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Estudio calcula que una parte importante de la población, en edad de jubilar, tiene menos de $10 millones MERCADOS Crédito: ATON (Contexto)

Estudio calcula que una parte importante de la población, en edad de jubilar, tiene menos de $10 millones

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Los chilenos y chilenas saben exactamente cuánto cotizar mes a mes, pero no existe un beneficio definido que dependa directamente de los años cotizados y la remuneración imponible promedio. El estudio de la Fundación Sol analizó los saldos de cuentas individuales de las personas afiliadas que se encuentran cercanas a cumplir la edad de jubilación y se observó que, en el caso de los hombres entre 60 y 65 años, el 31,3% actualmente registra menos de $10 millones. En el caso de las mujeres afiliadas entre 55 y 60 años, el panorama es aún más complejo, ya que el 56,7% registra menos de $10 millones.


Mientras aún se calcula el impacto en las pensiones futuras tras los retiros sucesivos del 10 por ciento de los fondos de AFP, la Fundación Sol realizó un estudio sobre los montos que reciben las personas una vez se jubilan. Pero antes, advierten cifras «alarmantes»: en junio de 2021, la mitad de las 946 mil personas jubiladas por vejez obtuvo una pensión autofinanciada menor a $162 mil, y al considerar los subsidios del Estado a través del Aporte Previsional Solidario, la mitad de ellas recibe menos de $237 mil.

«La situación de las nuevas personas pensionadas es aún más dramática», añaden, y ejemplifican: el 2020, se jubilaron 102 mil personas y el 50% pudo autofinanciar una pensión menor a $75 mil, e incluso la mitad de aquellas personas que cotizaron entre 30 y 35 años, es decir, la mayor parte de su vida laboral, pudieron autofinanciar una pensión menor a $287 mil, lo que equivale a 85 % del Salario Mínimo vigente.

En definitiva, los chilenos saben exactamente cuánto cotizar mes a mes, pero no existe un beneficio definido (tasa de reemplazo) que dependa directamente de los años cotizados y la remuneración imponible promedio. «Por lo tanto, se instala una incertidumbre respecto a la forma en cómo se determina el monto final de una pensión, dependiendo de muchos factores, que en la mayoría de los casos son de difícil comprensión», añaden.

Lea el estudio completo en el siguiente link.

En resumen, el estudio analizó los saldos de cuentas individuales de las personas afiliadas que se encuentran cercanas a cumplir la edad de jubilación. Se observó que, en el caso de los hombres entre 60 y 65 años, el 31,3% actualmente registra menos de $10 millones, y prácticamente 8 de cada 10 de ellos tienen menos de $50 millones. Solo un 9,9% presenta un saldo superior a $100 millones. En el caso de las mujeres afiliadas entre 55 y 60 años, el panorama es aún más complejo, ya que el 56,7% registra menos de $10 millones, y 9 de cada 10 mujeres tiene menos de $50 millones. A diferencia de los hombres, solo el 2,8 % de ellas acumula más de $100 millones.

«Para poder establecer si esta distribución de saldos entre las personas afiliadas que se encuentran muy cerca de su edad de jubilación permite construir pensiones suficientes o no, se realiza un conjunto de simulaciones para determinar cuál sería el monto de las pensiones por retiro programado y renta vitalicia según diferentes perfiles y saldos en sus cuentas individuales. Para esto se considera el cálculo del CNU con sus correspondientes tablas de mortalidad, la tasa de interés técnica para el retiro programado, y la tasa de interés para la renta vitalicia vigentes, las cuales, tal como se mencionó en la sección anterior, se encuentran en 3,66 % y 2,86 %, respectivamente», dice.

Por ejemplo, un hombre de 65 años con cónyuge tres años menor y que acumuló $10 millones al momento de jubilar, logra autofinanciar una primera pensión por Retiro Programado (RP) de $49.887, la cual se va reduciendo en el tiempo, y una pensión por Renta Vitalicia (RV) pagada por una Compañía de Seguros de $45.380. Si ese mismo hombre acumula $50 millones, podrá construir una primera pensión por RP de $249.436 y una pensión por RV de $226.901. Un saldo de $80 millones aún no permite superar los $400 mil en modalidad de RP y solo se ubica levemente por sobre el monto del Salario Mínimo en el caso de la RV.

El monto prometido por José Piñera

«En síntesis, teniendo en cuenta que el 78% de los hombres y el 89% de las mujeres afiliadas con edad cercana a la legal de jubilación acumulan menos de $50 millones en su cuenta individual y que este monto (cota máxima) sólo permite construir una pensión autofinanciada de alrededor de $235 mil para los hombres y de $210 mil para las mujeres, el panorama presente y futuro para las personas jubiladas en Chile es desolador y no es sostenible ni financiera ni socialmente para la reproducción de la vida», comienza a concluir el estudio.

