El candidato de Chile Podemos +, ostenta la mayor cantidad de aportes de campaña y supera con creces los de sus contendores. Solo en estos pocos días de octubre ha recibido más de $120 millones. Entre los nombres de sus “mecenas” llaman la atención cuatro que pertenecen al mercado del gas, un sector que dejó flotando en el ambiente un olor a “colusión”, tras el informe de la FNE. Se trata del vicepresidente y un director de Lipigas, y el vicepresidente de Abastible. Los aportes han sido uno de los flancos para ligarlo con el gran empresariado y se suman al reportaje que dio cuenta del financiamiento de pesqueras en su pasada aventura parlamentaria, cuando corría con los colores de la DC. Hoy, Sichel está contra las cuerdas. Los partidos del oficialismo han salido a respaldarlo, aunque en la coalición no son pocos los que describen el panorama como “la orquesta del Titanic”. “No abandonamos, pero sabemos que nos hundimos”, confiesan en el bloque oficialista. [RECTIFICADA: ver N de la R al final de la nota]
«¿Fue lobbista de una empresa de gas?». Esa fue una de las preguntas protagónicas –durante el último debate presidencial televisado– que hizo la abanderada de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste, al candidato de Chile Podemos +, y donde se vio a un incómodo Sebastián Sichel, defendiendo su labor como “abogado” y descartando haber tenido como clientes a empresas de un rubro que ahora está en la palestra, tras el lapidario informe de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) que dejó un olor a “colusión” rondando en el ambiente.
Como es su tónica, Sichel lo negó rotundamente. A pesar de eso, es sabido que entre los aportantes de su carrera a La Moneda el candidato de Chile Podemos + cuenta con una larga lista de donantes –que incluye a incumbentes del mercado del gas–, quienes han abierto la billetera a su favor, tanto en la primaria como de cara a la primera vuelta. No en vano, es catalogado como «el candidato de los empresarios», además de ser «el candidato de continuidad».
Para algunos en su sector este dato, sumado a las últimas revelaciones sobre los aportes de pesqueras en su época de candidato a diputado DC, le recarga una mochila ya pesada, como es la de conjugar su carácter de “independiente” con la relación con los partidos oficialistas, desde donde ya ha tenido varias bajas en los apoyos.
Según el registro del Servicio Electoral (Servel), representantes de directorios de las 3 principales empresas ligadas al gas –que hoy están en el ojo del huracán– le han prestado apoyo económico, no así a sus contendores.
El 14 de septiembre, el vicepresidente de Abastible, José Odone Odone, le aportó 1 millón de pesos. Días más tarde, el 21 de septiembre, recibió $5 millones de parte del vicepresidente de Lipigas, Jaime García Rioseco, y dos depósitos de uno de los directores de Lipigas, José Miguel Barros Van Hovell Tot Westerflier, por $5 millones cada uno, es decir, un total de $10 millones. [* RECTIFICADA: ver N de la R al final de la nota]
Los aportes a Sichel son los más altos en la campaña y ya superan los $871 millones en total. Solo en estos pocos días de octubre, ha recibido más de $120 millones.
En la selecta lista del abogado de la PUC, otros nombres que destacan son el de Paola Assael Montaldo, una de las directoras de BancoEstado, que le aportó $5 millones, y Pablo Piñera, hermano del Presidente, quien le donó 1 millón de pesos.
Entre quienes fueron más generosos con la billetera, con aportes superiores a 10 millones de pesos, está Juan Pablo Cox Irarrázaval, que le traspasó a la campaña $12 millones. Cox aparece como socio y gerente de desarrollo, administración y finanzas de Wood Inmobiliaria. Se le suma Juan Agustín Vial Claro, que le donó $10 millones, y quien aparece como parte de Inversiones Chercán Ltda. y de Agrícola Río Pangal SpA. El expresidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, se incorporó con $10,5 millones.
Sus dos mayores aportantes en dinero son un padre e hijo: Tomás Müller Sproat, fundador de Altis –una de las administradoras que llevó el fideicomiso ciego del Presidente Piñera el 2010– y exembajador de Chile en Reino Unido, le aportó $14.550.000. Su hijo, Tomás Müller Benoit, director de Plaza S.A. –detrás de Mall Plaza–, le sumó $14 millones.
Los aportes económicos han sido un flanco constante para el abanderado presidencial, tanto por su cercanía con el gran empresariado como por el financiamiento de su pasado político, el que salió a relucir en un reportaje emitido por CNN-CHV y que involucraba al entonces candidato a diputado por la DC, Sebastián Iglesias, con pagos irregulares para el financiamiento de su campaña el año 2009.
