Desde el Salón de Honor del Congreso Nacional, en la Región de Valparaíso, el Presidente Gabriel Boric comenzó dando un contexto histórico a los 5 ejes que marcaron su discurso de poco más de dos horas. En concreto, recordó las distintas matanzas del pasado que fueron por una «vida digna» y las causas del estallido social. En cuanto a los ejes, se centró en derechos sociales, mejor democracia, justicia y seguridad, crecimiento inclusivo y medio ambiente. Entre los anuncios que realizó, dijo que la reforma previsional será ingresada en agosto; ratificó su voluntad de condonar la deuda estudiantil; en materia de seguridad, anunció la reforma a Carabineros, «la que es para la institución, no en contra de ella», y la búsqueda total de la prohibición de la tenencia de armas, sin dejar de tocar el Estado de Excepción en La Araucanía y el Biobío; un plan nacional de trenes, incluida una ruta Santiago-Valparaíso, y celebró la ratificación del Acuerdo de Escazú. «Sé también que para lograr estos objetivos no basta con el esfuerzo de una persona: somos todos los aquí presentes, somos todas las personas que habitamos este Chile que tanto queremos, las llamadas a transformar nuestra realidad. ¡Confiemos en nosotros! Tenemos una oportunidad histórica. Y tengo la certeza que cumpliremos esta tarea», cerró.
En una jornada que partió con retraso -la ceremonia comenzaba a las 11:00 horas-, el Presidente Gabriel Boric dio cuenta a la ciudadanía de sus primeros 82 días al mando del país, casi dos meses marcados principalmente por polémicas y por pocos anuncios o avances concretos.
Desde el Salón de Honor del Congreso Nacional, en la Región de Valparaíso, el Mandatario comenzó dando un contexto histórico a los 5 ejes que marcaron su discurso de poco más de dos horas. En concreto, recordó las distintas matanzas del pasado que fueron por una «vida digna».
«Las esperanzas populares por mayor justicia en más de una ocasión han sido opacadas, e incluso ahogadas a sangre y fuego, y esta es una historia que también tenemos el deber de contar. Es lo que pasó en 1851 y en 1859, cuando los deseos de las regiones, desde Copiapó a Concepción, de lograr mayor igualdad y autonomía, fueron acallados por la fuerza de las armas. También en 1907 en Iquique, Forrahue en 1912, 1920 en Punta Arenas o Ranquil en 1934, cuando obreros, campesinos o mapuche indistintamente fueron asesinados a mansalva por defender su derecho a una vida digna. Y más cercano en nuestra memoria durante la dictadura entre 1973 y 1990, donde la prisión, la tortura, la muerte y el exilio se impusieron a quienes pensaban distinto», dijo. Después agregó que «hace solo tres años, las muertes de Manuel Rebolledo, Alex Núñez, Romario Veloz y Cristian Valdebenito en el marco del estallido social, nos obligaron a recordar que en nuestro país hay ocasiones en que protestar se termina pagando con la vida. Y no lo podemos seguir permitiendo. Verdad, justicia, memoria, reparación y no repetición son nuestros compromisos como gobierno».
Precisamente, el estallido social fue otro de los contextos dados por el Presidente Boric, recordando las causas y calificándolo no como un «hecho aislado», sino como «una explosión de múltiples malestares y descontentos que fueron ignorados o minimizados por décadas».
«Hoy tenemos una oportunidad de recomponer las confianzas entre el pueblo y sus instituciones, de hacernos cargo de estas urgencias. A ello estamos abocados como gobierno», añadió.
Antes de anunciar los distintos anuncios en las carteras, el Presidente Boric, con su objetivo de descentralizar el país, dio como primer anuncio la reconstrucción definitiva de las escuelas de Juan Fernández y Monte Patria.
Ya en materia más de fondo, centró su discurso en 5 ejes principales: derechos sociales; mejor democracia; justicia y seguridad; crecimiento inclusivo; y medio ambiente.
En el primer punto, hizo referencia a la reforma de pensiones, donde el compromiso del Gobierno es que cada persona de 65 años o más tenga una pensión básica garantizada por el Estado de $250 mil. Para esto, se presentará el proyecto de reforma previsional para el mes de agosto. También se creará un fondo universal de salud y la disminución del copago para los fondos C y D de Fonasa, beneficiando a más de 6 millones de personas.
También se anunció la construcción de más de 260 mil viviendas para los próximos 4 años, y de más de 60 mil para este año, junto a la creación de un mecanismo de arriendo a precio justo y la implementación de la política “construyendo barrios”; en materia de educación, el plan “seamos comunidad” busca enfrentar de modo integral los efectos que sobre las comunidades educativas generó la pandemia.
En educación, el Mandatario reafirmó su voluntad de condonar la deuda educativa (el CAE), y de avanzar hacia una fórmula que permita resolver la deuda histórica a los profesores. Y en trabajo, recordó el proyecto que busca aumentar el sueldo mínimo, anunció la tramitación de la iniciativa de reducción de la jornada laboral a 40 horas.
