El virus, el desplome de la economía y los escándalos de corrupción no son todo. Recientemente, en el Congreso se presentaron tres comprometedores audios con conversaciones del presidente Vizcarra con sus asesores, a propósito de una investigación por contrataciones sospechosas. El tema esta en pleno desarrollo, cualquiera puede escuchar los registros reproducidos por los medios peruanos. Algunas bancadas se proponen declarar la vacancia del mandatario, dado que los audios revelan actuaciones presidenciales que necesitan ser aclaradas, en especial cuando el Ejecutivo hizo de la transparencia su caballito de batalla. Se vienen días agitados en el vecino país. La vacancia requiere un elevado quórum, pero si el presidente no presenta una rotunda aclaración, a lo mejor puede sortear las acusaciones, pero la legitimidad quedaría severamente afectada.
El próximo 11 de abril los peruanos concurrirán a las urnas para elegir su nuevo presidente y a un nuevo Congreso. No es cualquier fecha, el 2021 se cumple el bicentenario del nacimiento del Perú independiente. ¿Cuál será el clima político y social de estos comicios? ¿Qué candidatos se perfilan? ¿Cómo impactará la pandemia en estas decisiones?
La economía peruana en el presente siglo experimentó un sustancial incremento. Basado en una apertura plena al mercado global, ofreciendo minerales, alimentos y materias primas en general, logró penetrar diversos mercados. Una eficiente campaña de posicionamiento permitió además transformar la imagen país, lo que entre otras cosas se reflejó en un salto del turismo. Machu Pichu, visitado por miles, muestra la grandeza de la cultura prehispánica. Los sabores de la exquisita gastronomía peruana penetraron muchos mercados, Chile incluido.
El crecimiento del PIB peruano se vio estimulado por un creciente flujo de inversiones externas. Especialmente localizada en la minería. Pero también en el retail y los servicios. En estos sectores, destaca una fuerte inversión de empresas chilenas que alcanza a varios miles de millones de dolares. Recorrer las principales ciudades peruanas, permite observar a simple vista la presencia de numerosas y conocidas corporaciones chilenas.
[cita tipo=»destaque»]La campaña presidencial ha empezado entre pandemia, desconfinamiento, desempleo y nuevos escándalos. El principal candidato es George Forsyth, alcalde de una populosa comuna de la capital, pero que hasta hace poco era el arquero de Alianza Lima, el popular equipo limeño. Una reciente encuesta de IPSOS le otorga un 25% de preferencias. También destaca el congresista Daniel Urresti, exoficial de ejército, exministro de Humala, involucrado en temas de DDHH en tiempos de la guerra contra Sendero, de la cual salió absuelto. Obtiene un 10%. Keiko y la izquierdista Verónica Mendoza también figuran, ambas bajo el 10% en las encuestas. Falta tiempo, de aquí a las elecciones queda mucho tiempo aún.[/cita]
Pero, al igual que en muchas partes, la voracidad de las grandes mineras afecta la sustentabilidad. En la sierra, donde se localizan los principales yacimientos, habitan humildes comunidades y el agua escasea. La resistencia a diversos proyectos emblemáticos ha sacudido la historia reciente del Perú. Ejemplo sintomático de un modelo que permitió el crecimiento, pero al mismo tiempo aumentó la desigualdad. Mas de la mitad de la población trabaja en la informalidad y, mientras en la costa creció la agricultura de exportación, en la sierra prosiguió el rezago. Las principales ciudades se llenaron de miles de inmigrantes internos que poblaron los llamados “pueblos jóvenes”, las favelas peruanas. A ellos se sumó, en los últimos años, cerca de un millón de venezolanos.
La pandemia desnudó brutalmente esta desigualdad. La temprana y rigurosa cuarentena no fue capaz de detener la propagación del virus, hoy el Perú ocupa el quinto lugar en número de contagiados a escala mundial: casi 700 mil junto a más de 30 mil fallecidos. El sistema de salud ha sido sobrepasado en varios puntos del país. El encierro forzoso privó de ingresos a la mayoría informal y los lanzó a la pobreza y el desempleo. En Perú existen AFP, pero solo una minoría está afiliado a ellas. En un principio se operó un retiro del 5% de esos fondos, hoy se está pronto a alcanzar el 25%. Por cierto, esto solo llega a la minoría que tiene trabajo formal. En junio, el FMI calculó que el desplome de la economía peruana alcanzaría el 14%, lo que debe haberse incrementado en los meses posteriores.
¿Y la política? El último presidente electo fue Pedro Pablo Kuczynski, quien renunció cuando las pruebas en su contra por corrupción se hicieron evidentes. El Congreso de entonces estaba controlado por una mayoría fujimorista. Asumió el segundo vicepresidente, Martín Vizcarra, quien se enfrascó en una fuerte disputa con el Congreso, que ganó agitando las banderas de la transparencia y contra los políticos corruptos. A fines del 2019, el presidente Vizcarra disolvió el Congreso, convocó a nuevas elecciones. Se encumbró en las encuestas.
Digamos que, a estas alturas, las investigaciones judiciales y periodísticas habían revelado que todos los presidentes elegidos después de Fujimori estaban manchados por las coimas y los negociados, en gran parte de la empresa brasileña Odebrecht, al igual que muchos parlamentarios y políticos. Alan García se suicidó. Alejandro Toledo está detenido en USA, sometido a un proceso de extradición. Ollanta Humala está procesado y estuvo largo tiempo en prisión preventiva junto a su esposa.
No solo están procesados los expresidentes, Keiko Fujimori también, al igual que la exalcaldesa de Lima, la izquierdista Susana Villarán. La indignación de la sociedad peruana arrasó con los partidos tradicionales y a fines del año pasado eligieron a un nuevo Congreso que durará hasta julio de 2021, porque se ha aprobado la no reelección.
La campaña presidencial ha empezado entre pandemia, desconfinamiento, desempleo y nuevos escándalos. El principal candidato es George Forsyth, alcalde de una populosa comuna de la capital, pero que hasta hace poco era el arquero de Alianza Lima, el popular equipo limeño. Una reciente encuesta de IPSOS le otorga un 25% de preferencias. También destaca el congresista Daniel Urresti, exoficial de ejército, exministro de Humala, involucrado en temas de DDHH en tiempos de la guerra contra Sendero, de la cual salió absuelto. Obtiene un 10%. Keiko y la izquierdista Verónica Mendoza también figuran, ambas bajo el 10% en las encuestas. Falta tiempo, de aquí a las elecciones queda mucho tiempo aún.
Pero el virus, el desplome de la economía y los escándalos de corrupción no son todo. Recientemente, en el Congreso se presentaron tres comprometedores audios con conversaciones del presidente Vizcarra con sus asesores, a propósito de una investigación por contrataciones sospechosas. El tema esta en pleno desarrollo, cualquiera puede escuchar los registros reproducidos por los medios peruanos. Algunas bancadas se proponen declarar la vacancia del mandatario, dado que los audios revelan actuaciones presidenciales que necesitan ser aclaradas, en especial cuando el Ejecutivo hizo de la transparencia su caballito de batalla.
Se vienen días agitados en el vecino país. La vacancia requiere un elevado quórum, pero si el presidente no presenta una rotunda aclaración, a lo mejor puede sortear las acusaciones, pero la legitimidad quedaría severamente afectada. Todo esto, en medio de la difícil situación sanitaria, económica y social que vive el hermano vecino.