«Tenemos que acostumbrarnos a esta nueva práctica política, fuera del cómodo ‘bibloquismo’ (dos bloques que compiten por el poder político, marcado en su momento por la Concertación y la Alianza) de los últimos 30 años, que hacía más predecible la política», dijo el doctor en ciencia política y director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno. En la elección de la nueva presidenta de la Convención Constitucional, María Elisa Quinteros, confluyeron las fuerzas independientes: Movimientos Sociales Constituyentes, Pueblo Constituyente, la Coordinadora Plurinacional y Popular, escaños reservados e Independientes No Neutrales. El Frente Amplio y Colectivo Socialista quedaron fuera. «Estamos en un nuevo ciclo político», dijo Moreno, apuntando a la elección de ayer.
El doctor en ciencia política y director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno, abordó la elección de la nueva mesa directiva de la Convención Constitucional, que estuvo marcada por la confluencia de fuerzas independientes y que concluyó con María Elisa Quinteros (Movimientos Sociales) y Gaspar Domínguez (INN) como presidenta y vicepresidente, respectivamente.
Lo que destrabó la extensa elección de la mesa directiva –que inició el martes, fue suspendida en la madrugada del miércoles, y se retomó en la tarde del mismo día– fue la unión de votos entre Movimientos Sociales Constituyentes, Pueblo Constituyente, la Coordinadora Plurinacional y Popular, escaños reservados e Independientes No Neutrales. Confluencia que dejó fuera al Frente Amplio y Colectivo Socialista.
«Lo que se consiguió ayer fue sin los partidos políticos», dijo Moreno en conversación con El Mostrador en La Clave.
«Si nos fijamos en la conformación de la Convención, los perfiles que tenían quienes asumieron esta tarea, evidentemente no era posible linealmente volver a plantear que había aquí dos bloques, un bloque de derecha y un bloque de izquierda», sostuvo.
«Tenemos que acostumbrarnos a esta nueva práctica política, fuera del cómodo ‘bibloquismo’ de los últimos 30 años, que hacía más predecible la política. Ese ‘bibloquismo’ terminó de morirse en la elección del mes de noviembre, del 21 de noviembre, en la elección de diputadas, diputados, senadores y senadoras», añadió.
En esa línea, manifestó que «estamos en un nuevo ciclo político, y el nuevo ciclo político expresó no solamente el cambio de los sujetos que van a conducir el Poder Ejecutivo (…), también la Convención es la expresión de ese nuevo ciclo político y la elección del día de ayer de María Elisa Quinteros y Gaspar Domínguez (…). Estamos entrando fuertemente en este nuevo ciclo político, marcado por nuevos sujetos, por nuevos temas».
El doctor en ciencia política expresó que «va a costar más construir acuerdos, pero son parte de un proceso que estamos comenzando a observar». Aún así, desdramatizó la imagen de «dificultades» que, según él, se ha instalado para los acuerdos que deberá tomar el órgano constituyente de cara a la redacción de normas, cuyo quórum de aprobación es de 2/3.
«Sobre temas como el agua, regímenes de Gobierno, expansión de los derechos sociales, hay mucho acuerdo, se va a poder avanzar rápido en los próximos días», sostuvo.
El director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central también abordó la gestión de Elisa Loncon y Jaime Bassa en la mesa directiva de la Convención y los desafíos que tendrá la dupla Quinteros-Domínguez.
«Lo que le tocó a Loncon-Bassa fue un proceso de instalación, de generar las confianzas (…) en un grupo que tiene mucha diversidad, 105 convencionales son independientes, muchos militantes del activismo. Aquí hay que seguir trabajando, por parte de Quinteros y Domínguez, en una lógica de trabajo colaborativo», sostuvo.
Otro desafío al que apuntó Moreno es el tiempo restante para redactar la nueva Constitución, que expira en seis meses. «Tienen que seguir dándole continuidad a esa confianza que permita avanzar rápido, incorporar a sectores como del actual oficialismo, sectores de la derecha, que tienen que también empezar a actuar con cierta perspectiva (…), mirando cuál será el aporte que van a hacer ellos», expresó.
El analista político también profundizó sobre los convencionales de derecha. «Esperaba que gente de RN o Evópoli, pudiera haber servido de puente, como Larraín, Monckeberg (…), y no lo hicieron».
«La derecha ha jugado un rol que no ha estado en la altura, y probablemente esta idea de parapetarse en el rechazo, como algunos ya lo están planteando, sea también una estrategia equivocada (…). Desde ya adelantar que van a estar por el rechazo me parece que no es entender tampoco este cambio de ciclo», dijo.