El director de la plataforma de análisis electoral Decide Chile, habiendo estudiado los aportes económicos en los procesos electorales, concluye que las cosas ya no son como antes, cuando había firme evidencia que entre más plata se reunía, mejores eran los resultados. Hoy, opina Huneeus, «la cosa cambió. Ya no es importante la plata, sino cómo la uso, de modo que mi mensaje llegue a la ciudadanía». Para explicar aquello recurre al caso de Gabriel Boric, quien con pocos recursos, pero con una estrategia clara, simple, logró que su mensaje llegara a la gente. Lo mismo pasó con Sichel, pero con diferencias, apunta. En su caso -sostiene el economista- Sebastián Sichel fue el que tuvo más aportes su sector, pero no tenía partido, y lo que hizo fue suplir la falta de una estructura partidaria con una buena utilización de los recursos. «El caso más claro es el de Briones, que teniendo una similar cantidad de recursos y, además un partido detrás con diputados y senadores, sacó siete veces menos votos que él».