Centenares de comunidades desde las costas de Arauco a Punta Arenas, la presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon, y otros once constituyentes de distintos pueblos originarios y colectivos políticos, fueron convocados por el VIII Congreso Lafkenche que se realizó recientemente en Toltén. La Convención Constitucional trabaja con un presupuesto y plazos predefinidos y tremendamente limitados. Estos recursos no alcanzan a resolver la complejidad que requiere un proceso participativo de esta magnitud. Ante dicha contingencia, el Congreso Lafkenche fue autogestionado con el apoyo de las comunidades locales y el municipio de Toltén, y se desarrolló con una metodología de organización popular indígena que ya lleva treinta años de experiencia. Fue un hito de empoderamiento popular indígena y, también, para el proceso actual de profundización de la democracia.
Guiados por el machi y los lonkos de las comunidades de Toltén, la presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon, y los constituyentes mapuche y coordinadores de comisión, Rosa Catrileo y Adolfo Millabur, conmemoraron, en torno a un rewe instalado en la arena, el cierre del VIII Congreso Lafkenche. A los convencionales mapuche los acompañaron también el constituyente aymara Luis Jiménez, la yagán Lidia González, la rapa nui Tiare Aguilera, el coordinador de la Comisión de Medio Ambiente Juan José Martin, Beatriz Sánchez, Manuela Royo, Ramona Reyes, Lorena Céspedes, Helmuth Martínez y dirigentes mapuche lafkenche de los territorios costeros desde Arauco a Punta Arenas.
Durante todo el fin de semana del 10 al 12 de diciembre, autoridades tradicionales, dirigentas y dirigentes, niños, niñas y jóvenes viajaron para encontrarse en las salas del Liceo de Toltén y trabajar distribuidos en grupos temáticos. Discutieron las propuestas de norma constitucional que ya se preparaban en los distintos territorios costeros y coordinaron la entrega oficial de sus planteamientos a la Convención Constitucional. Los constituyentes brindaron su apoyo, contestando preguntas y apoyando a los grupos en el lenguaje jurídico para la redacción de los artículos.
La Convención Constitucional trabaja con un presupuesto y plazos predefinidos y tremendamente limitados. Estos recursos no alcanzan a resolver la complejidad que requiere un proceso participativo de esta magnitud. Ante dicha contingencia, el Congreso Lafkenche fue autogestionado con el apoyo de las comunidades locales y el municipio de Toltén, y se desarrolló con una metodología de organización popular indígena que ya lleva treinta años de experiencia. Fue un hito de empoderamiento popular indígena y, también, para el proceso actual de profundización de la democracia.
Adolfo Millabur, constituyente de los escaños reservados para pueblos originarios e integrante fundador de la organización coordinadora del Congreso, Identidad Territorial Lafkenche, explicó que “lamentablemente el proceso de participación de la Convención no será el ideal y faltarán tiempo y recursos, pero las organizaciones de base llevamos décadas preparándonos para este momento. El Congreso ha sido siempre un esfuerzo por incidir en la concreción de cambios sustanciales y los de hoy podrían tener efectos concretos y positivos en las vidas de cada persona, cada pueblo y cada territorio del país. Es un paso cúlmine en este camino y fue muy bonito que tantos colegas constituyentes vinieran a acompañar el proceso”.
La presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon, añadió que “en las comunidades ya se sabe lo que es trabajar en condiciones de precariedad, se entiende que este proceso se ganó con muchas dificultades y que enfrenta grandes obstáculos. Pero aquí radica la posibilidad de definir que hacia el futuro estos procesos funcionen de mejor manera”.
Desde 2006, las comunidades mapuche lafkenche se reúnen cada dos años en el Congreso Lafkenche, un encuentro que itinera de costa en costa para definir y avanzar en metas de trabajo conjunto organizativo. En ese primer evento realizado en Valdivia, se acordó que no se lucharía por el reconocimiento en la Constitución de 1980, sino por una nueva Constitución que fuera democrática, plurinacional e intercultural.
“Los lafkenche hemos venido discutiendo el tema de la Constitución desde 2006, y qué mejor que en pleno proceso de redacción constitucional este congreso coordine la presentación de iniciativas de normas sobre los temas que afectan al pueblo mapuche: plurinacionalidad, interculturalidad, el principio del Itrofill Mongen (respeto entre todas las formas de vida), la autodeterminación y la autonomía, bajo los estándares internacionales de las Naciones Unidas”, explicó Millabur antes de concluir que “lo que queremos establecer con estas grandes definiciones y principios es una mejor convivencia entre todos los que vivimos en este territorio llamado Chile”.
La Identidad Territorial Lafkenche es una de las organizaciones mapuche que ha logrado una incidencia sustancial en distintos niveles. Millabur fue elegido primer alcalde mapuche en 1996 y hoy es su representante en la Convención Constitucional, tras participar en la creación de los 17 escaños reservados para los pueblos originarios. En 2008, lograron la publicación de la Ley N° 20.249 (llamada comúnmente Ley Lafkenche), que creó el Espacio Costero Marino de los Pueblos Originarios, y en 2009 consiguieron la aprobación de un decreto en el marco de la Ley General de Educación que implementa la enseñanza de lenguas originarias en las escuelas con un 20% de alumnado perteneciente a estos grupos.
“En plena consecuencia a las reflexiones y acciones que hemos venido desarrollando en estos casi 30 años de historia organizacional, nos hemos propuesto, una vez más, incorporar nuestro pensamiento en la historia de este país”, se lee en el documento final de los acuerdos tomados en esta edición del Congreso. Entre dichos acuerdos están: la presentación de propuestas de normas relacionadas con una lista de temáticas cuyos ejes rectores son los principios de Itrofill Mongen, Plurinacionalidad, Interculturalidad, Autodeterminación y Autonomía; y la entrega presencial de las mismas por parte de una delegación en el edificio del ex Congreso de Santiago, antes del fin de año de 2021.