Con algunas marchas puntuales en varias ciudades del país, Chile celebró este domingo su primer Día Internacional del Trabajador en las calles tras dos años de conmemoraciones virtuales por la pandemia. En la conmemoración participó la ministra Jeanette Jara, quien aprovechó la oportunidad para adelantar que mañana se inicia la tramitación de la propuesta del Ejecutivo en la Cámara de Diputados y que ingresa con suma urgencia. La titular del Trabajo y Previsión Social precisó que «es evidente que esperamos que pueda ser una tramitación lo más rápida posible, considerando que viene precedida de dos acuerdos: por un lado con el mundo de los trabajadores y trabajadoras, y por otro lado, con las MiPymes». En la instancia también participó la presidenta de la Convención Constitucional, María Elisa Quinteros, quien hizo un llamado a respaldar el proceso constituyente que vive el país. Igualmente estuvo presente el líder de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), David Acuña, quien destacó la marcha por los derechos laborales, dado que «después de dos años estamos encontrándonos en las calles, estamos mirándonos las caras y estamos abrazándonos fuertemente».
El reclamo de la congelación de los precios, la reforma al sistema de pensiones o el aumento del sueldo mínimo fueron algunos los principales reclamos del encuentro más masivo de este domingo, convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), que reunió a medio centenar de personas en el centro de Santiago.
La marcha comenzó en la céntrica Plaza Italia y se extendió por la Alameda con escasa presencia de funcionarios policiales, culminando con un espectáculo musical y un evento en el que participaron varias autoridades.
La ministra de Trabajo, Jeanette Jara, anunció que la subida del salario mínimo de 350.000 pesos a 400.000 pesos -propuesta por el Ejecutivo hace semanas- empezará a regir con carácter retroactivo desde este domingo, en caso de aprobarse en el Parlamento.
«Sin duda, el Congreso tiene todas las facultades para hacer la discusión, pero creemos que es una buena señal avanzar rápidamente porque esta es una medida muy necesaria para la vida de las personas», agregó.
Con todo, la ministra Jara indicó que «rige a contar del primero de mayo, es decir, aunque se demore unos días en la tramitación, su efecto va a ser retroactivo en cuanto a la primera alza de los $30.000 y la siguiente alza que va a ser al primero de agosto de $20.000 más, cumpliendo así el compromiso del primer escalón en $50.000 de nuestro Gobierno».
También participó la presidenta de la Convención Constituyente, María Elisa Quinteros, quien hizo un llamado a respaldar el proceso constituyente que vive el país, que comenzó el año pasado como una respuesta a las masivas protestas por la igualdad de 2019.
«Ya podemos decir que la nueva Constitución consagra que Chile es un Estado social y democrático de derecho y, con esto, vamos dejando atrás la idea de un Estado con un rol subsidiario», afirmó sobre la nueva Carta Magna, que está en proceso de redacción y que todavía debe ser aprobada en un plebiscito de salida.
Por su parte, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), David Acuña, destacó la marcha por los derechos laborales, dado que «después de dos años estamos encontrándonos en las calles, estamos mirándonos las caras y estamos abrazándonos fuertemente».
«Estamos felices, es un día especial y particular: después de dos años de encierro, reencontrarnos nuevamente acá es muy significativo», puntualizó el líder de la CUT.
Finalmente, indicó que esta manifestación permite además «reconocer la labor de muchos compañeros y compañeras como los trabajadores de la salud, del comercio y del transporte, que fueron fundamentales en esta pandemia».
La marcha se desarrolló en un ambiente pacífico aunque se registraron disturbios y un encontronazo puntual en el céntrico barrio de Estación Central, entre un grupo de manifestantes y varios comerciantes que dejó dos heridos de bala, según confirmó el Gobierno.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, lamentó que hayan personas heridas por armas de fuego, «particularmente —especificó— en un día como hoy, donde hay movilizaciones que son legítimas y naturales, y donde hechos delictuales tienden a empañar de manera muy grave un día que debía ser de conmemoración de los derechos y de la lucha de los trabajadores».
Pese a que volvieron las manifestaciones a las calles, la estampa distó mucho de anteriores celebraciones del 1 de mayo, que antes de la crisis sanitaria convocaban a miles de personas de norte a sur del país.
Chile, que lleva un mes con la pandemia bajo control y una positividad en torno al 5 %, tiene ahora menos restricciones que nunca desde la llegada del virus, con la posibilidad de realizar eventos masivos y sin la obligatoriedad de usar mascarillas al aire libre.