El gobierno hace varios días se despliega para convencer a los parlamentarios de extender el Estado de Excepción, cuya principal herramienta es el toque de queda, hasta el 30 de junio, con la razón de que es una medida para el control efectivo de la pandemia, algo en lo que coinciden los especialistas en salud. Aunque también desde el Colmed y el Consejo Asesor para el Covid han reconocido que existen otras herramientas. Por eso, en el Congreso hay dudas de que se trate simplemente de una decisión sanitaria y no sea también una decisión política para aumentar el control en la zona de conflicto en la Araucanía. Parlamentarios y especialistas piden que el gobierno rinda cuentas de la efectividad de la medida.
Para este martes a las 10:00 horas está programado que la Cámara de Diputados revise la solicitud presentada por el Ejecutivo, para extender el Estado de Excepción Constitucional que el próximo 18 de marzo cumple un año desde que entró en vigencia, con el fin de ayudar a las medidas de control sanitario para combatir la pandemia. Es precisamente esta condición la que ha sido puesta en duda por algunos actores políticos, entre ellos parlamentarios de oposición, lo que podría complicar el plan del gobierno, que contempla extender, especialmente el toque de queda hasta el 30 de junio.
Aunque en la Cámara de Diputados se necesita mayoría simple, la extensión de la medida excepcional, debe pasar también por el Senado, donde hasta ahora, la discusión está en el primer punto de la tabla de discusión para mañana, pero eso eventualmente podría cambiar luego de que los comités parlamentarios se reúnan hoy. El punto es que al menos desde comienzos de este mes, la idea de extender el Estado de Excepción, no tiene el consenso que probablemente generaba hace un año atrás, cuando comenzó la pandemia.
Incluso desde los expertos en Salud, la extensión de la medida tiene matices. El 3 de marzo la doctora Ximena Aguilera del Consejo Asesor para el control del Covid, dijo que «Sería inoportuno levantarlo en este momento en atención al contexto epidemiológico y que es necesario esperar para observar el efecto, tanto de la vacunación de los grupos de riesgo, como el aumento de la movilidad debida al fin del período de vacaciones”. Aguilera precisó que en caso de que el toque de queda se levante, es necesario «mantener la restricción de funcionamiento de locales nocturnos, hasta un plazo en el cual se pueda evaluar el efecto del fin del toque de queda».
En una línea similar se expresó la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, cuando expuso, la primera semana de marzo en la comisión de Salud del Senado. «lamentablemente, hacemos el análisis de que lo más probable es que vamos a tener que mantener restricciones en torno a cuarentenas o confinamiento, limitar la movilidad de las personas y también la reunión, particularmente en el momento en que está la pandemia», dijo en ese monento Siches.
Sin embargo, la presidenta del Colmed matizó su diagnóstico con algunas propuestas. . La primera, «mantener el toque de queda, pero que esta (medida) estuviera asociada a los niveles de mayor circulación viral o a las fases para que tuviera una lógica de mayores restricciones, no por comuna, sino que por regiones, en donde exista algún grado de correlato con la pandemia», detalló.
«Y el segundo, levantar el toque de queda, pero profundizar o endurecer otras medidas que permitan limitar las reuniones sociales, que son a las que más les tenemos respeto», agregó Siches.
El problema entonces parece no ser tanto sanitario como político. Principalmente a partir de lo que dijo el Presidente Sebastián Piñera el 1 de marzo cuando anunció que el gobierno envió al Congreso el oficio para extender la medida. Ese día, en entrevista con Canal 13, el mandatario ligó la mantención del Estado de Excepción con el control del conflicto en la macrozona de la Araucanía.“Para combatir esto (conflicto Macrozona Sur) se requiere mantener el Estado de Excepción. Vamos a extender el Estado de Catástrofe que vence el 13 de marzo, y que también tiene que ver con la pandemia”, afirmó Piñera.
