El testimonio clave en el proceso que lleva el fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos, corrió por cuenta del subcomisario de la PDI, Eduardo Inostroza, exayudante de Espinosa, quien confesó que este le «ordenaba” hacer millonarios depósitos en efectivo a sus cuentas y la de su cónyuge María Neira Cabrera, quien también será formalizada por lavado de dinero. El CDE se querelló en contra de los tres involucrados, y estableció que Espinosa y su ayudante “sustrajeron cuantiosos caudales públicos provenientes de gastos reservados”, falsificaron y/o utilizaron declaraciones juradas falsas para justificar ante Contraloría y la propia PDI los «egresos periódicos de fondos que, en promedio, ascendían a 30 millones de pesos mensuales”. Con el dinero, se acreditó que el exjefe de la PDI adquirió “vehículos y un departamento en la comuna de Las Condes, entre otros bienes” [ACTUALIZADA]
En la misma senda que Juan Miguel Fuente-Alba, el ex comandante en jefe del Ejército, formalizado por lavado de dinero a partir de mal uso de gastos reservados, ahora el turno es del ex director nacional de la Policía de Investigaciones (PDI), Héctor Espinosa. Esto, porque el Fiscal Regional de Magallanes, Eugenio Campos, ingresó un escrito ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago para formalizar al exjefe de la policía civil como autor de delitos reiterados de malversación de caudales públicos, falsificación de instrumento público y lavado de dinero.
La causa contra el exdirector de la PDI se inició el 31 de diciembre del 2020, cuando la Unidad de Análisis Financiero (UAF) reportó operaciones financieras sospechosas de Espinosa y de su señora, María Neira Cabrera, quien es funcionaria del Servicio de Impuestos Internos (SII) y que también será formalizada como autora de lavado de dinero.
Según reporta el diario La Tercera, el testimonio clave es el del subcomisario de la PDI, Eduardo Inostroza, quien era ayudante de Espinosa. Este le «ordenaba», como aseguró en su testimonio, rellenar documentos de millonarios depósitos en efectivo que hacía a las cuentas de Espinosa y de su cónyuge en las sucursales de BancoEstado, de calle Rosas, y Banco de Chile, en calle Bandera.
El exayudante también será formalizado por su participación como autor de lavado y cómplice del desvío de las arcas fiscales, a pesar de que ha decidido colaborar para esclarecer los hechos que, según él asegura, fueron más bien “órdenes” que debió cumplir.
En la investigación se detectaron, al menos, 53 depósitos en dinero en efectivo que en total suman cerca de $140 millones que fueron a parar a las cuentas corrientes del Banco de Chile de Espinosa y también su esposa, por montos iguales o superiores a $1 millón mensualmente y a otra que el policía tenía en BancoEstado, hechos por los que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) se querelló.
El organismo fiscal presentó un recurso el pasado lunes contra Espinosa por tres delitos vinculados a hechos de corrupción: malversación de caudales públicos, falsificación de instrumentos públicos y lavado de activos.
La querella contra el subcomisario Eduardo Villablanca por lavado de activos, y por este último ilícito el Consejo acusa también a la cónyuge del exjefe PDI, María Neira Cabrera.
“Los antecedentes reunidos en la investigación del Ministerio Público permiten fundadamente deducir que, con ocasión de la asignación y posterior rendición de los gastos reservados otorgados por Ley de Presupuestos de la Nación a la Policía de Investigaciones de Chile –que entre junio de 2015 y diciembre de 2018 ascendieron a 1.306.033.000 de pesos, el querellado Héctor Espinosa Valenzuela, entonces director general de la PDI, concertado con el subcomisario Eduardo Villablanca, su ayudante al momento de los hechos, sustrajeron cuantiosos caudales públicos provenientes de gastos reservados, los que este último depositó en efectivo en cuentas corrientes de Espinosa y de su cónyuge, así como en cuentas propias”, señala el CDE.
El Consejo añade que la acción penal interpuesta describe la forma en que se falsificaron y/o utilizaron declaraciones juradas falsas para justificar el uso y destino de los referidos gastos reservados, “presentadas entre 2015 y 2017 ante la Contraloría General de la República por el ex director general, así como ante la propia PDI, mediante certificados dolosos firmados por Espinosa para justificar egresos periódicos de fondos que, en promedio, ascendían a 30 millones de pesos mensuales”.
“Conforme con ello y como una forma de ocultar las sustracciones, en el proceso de rendición genérica y anual de los gastos reservados ante la Contraloría General de la República, el querellado falsificó y/o utilizó declaraciones juradas mendaces de buena inversión, mediante las cuales sostenía, bajo juramento, que estos se emplearon en los fines propios de la Policía de Investigaciones de Chile y en las misiones que le son inherentes, relativas al orden público y seguridad interior y exterior del país, señala la querella del CDE”, añade.
“El Consejo sostiene que, con los dineros sustraídos, los imputados, a sabiendas del origen ilícito de estos fondos, realizaron distintas operaciones que tuvieron por finalidad su introducción en el sistema económico formal, ocultándolos mediante el fraccionamiento en diversas cuentas corrientes o productos financieros y adquiriendo bienes muebles o inmuebles. A la fecha, la indagatoria ha determinado la adquisición por parte de los imputados de vehículos, un departamento en la comuna de Las Condes, entre otros bienes”, finaliza el organismo.