turismo.

Desde Arica a Magallanes los pequeños y medianos empresarios nos dicen que la ocupación hotelera está por los suelos, los restaurantes están impedidos de abrir y los viajes están reducidos a aquellos indispensables por motivos de trabajo o urgencias médicas. Esto, porque los viajes de turismo prácticamente han desaparecido.

En este escenario, aunque el sector está disponible para trabajar de la mano con el sector sanitario para poner en ejecución medidas de higiene, limpieza y cuidado para evitar la propagación del riesgo de contagio, necesitan recursos para reactivarse y ponerse de pie nuevamente.

[cita tipo=»destaque»]Si bien la realidad regional no es la misma que la de la capital, definitivamente existe un común denominador para el rubro: cinco meses cerrados y sin ingresos para mantener en pie el negocio. «Empresas grandes ni pequeñas sobreviven en este escenario”.[/cita]

El Gobierno no ha querido entender que en este escenario de profunda crisis, se requieren medidas que incluyan recursos del presupuesto nacional. Hoy y no mañana, la industria necesita de subsidios directos para cubrir el pago de las cotizaciones previsionales y que se le otorgue una suspensión respecto de esas obligaciones.

Además, resulta fundamental materializar créditos que ofrezcan entre 12 y 24 meses de gracia y subsidios al empleo que favorezcan especialmente aquellos empresarios que, pese a las dificultades, han seguido sosteniendo el salario de sus trabajadores.

Lo claro es que hoy, más que un subsidio a la mano de obra, se tiene que subsidiar el empleo y hacer un gesto a los empresarios que con mucho esfuerzo declinaron acogerse a la Ley de Protección del Empleo, para que sus trabajadores no tuvieran que gastarse sus propios ahorros del Fondo de Cesantía.

Las municipalidades también pueden colaborar suspendiendo pagos de patentes comerciales y de permisos municipales. Mientras que desde el Servicio de Impuestos Internos, se espera una ayuda para el pago de arriendos contra presentación de los respectivos contratos y considerando el avalúo fiscal de los inmuebles arrendados.

Junto con ello, es preciso que se suspenda el pago del IVA para facilitar la recuperación del capital de trabajo del sector cuando se inicie la temporada veraniega y, si la situación sanitaria está más controlada, se reactive la demanda por servicios turísticos.

Además, el Gobierno debe exigir a los bancos que incrementen los montos y los plazos de gracia de los créditos COVID Fogape.

Si bien la realidad regional no es la misma que la de la capital, definitivamente existe un común denominador para el rubro: cinco meses cerrados y sin ingresos para mantener en pie el negocio. «Empresas grandes ni pequeñas sobreviven en este escenario”.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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