Opinión
Prontos a revisar el Presupuesto 2021 para CONAF y CORFO, es importante que las y los parlamentarios conozcan en detalle qué tipo de actividades de forestación han sido promovidas con recursos públicos para poder votar con conocimiento de causa en el Presupuesto 2021, y manifestar así si concuerdan o no con la perpetuación de la promoción estatal de la expansión de las plantaciones forestales en el país.
En el año 1978 existían un poco más de 700 mil hectáreas de plantaciones forestales en Chile. Esa superficie, con el estímulo del DL 701, incrementó en promedio 50 mil hectáreas anuales hasta el año 2012, sin incluir los caminos y canchas de acopio necesarios para la actividad. Las plantaciones forestales cubren en Chile más de tres millones de hectáreas, y más de un 77% de esa superficie se concentra solo en las regiones de Biobío, La Araucanía y Maule. En Biobío, Ñuble y Maule, las superficies de plantaciones forestales superan las de bosque nativo.
Aunque no existe una ley vigente que permita el financiamiento a la forestación y reforestación con especies exóticas, como pinos y eucaliptus, a raíz de los grandes incendios del año 2017, CONAF y CORFO han continuado destinando recursos públicos a la forestación, reforestación y expansión de plantaciones forestales con especies exóticas. Los criterios para ser beneficiario de estos recursos públicos exceden con creces el haber sufrido el incendio de la plantación forestal el año 2017. CORFO creó un Fondo Forestal y Maderero con el objetivo de “fomentar la creación de fondos de inversión que permitan el financiamiento y desarrollo de proyectos de forestación”, donde los beneficiarios podrían ser propietarios que sometan sus predios a planes de forestación aprobados por CONAF, de tierras indígenas, de zonas de rezago, con bosque nativo en estado de renoval o afectados por incendios forestales. Adicionalmente, CORFO-CONAF desarrollaron un Programa de Captación de Predios susceptibles de ser plantados a futuro, que cumplieran alguno de los siguientes requisitos: No tener plantaciones, tener plantaciones jóvenes que requieren manejo, tener plantaciones quemadas o tener plantaciones poco rentables.
Es decir, por una parte, se ignoran los antecedentes que muestran un incremento en la pobreza en las localidades con subsidios y con mayores superficies de plantaciones forestales, y por otra, se promueve un programa público con la franca intención de expandir el territorio ocupado por plantaciones forestales, mientras la comunidad científica ha reiterado la necesidad de transformar el modelo forestal imperante en el país a uno con heterogeneidad del paisaje y múltiples usos. Y por último, queda la inquietud: ¿acaso sería el gobierno el promotor de la sustitución de renovales de bosques nativos por plantaciones forestales?
El año 2019, según el ex Director Ejecutivo de CONAF, habrían contado con un presupuesto de más de 2 mil 500 millones de pesos, aprobados por Ley de Presupuestos N°21.125 para desarrollar estas actividades, omitiendo los impactos ambientales, sociales y económicos que deja la actividad en los territorios. Ese mismo año, se plantaron en Chile 127.070 hectáreas forestales, con un 63,6% de pino insigne, un 35,8% de especies de Eucalyptus y solo un 0,6% de otras especies.
Prontos a revisar el Presupuesto 2021 para CONAF y CORFO, es importante que las y los parlamentarios conozcan en detalle qué tipo de actividades de forestación han sido promovidas con recursos públicos para poder votar con conocimiento de causa en el Presupuesto 2021, y manifestar así si concuerdan o no con la perpetuación de la promoción estatal de la expansión de las plantaciones forestales en el país.