Una vez conocido el reportaje, la tensión se hizo sentir en todo el arco oficialista. No era solo un golpe más a la ya alicaída campaña presidencial. En este caso, el actual postulante a La Moneda de Chile Podemos +, se instalaba casi automáticamente en la lista de políticos marcados por el tipo de delito que más fuerte golpeó a la política nacional años atrás y que obligó a reformar la Ley Electoral, con el fin de transparentar la ligazón con los intereses empresariales.
El reportaje fue otro golpe duro a la credibilidad de un candidato que aún no se levantaba de varios episodios que han ido horadando su carrera, sin respuesta suficiente para convencer de un eventual repunte. El haber escondido el retiro del 10 por ciento, su mal desempeño en ambos debates y una campaña que no ha logrado desarrollar prístinamente el equilibrio entre aquellos a los que representa y respecto a quienes busca pelear el segundo lugar en la carrera presidencial, sumado esto a un discurso antipolítico que no convence a los suyos –todos cuestionamientos provenientes desde el oficialismo–, significaba para muchos la noche del martes el fin de la competencia, como lo hicieron saber a través de diferentes chats internos.
Todo esto, faltando poco más de un mes para unas elecciones donde el sector sabe que se juega la vida, si no es en La Moneda, en el Parlamento. Y, tal como están las cosas, la degradada imagen que arrastra hoy su abanderado, más que aportar a las candidaturas, hoy solo resta, como explicitan en privado. “Síndrome Piñera”, le llaman.
En Chile Podemos + están conscientes de que se hallan en medio de una tormenta perfecta en contra de sus aspiraciones, con menos de un tercio en la Convención Constitucional, con un solo gobernador en todo el país, y con la pérdida de un alto número de municipalidades, incluyendo emblemáticas como Maipú, Ñuñoa, Santiago o Viña del Mar. Ante este escenario, las parlamentarias adquirieron el carácter de “vida o muerte”.
En los análisis internos ya se pondera la potencial pérdida de varios escaños en los próximos comicios, principalmente por la lógica de rebalse de un Gobierno y un Presidente con muy baja aprobación y alto rechazo. Ahora, para pesar de muchos –como indicaron–, se suma otra mochila a los candidatos ya desplegados: la imagen de un abanderado manchado por las “platas políticas”, lo que indefectiblemente van a tener que considerar en sus cálculos.
De esta forma, no extrañaron a muchos las diferentes opciones que se comenzaron a poner sobre la mesa, y una de ellas apuntó a que, si no se les abren las puertas a los partidos en el comando, los esfuerzos iban a comenzar a desviarse hacia “salvar lo propio”, es decir, las candidaturas al Congreso.
Este jueves, en RN está agendada la sesión de fotos para la campaña, en la que está considerada la presencia del exdemocratacristiano. Pero luego de lo ocurrido, no hay claridad de cómo van a enfrentar esta situación, considerando que ya habrían recibido mensajes de diferentes postulantes al Parlamento en torno a que no querrían aparecer con su candidato presidencial. Una de las opciones que se barajaba era superponer a Sebastián Sichel en una especie de “cápsula” en la propaganda. Pero hasta el cierre de esta edición, el asunto no se había resuelto.
Y es que, pese a que públicamente se niega cada vez que se les pregunta, sabido y confesado es que tanto al interior de RN como de la UDI la desafección con la campaña, el candidato y su comando, es cada vez más profunda, y el cerrojo que le pusieron a la injerencia de las fuerzas políticas que sustentan a Sichel solo ha tornado más complejo el desarrollo de la misma. Ya sea a nivel de despliegue territorial, comunicacional, así como de bagaje político, no es raro escuchar que desde los partidos políticos, por cada error cometido por el exministro de Piñera, se apunte directamente a su comando, desligándose de sus responsabilidades, principalmente porque “no las tenemos”, puntualizan.
Luego de la cita que sentó a los líderes del comando con los dirigentes de Chile Podemos +, y donde se concordó seguir adelante, basados en la estrategia de la “victimización”, y apuntar las responsabilidades a la Democracia Cristiana –como quedó en claro en la vocería de Sichel y un impulsivo Juan José Santa Cruz–, no fueron pocos los que asimilaron aquello con “la orquesta del Titanic”. “No abandonamos, pero sabemos que nos hundimos”, confiesan en la coalición oficialista.
N. de la R.: El párrafo original de este reportaje -al igual que la bajada de esta nota- fueron rectificados, toda vez que el mencionado José Ignacio Laso Bambach -director de Gasco- no es aportante de la campaña, como él mismo lo precisó en una nota que hizo llegar a este medio. Quien sí aparece en la lista de aportantes a la campaña de Sichel es su hermano Jorge Laso Bambach, director general de la Clínica Universidad Los Andes.