Opinión
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En el sistema privado, en el mes de marzo de este año se pagaron 964.378 pensiones autofinanciadas con un valor promedio de $365.000, considerando en esto el aporte previsional solidario o pensión garantizada universal (informado por Superintendencia de Pensiones). El total incluye las pensiones autofinanciadas a través de las AFP, como también Rentas Vitalicias por medio de las respectivas compañías de seguros.
Nuestras autoridades han declarado su voluntad de “nivelar hacia arriba” las pensiones de los chilenos. El contexto de estas declaraciones ha sido el cuestionamiento de las pensiones de las Fuerza Armadas, dejando ver que esta es la condición a la cual debemos aspirar. ¿Tiene sentido para Chile esta afirmación? A continuación, se colocarán algunos números para ver cuánto de realismo hay en esto.
En el sistema privado, en el mes de marzo de este año se pagaron 964.378 pensiones autofinanciadas con un valor promedio de $365.000, considerando en esto el aporte previsional solidario o pensión garantizada universal (informado por Superintendencia de Pensiones). El total incluye las pensiones autofinanciadas a través de las AFP, como también Rentas Vitalicias por medio de las respectivas compañías de seguros.
En este caso, para las pensiones de vejez los hombres deben tener 65 años y las mujeres 60 años de edad, quienes han tenido un promedio de 40 años de trabajo e idealmente cotizando el 10% de su renta imponible.
Ahora bien, si nivelar hacia arriba implica aproximarnos al sistema de pensiones de las Fuerzas Armadas, por lo menos, habría que considerar los siguientes beneficios que estos tienen actualmente:
En estos términos, se da el caso que profesionales menores de 40 años tendrían pensiones equivalentes a $1.200.000 mensuales y por el resto de su vida. Habrían trabajado 18 años con un sueldo promedio en su carrera de $1.250.000 y recibirían pensión por un valor similar durante 44 años (expectativa de vida de 84 años). Esto es un costo para el Estado de $613.000.000 por trabajador.
Además, al igual que en las FFAA habría que permitir las recontrataciones de los funcionarios públicos pensionados en cualquier institución del Estado y también la denominada rejubilación, incrementando proporcionalmente la pensión.
Si “nivelar hacia arriba” significa tomar como referencia las pensiones de la Fuerzas Armadas, entonces la propuesta no tiene destino alguno: para igualar a los chilenos, lamentablemente la cuentas no dan.
