Opinión
En Chile existen zonas que concentran actividades industriales contaminantes, que aparecen regularmente en los medios de prensa nacionales por eventos de intoxicación masiva, recordando la deuda de Chile con quienes habitan en estas comunas, que se ven obligadas a convivir con contaminación, malestar, enfermedades y privación de niños y niñas de salir a jugar al aire libre y de ir a estudiar. El Presidente ha señalado que su Gobierno busca avanzar en acabar con las zonas de sacrificio, y la ministra del Medio Ambiente ha sostenido su anhelo de ser el primer Gobierno ecológico del país. Para hacerlo, no requieren esperar una nueva Constitución ni ingresar un nuevo proyecto de ley al Parlamento.
La Ley de Bases del Medio Ambiente, promulgada en 1994, materializa en la legislación el derecho constitucional de vivir en un medio ambiente libre de contaminación, la protección del medio ambiente, la preservación de la naturaleza y la conservación del patrimonio natural. A pesar de existir en la Constitución de 1980 la referencia explícita en la que se señala que para proteger el medio ambiente la ley podrá establecer restricciones específicas al ejercicio de determinados derechos, lo cierto es que en Chile existen zonas que concentran actividades industriales contaminantes, que aparecen regularmente en los medios de prensa nacionales por eventos de intoxicación masiva, recordando la deuda del país con quienes habitan en estas comunas, que se ven obligadas a convivir con contaminación, malestar, enfermedades y privación de niños y niñas de salir a jugar al aire libre y de ir a estudiar.
El Presidente ha señalado que su Gobierno busca avanzar en acabar con las zonas de sacrificio, y la ministra del Medio Ambiente ha sostenido su anhelo de ser el primer Gobierno ecológico del país. Para hacerlo, no requieren esperar una nueva Constitución ni ingresar un nuevo proyecto de ley al Parlamento.
La Ley 19.300 contempla, en su Art. 25 quinquies, que si existe una variación sustantiva en las variables de seguimiento ambiental de un proyecto con RCA, esta podrá ser revisada, excepcionalmente, de oficio o a petición del titular o del directamente afectado, cuando, ejecutándose el proyecto, las variables evaluadas y contempladas en el plan de seguimiento sobre las que se establecieron condiciones o medidas, hayan variado sustantivamente en relación con lo proyectado, o no se han verificado. El objeto de este procedimiento es adoptar las medidas necesarias para corregir dichas situaciones.
La información para evaluar si existe variación sustantiva en relación con lo proyectado en las variables de seguimiento ambiental está en manos de las autoridades ambientales, siendo estas el SEA y la SMA. Actualmente, se está revisando la RCA de la Central Termoeléctrica Angamos, en la bahía de Mejillones. Se demostró, de acuerdo a la información pública, la desaparición de especies bentónicas y pérdida de biodiversidad, variación en características físicas de los sedimentos del fondo marino, incremento en el pH del agua, incremento en la temperatura del fondo marino, disminución del oxígeno disuelto e incremento en la concentración de cloro residual, además de la variación en la regulación asociada a las emisiones de gases con efecto invernadero en el país.
Es urgente que los discursos se materialicen en acciones que descontaminen el aire y los mares de quienes han debido soportar la indolencia de gobiernos anteriores. Las herramientas para avanzar en esa línea existen y requieren la voluntad política del Gobierno.
