El modelo de libre mercado aplicado en Chile generó entre US$1 millón de millones y US$2.0 millones de millones de mayor producto para Chile, entre el año 1973 y el año 2018 en forma acumulada. En forma adicional, el modelo chileno generó un mayor producto para el país de US$79 mil millones solo en el año 2018 respecto del que habría tenido de haber continuado su tendencia histórica y posibilitó un mayor gasto público que en ese año fue el equivalente a US$ 8,8 mil millones de dólares anuales al compararlo con lo que se habría podido gastar si se hubiese seguido la evolución de los países latinoamericanos (en crecimiento y gasto público). He aquí la relevancia del modelo; sin embargo, como dice el refrán, no todo lo que brilla es oro.
El modelo de libre mercado aplicado en Chile generó entre US$1 millón de millones y US$2.0 millones de millones de mayor producto para Chile, entre el año 1973 y el año 2018 en forma acumulada. Estas cifras surgen de comparar la trayectoria efectiva que tuvo la economía chilena durante esos años y la que habría tenido si hubiese seguido la trayectoria de los países latinoamericanos o la de los países desarrollados respectivamente, al sumarlas año por año.
Gráfico I: PIB per cápita real (base 2011) para Chile y otros países de Latinoamérica, 1900-2018.
En el gráfico anterior se puede observar que al inicio del período considerado (1973) el Producto per Cápita chileno estaba en la medianía de la tabla, después de una caída inicial quebró esta tendencia y comenzó a subir en términos relativos, hasta alcanzar el mayor producto per cápita de todo Latinoamérica.
Las cifras de mayor valor observadas se obtienen de sumar las diferencias entre la evolución que tuvo el PIB chileno con la trayectoria que habría tenido si Chile hubiese seguido la de esos dos grupos de países sumándolas año por año.
La selección de países para comparar la evolución de la economía chilena no es caprichosa, dado que los países latinoamericanos tuvieron un crecimiento similar (aún cuando mayor) que la que tuvo Chile durante los primeros 75 años del siglo XX y por otra parte, la de los países desarrollados es una referencia constituida por países que tienen economías más consolidadas de mejores niveles de vida que Chile y a las que siempre son utilizadas como meta a alcanzar en un largo horizonte.
Gráfico II: PIB real de Chile en distintos escenarios a partir de 1973, 1961-2018.
Este cálculo señala la principal luz del modelo, puesto que es un resumen del resultado de la estructura de políticas y reformas aplicadas en Chile con el objetivo de maximizar el crecimiento del país a pesar de su elevado costo de implementación inicial el cual ascendió a US$111 mil millones y US$50 mil millones según se use como referencia los países latinoamericanos o las economías desarrolladas, respectivamente.
Gráfico III: Gasto público promedio (% del PIB) en Chile, Latinoamérica y los países desarrollados, 1973-2017.
Estas diferencias de producto respecto de si Chile hubiese tenido una trayectoria similar a la de los países comparables, tuvo un valor acumulado de cerca de entre 1.0 y 2 millones de millones de dólares en moneda del año 2018, al sumar las diferencias año por año.
En forma adicional, el modelo chileno generó un mayor producto para el país de US$79 mil millones en el año 2018 respecto del que habría tenido de haber continuado su tendencia histórica y posibilitó un mayor gasto público que en ese año fue el equivalente a US$ 8,8 mil millones de dólares anuales al compararlo con lo que se habría podido gastar si se hubiese seguido la evolución de los países latinoamericanos (en crecimiento y gasto público).
He aquí la relevancia del modelo; sin embargo, como dice el refrán, no todo lo que brilla es oro.
En la siguiente columna se analizará el impacto que este crecimiento tuvo en el bienestar para continuar analizando sus sombras en la subsiguiente.