Lo que se interpretó como una señal a su electorado más duro, también se convirtió en un problema para asegurar los votos necesarios en el Congreso. En ese sentido, el ministro de la Segpres Juan José Ossa, del Interior, Rodrigo Delgado y el vocero Jaime Bellolio trabajaron para no desviar el tema de lo estrictamente sanitario. El jefe de la Segpres apuntó a que «la verdad es que el Estado de Excepción permitió al Gobierno adoptar ciertas medidas, que creemos que eventualmente va a necesitar adoptar en el futuro. Por lo mismo, esperamos que no se trate de una discusión ideologizada y esperamos que no se confundan estas cosas”. En tanto, el ministro Delgado indicó que “no politicemos, desde el punto de vista de la seguridad de la Macrozona Sur, lo que puede ser una discusión de una situación que se requiere para todo Chile en materias sanitarias (…). Mientras no terminemos el proceso de vacunación, tenemos que seguir en Estado de Excepción que nos permita tomar todas las medidas del caso para cuidar a nuestra población”, concluyó.
Por su parte, el vocero Jaime Bellolio indicó que «las cuarentenas, los cordones sanitarios y las aduanas sanitarias, el Plan Paso a Paso se caerían, sin el Estado de Excepción, que es únicamente a raíz de la evolución de la pandemia, no tiene que ver con la situación de seguridad de La Araucanía”.
Rendición de cuentas
De todas maneras, la disputa estará concentrada en el Congreso. En ese sentido, la Presidenta del Senado Adriana Muñoz, adelantó que el gobierno no tendrá un camino fácil. Adelantó que hay más consenso en extender el Estado de Catástrofe, pero «otra cosa es el toque de queda. Tener un toque de queda tan extendido, creo que será tema de debate», dijo.
Paralelamente el vicepresidente del Senado, Rabindranath Quinteros se preguntó, “¿para qué quieren mantener el toque de queda?” Y aseveró que la autoridad sanitaria “tiene las facultades necesarias para restringir la movilidad de la gente si así se requiere para evitar la propagación del virus”. Quinteros explicó que el decreto supremo número 4 del 2020 del Minsal faculta a la autoridad sanitaria a disponer de las medidas necesarias para evitar aglomeraciones de gente en espacios cerrados o abiertos que puedan fomentar la propagación del virus.
Además, el senador PS se preguntó por la rendición de cuentas del gobierno sobre los gastos del Estado de Excepción. «Aquí no basta con pedir que se extienda el Estado de Excepción, el gobierno debe dar cuenta en qué se gastaron los 12 mil millones de dólares que solicitaron. Tiene que rendir cuentas sobre el gasto en ventiladores mecánicos, residencias sanitarias y vacunas. Nadie tiene esa información y La Moneda la debe transparentar”, sentenció.
El problema de la extensión del toque de queda, sin embargo sigue siendo político y un asunto de Derechos Humanos, teniendo en cuenta que implica una restricción de las libertades personales. La abogada Lidia Casas, académica de la Universidad Diego Portales, cree que «El toque de queda la pregunta es hasta que punto obedece a una medida sanitaria. No solo en Chile sino globalmente, se está utilizando como una herramienta para restringir el movimiento. Mucho de ello tiene que ver con la no realización de actividades sociales alrededor de bares, restoranes y lugares de reunión. Pero el toque de queda en un contexto como el chileno, está asociado a factores políticos y que lo hacen una medida desde el punto de vista de los Derechos Humanos y constitucionales, hay que medirlo con evidencia dura el efecto sobre la pandemia. El gobierno para la restricción de derechos debe dar cuenta que es razonable objetiva y que no puede ser lograda por ningún otro medio, que ese es el medio más adecuado. Eso es lo que normalmente sucede en un estado democrático, que debe ser usado con cautela. El gobierno jamás ha presentado la evidencia sobre aquello», dijo Casas en conversación con el programa de radio El Mostrador en la Clave