«Cuando José Piñera, Ministro del Trabajo y Previsión Social durante la Dictadura militar, expone ante los generales de las Fuerzas Armadas y de Orden los argumentos para convencerlos de la necesidad de llevar a cabo una reforma estructural, asegura que, a través de las cuentas individuales administradas por las AFP, las personas que coticen regularmente podrán alcanzar una pensión equivalente al 70% o al 80% de su último salario», añade.

Dado que la remuneración imponible promedio del sistema es de $905.84012, una pensión promedio que se sitúe en torno al 70 % de este valor, sería de $650.000. Entonces, ¿qué saldo deberían tener en sus cuentas al momento de jubilar? Fundación Sol lo resume: un hombre de 65 años sin cónyuge necesitaría ahorrar un saldo de $112 millones para autofinanciar una pensión por retiro programado de este monto, y de $122 millones para hacerlo a través de una renta vitalicia. Cifras que suben a $130 millones y $143 millones, respectivamente, para un hombre de la misma edad con cónyuge. «Finalmente, un hombre en la edad efectiva de jubilación, es decir, 70 años, con cónyuge 3 años menor, tendría que acumular un saldo final de $115 millones para retiro programado y $125 millones para renta vitalicia, con fin de financiar una pensión de $650 mil, la que representa una tasa de reemplazo de 71,8 % de la remuneración imponible promedio del sistema», explican.

En el caso de las mujeres, para una de 60 años, sin cónyuge, «debería acumular un saldo de cuenta individual al momento de jubilarse de $144 millones por retiro programado y $160 millones por renta vitalicia para lograr financiar una pensión de $650 mil». Dichos montos suben a $148 millones y $165 millones con cónyuge 3 años menor.

«El sistema chileno de cuentas individuales, para entregar pensiones suficientes, requiere de una cantidad de ahorro acumulado que resulta imposible de conseguir para el 95% de las personas afiliadas. En particular, actualmente sólo el 5 % de quienes jubilarán en los próximos años podrá recibir una jubilación mayor a $650.000. Se tendría que provocar un salto cuántico en el mercado laboral chileno que permita mejorar las remuneraciones, la formalización y la estabilidad de los empleos, como nunca antes se ha producido en las últimas cuatro décadas para que a través del sistema de AFP y el Pilar Solidario se pudieran pagar pensiones que permitan vivir en Chile», dicen a modo de conclusión.

Tipos de retiro y de cálculos

¿Qué es Retiro Programado y Renta Vitalicia? El actual sistema de capitalización individual contempla cuatro modalidades de pensión: la Renta Vitalicia Inmediata; la Renta Temporal con Renta Vitalicia Diferida; el Retiro Programado; y la Renta Vitalicia Inmediata con Retiro Programado.

La primera se refiere a aquellas pagadas por Compañías de Seguros de Vida, y sus montos y tasas de interés se definen por medio de un contrato que considera las expectativas de vida de la/el futuro(a) pensionado(a) y expectativas de rentabilidad del mercado. El segundo, «es aquella en la que la persona afiliada contrata una Renta Vitalicia con una Compañía de Seguros a contar de una fecha futura, y acuerda con una AFP el pago de una Renta Temporal para el periodo comprendido entre la fecha que decidió la modalidad y el primer pago de la Renta Vitalicia por parte de la Compañía de Seguros», detalla el estudio.

«El Retiro Programado es la modalidad más masiva en Chile y su pago depende de una AFP. A diferencia de la Renta Vitalicia, esta modalidad no asegura un monto fijo hasta la muerte, sino que es recalculada año a año y se paga hasta que se termine el saldo de la cuenta individual», es el tercero.

«Finalmente, la modalidad de Renta Vitalicia Inmediata con Retiro Programado, según la normativa, permite a las personas afiliadas distribuir sus saldos entre el contrato de una Renta Vitalicia con una Compañía de Seguros, y optar por un Retiro Programado pagado por una AFP con la diferencia», finaliza.

Otra variable necesaria es el «Capital Necesario Unitario” (CNU), el que es un factor calculado para cada persona. Se define como “el capital que necesita el afiliado para financiar una unidad de pensión, tanto para él como para sus posibles beneficiarios». En definitiva, es un factor que permite calcular el monto mensual de pensión que corresponda a cada beneficiario o causante, dependiendo de sus expectativas de vida, la modalidad de pensión y las expectativas de rentabilidad de los Fondos de Pensiones.

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