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Las preguntas claves en la inauguración de la Convención Constitucional Opinión

Las preguntas claves en la inauguración de la Convención Constitucional

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Amaya Álvez
Por : Amaya Álvez Dra. en Derecho. Académica U. de Concepción. Convencional Constituyente por el Distrito 20 y coordinadora de la Comisión de Reglamento
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¿Quién presidirá la ceremonia de investidura de los convencionales constituyentes? ¿Quién investirá a los convencionales de sus cargos? En cualquier caso, es importante que esta ceremonia no se empañe por la presencia de autoridades públicas cuestionadas, ya sea a nivel individual o institucional. Para evitar este problema, proponemos que la investidura no incluya juramento, ni referencia al orden institucional que dejamos, sino que una investidura general para todos los miembros, llevada a cabo por los ciudadanos y ciudadanas que realizarán la convocatoria simbólica.


El Tricel ha proclamado a los 155 convencionales constituyentes que tendremos la ardua e histórica tarea de representar la voluntad popular y redactar un proyecto de texto constitucional que será sometido a la aprobación ciudadana en un plebiscito ratificatorio.

Ahora corresponde al Presidente Sebastián Piñera convocar a la primera sesión de instalación de la Convención, mediante decreto supremo exento. Son variadas las materias que deberá abordar dicho decreto, las cuales son fundamentales para que la Convención comience su trabajo de buena forma.

En primer lugar, surge la interrogante acerca del lugar de convocatoria. Al respecto, el Gobierno ha definido habilitar las instalaciones del Palacio Pereira y algunos sectores del antiguo Congreso Nacional para el funcionamiento de la Convención. Ambos lugares se emplazan en la Región Metropolitana y representan símbolos del Chile decimonónico, que deseamos superar. Si bien se tratará de la sesión inaugural, no puede entenderse cerrada la discusión acerca del lugar de funcionamiento de la Convención, ya que esta misma podría definir celebrar sesiones en otras regiones.

Por otro lado, ¿cómo entenderemos, a efectos simbólicos, la transición entre el orden constitucional anterior y el nuevo orden que surge del proceso constituyente? En este sentido, proponemos resignificar la convocatoria presidencial mediante una convocatoria simbólica desde la sociedad civil. Proponemos que una ciudadana o ciudadano de autoridad moral reconocida, como uno o más poetas o Premios Nacionales, convoquen a la sesión inaugural.

¿Cuál será el carácter de esta sesión, en cuanto ceremonia oficial del Estado, de una importancia histórica para la República? ¿Será una ceremonia gris y parca en el centro de Santiago? Espero que no. Los hitos son fundamentales para la construcción de una identidad común. En este sentido, la ceremonia de instalación debe tener criterios interculturales y replicarse a nivel territorial, en cada una de las regiones del país.

¿Quién será la persona encargada de presidir la sesión de instalación? Esta persona tendrá el rol de dirigir la apertura de la sesión, la ceremonia de investidura y la elección del presidente y vicepresidente de la Convención. Proponemos el establecimiento de una mesa provisoria paritaria de seis convencionales constituyentes, formada por la convencional de menor edad, con el convencional de mayor edad, junto al convencional representante del distrito más austral y septentrional de nuestro país, finalmente con dos convencionales elegidos entre los miembros de pueblos indígenas, respetando la dualidad propia de su cosmovisión.

Por último, está la ceremonia de investidura de los convencionales constituyentes. En este punto son varias las interrogantes: ¿quién investirá a los convencionales de sus cargos? ¿La misma persona que preside la sesión u otra? En cualquier caso, es importante que esta ceremonia no se empañe por la presencia de autoridades públicas cuestionadas, ya sea a nivel individual o institucional. Para evitar este problema, proponemos que la investidura no incluya juramento, ni referencia al orden institucional que dejamos, sino que una investidura general para todos los miembros, llevada a cabo por los ciudadanos y ciudadanas que realizarán la convocatoria simbólica.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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