Si bien el ministro de Salud, Enrique Paris, ha descartado que la lentitud del proceso de vacunación que se ha experimentado en las últimas semanas sea por la falta de stock de vacunas –desligando responsabilidad en los usuarios que no estarían respetando las fechas programadas–, lo cierto es que en varias comunas de los sectores sur y poniente de la capital se han registrado serios problemas de logística y coordinación, que han incidido directamente en la disponibilidad de las medicinas. “Esta es una situación que puede afectar seriamente la continuidad del proceso, porque puede dañar irreparablemente la confianza de la ciudadanía en la vacunación, algo que, de hecho, está sucediendo”, afirmó el médico Luis Astudillo, respecto de lo que está ocurriendo en las comunas de Pedro Aguirre Cerda, Peñaflor, San Miguel y San Joaquín, entre otras.
El proceso de vacunación en Chile fue un ejemplo por muchas semanas en América Latina y muchos otros países del mundo, cuya implementación para avanzar en la inmunidad ante el SARS-COV 2 fue más lenta y, por ello, menos eficiente.
Hasta la última semana de abril, las cifras de vacunación alcanzaban a los 6 millones 570 mil personas, que equivalen a más de 8 millones de dosis de vacunas inoculadas. La meta son 15 millones antes que termine el primer semestre del año. Pero el objetivo sanitario más ambicioso es llegar a los 7 millones de personas vacunadas con 2 dosis antes del 15 y 16 de mayo próximos, días en que están programadas las elecciones constituyentes.
Aunque es altamente probable que se alcance la meta de mayo, la más ambiciosa, la de 15 millones de personas vacunadas antes de julio, se ve más difícil de cumplir. Las cifras han sido siempre muy optimistas, de acuerdo al programa de avance estimado por las autoridades sanitarias. Por ello es que, en cada punto de prensa, el ministro de Salud, Enrique Paris, insiste en el llamado para que las personas acudan a vacunarse a los consultorios más cercanos a su domicilio, o a los vacunatorios en convenio con el Minsal , según la calendarización publicada periódicamente.
Sin embargo, los problemas presentados en los últimos días en algunas comunas, han dejado en evidencia las graves dificultades en la distribución de vacunas, al punto que no pocas fuentes de salud hablan de un verdadero “caos de la logística” en la administración de las mismas.
La comuna de Peñaflor es uno de los ejemplos más notorios de las últimas horas. El joven de 26 años Felipe González (con enfermedad de base por accidente) acudió este martes al colegio Emilia Láscar, local dispuesto en la comuna para la vacunación contra el COVID-19, por su segunda dosis. Sin embargo, al hacer la consulta respectiva, la funcionaria a cargo le explicó que no había stock disponible en la jornada, por lo que debía regresar este miércoles. Felipe vive a pocas cuadras del lugar donde debía vacunarse, así que para él no representa mayor dificultad el regresar a ese lugar. Muchas otras personas, sin embargo, no tienen la misma suerte, cuando se encuentran en los vacunatorios con el clásico letrero «Vuelva mañana».
Más allá de los llamados de la autoridad para que la gente acuda a vacunarse, como si de algún modo se insinuara que la dificultad para llegar a la meta de vacunación fuese por la falta de compromiso de los usuarios con su propia salud, lo cierto es desde hace varias semanas vienen registrándose serios problemas de stock de vacunas, debido a fallas de distribución en varias comunas de los sectores sur y poniente de la capital.
La Municipalidad de Pedro Aguirre Cerda (PAC) hizo público el martes pasado, a través de sus plataformas, un comunicado donde advierte de un “quiebre de stock de vacunas COVID-19, que fueron solicitadas con anticipación al Seremi de Salud”. En la comunicación, la corporación de salud de PAC llamó a los residentes de la comuna a mantenerse atentos a las informaciones, para saber cuándo se restablecerá la vacunación masiva.
María Elena Álvarez, de 59 años y de la comuna de Pedro Aguirre Cerda, acudió el lunes a la Escuela Consolidada, que fue habilitada para la vacunación de los vecinos. Pero, para su sorpresa, no había stock para ponerse la segunda dosis de la vacuna Pfizer, que le correspondía el 24 de abril. Muy curiosa resultó para ella la explicación de la encargada que la atendió, quien le dijo que debía “estar atenta a las noticias y regresar cuando el ministro Paris anuncie que llegaron más vacunas Pfizer”, que es la que le corresponde.
Fuentes de la comuna de San Miguel, aseguraron que durante la semana pasada les entregaron apenas 480 dosis de vacuna Pfizer, cuando tenían programado utilizar 3 mil. Uno de los encargados advierte que “nos ha pasado que hemos comenzado la jornada sin vacunas y el ministro de Salud (Enrique Paris) avisa por televisión que no hay problemas de stock y que la gente vaya a vacunarse”. Si bien admite que es probable que el problema no sea de stock, la fuente aseguró a El Mostrador que en la práctica la falencia es la misma: no hay disponibilidad de vacunas porque «la logística claramente no tiene buena coordinación”.
Personal encargado de la administración de atención primaria en comunas como PAC y San Miguel coinciden en explicar que “no se entregan las dosis programadas que corresponden y eso se traduce en que no se alcanza a cubrir ni siquiera la segunda dosis a veces y debemos rechazar a la gente”.
En San Joaquín, el encargado considera que esto ha generado “un verdadero caos” en la atención primaria. “Mucha gente no está regresando a vacunarse, porque ya no creen. Se les pide que vuelvan otro día porque, el día que les correspondía, las vacunas no nos las entregaron». Eso pasa con la vacuna de laboratorio chino Sinovac, pero la «implementación del producto de Pfizer ha sido aún más complejo de manejar”.
La cadena de frío de la vacuna Pfizer, debe garantizarse a -70 ° centígrados, lo que ya representa un gran desafío para los equipos de los municipios, que deben habilitar espacios y condiciones adecuadas para trasladar los productos hasta los puntos de vacunación. Según explican los encargados de los vacunatorios, «una vez descongelada la vacuna Pfizer, que contiene 5 dosis de la medicina, dura 5 días. Si la gente no llega o no viene a vacunarse, podrían perderse las dosis restantes, por lo que nos aseguramos de tener a las 5 personas que se requieren para utilizar el frasco completo”.
Esta situación ha aumentado el estrés en los consultorios, produciéndose muchas veces episodios de maltrato a los funcionarios de salud de la atención primaria. “La gente desconfía, porque piensan que el retraso de la segunda dosis puede provocar la pérdida de la efectividad de la primera”, advierten.
Para hacerse una idea, en campañas anuales de vacunación contra la influenza, se habilitan las condiciones infraestructurales y del personal para vacunar a razón de 300 mil personas por día. Sin embargo, “hoy, en plena campaña de vacunación contra el COVID 19, no se vacuna a más de 50 mil personas por día y, con ello, se pierden muchos recursos o desaprovechan ante la necesidad de avanzar más rápido”, reprocha la encargada de uno de los programas de atención primaria para la campaña contra el coronavirus.
“Esta es una situación que puede afectar seriamente la continuidad del proceso, porque puede dañar irreparablemente la confianza de la ciudadanía en la vacunación, algo que, de hecho, está sucediendo”, afirmó el médico Luis Astudillo.
El «doctor del pueblo», como lo llaman los vecinos en PAC, aseguró que, si bien el comienzo de este proceso fue positivo, “se ha ido desinflando, porque pedirle a la gente que regrese a los consultorios o los lugares donde deben acudir por la vacuna, cuando no hay, es trasladar una dificultad adicional a los ciudadanos, ya que algunos no tienen recursos ni para pagar el pasaje de la locomoción. Por lo tanto, pedirles que vuelvan otro día es un problema”. Esto aleja la posibilidad –advierte el médico– de poder alcanzar la inmunidad colectiva o de rebaño en corto plazo y muestra la deficiente administración de la pandemia de parte de las autoridades de Salud.
Desde la Secretaría Ministerial de Salud de la Región Metropolitana, se admitió extraoficialmente que han existido problemas de administración de los stocks, pero no por falta de vacunas, sino por los problemas derivados de las dificultades que representa la cadena de frío de la medicina de Pfizer. «Eso nos ha dificultado llegar hasta lugares donde no existen las condiciones adecuadas para el acopio de las vacunas. Eso dificulta la logística enormemente y nos impide llegar con grandes cantidades de vacunas, según lo programado”, agregó la fuente de la Seremi de Salud de RM.