En el eje «mejor democracia», el Jefe de Estado anunció el lanzamiento de la estrategia nacional de integridad pública; la promoción del gobierno feminista y un conjunto de medidas de apoyo e inclusión de niños, niñas y adolescentes, personas mayores, diversidades sexogenéricas, pueblos originarios y población migrante, además de reafirmar su compromiso con los Derechos Humanos y con una Agenda Integral de Verdad, Justicia y Reparación a víctimas en el contexto del estallido social, la cual contempla «reformular los programas de salud para víctimas y aumentar las pensiones de gracia», señaló el Presidente Boric.
En el área de justicia y seguridad –temática que había sido adelantada antes de la Cuenta Pública por la vocera Camila Vallejo–, el Mandatario partió expresando su preocupación por el incremento de situaciones de violencia y de delincuencia, que, a su juicio, responden a causas profundas pero «que requieren respuestas urgentes».
Para enfrentar dichas situaciones, junto con la reforma de Carabineros, la que «es mejorar la seguridad del país, y es renovar una institución que cumple un rol fundamental en el Estado. La reforma es por la institución y no en contra de ella», el Presidente anunció medidas legislativas y la movilización de recursos que permitan el fortalecimiento de la labor preventiva de las policías.
El conflicto en la zona de La Araucanía, Biobío y Los Ríos fue un tema aparte de la Cuenta Pública. Al respecto, se anunció el fortalecimiento y reformulación del Programa de Apoyo a Víctimas de Violencia Rural, además de una fuerte inversión en la Frontera Norte en el marco del Plan Nuestro Norte.
«La violencia armada no será tolerada en nuestro país. Nuestro Programa Menos Armas, Más Seguridad propone la limitación radical de su acceso legal. Desde ya, 21 solicito a este honorable Congreso todo el apoyo para aprobar una ley que nos permita avanzar hacia la prohibición total de tenencia de armas y que al mismo tiempo fortalezca la institucionalidad a cargo de la fiscalización. De igual forma, y en conjunto con las instituciones policiales, vamos a incrementar las fiscalizaciones para desbaratar las organizaciones dedicadas al tráfico de armas ilegales. Chile sin armas es un Chile más seguro», agregó el Mandatario.
También anunció una Política Nacional Contra el Crimen Organizado: «Destinaremos 3.000 millones de pesos del presupuesto 2022 para su prevención, control y persecución. Hemos priorizado un paquete legislativo que permitirá aumentar la efectividad de la persecución penal del crimen organizado que incluye mejorar las técnicas de investigación, enajenación temprana, fortalecimiento de capacidades de la Unidad de Análisis Financiero y la actualización de la tipificación de la asociación ilícita. Para combatir el crimen organizado, en septiembre de este año presentaremos las indicaciones que reformularán el proyecto de ley que fortalece y moderniza el sistema de inteligencia del Estado».
En esta área cerró mencionando que «desgraciadamente» y debido a los hechos de violencia, tuvo que volver a implementar el Estado de Excepción. «Estoy consciente que esta medida no resuelve el problema de fondo, el cual estamos abordando mediante una política integral de compra de tierras y reconocimiento antes detallada, pero como Presidente de la República tengo el deber de utilizar todas las herramientas jurídicas para garantizar la seguridad de la población», dijo.
El cuarto eje mencionado por el Primer Mandatario fue el crecimiento inclusivo, con un énfasis en la Política Nacional de Zona Extremas, sumando a la Provincia de Palena, Cochamó y la Región de Tarapacá; se completará la transferencia de competencias a Gobiernos Regionales; 19 mil familias serán beneficiadas acondicionando térmicamente sus viviendas; anunció el Plan Nacional de Desarrollo Ferroviario, entre los que se encuentra el esperado tramo Santiago-Valparaíso; se creará la Empresa Nacional del Litio; se trazará una política de desarrollo de las mipymes y las cooperativas; y un compromiso con la descentralización, agua y seguridad alimentaria.
Finalmente, en el eje de medio ambiente, celebró la ratificación del acuerdo de Escazú, la promulgación de la Ley Marco de Cambio Climático; establecer una Política Exterior Turquesa, «con un foco ‘verde’ en la protección de la biodiversidad, y uno ‘azul’ en la protección de los océanos», explicó el Mandatario; la creación de Consejos de Cuenca en cada región y fortalecer los planes de recuperación de zonas afectadas ambientalmente.
«Miembros de este Congreso. Chilenos y chilenas. El mundo necesita a Chile. Las tendencias hacia la electromovilidad, la exploración de nuestros cielos, las energías verdes, el turismo sustentable en la naturaleza, la extensión de nuestras costas, nuestra ubicación en el Pacífico, nuestra variedad de climas y por productiva, junto con la creatividad y coraje de nuestros habitantes, nos hacen tener oportunidades como nunca antes para dar el salto definitivo al desarrollo inclusivo», dijo al cierre de su extenso discurso.
«Sé también que para lograr estos objetivos no basta con el esfuerzo de una persona: somos todos los aquí presentes, somos todas las personas que habitamos este Chile que tanto queremos, las llamadas a transformar nuestra realidad. ¡Confiemos en nosotros! Tenemos una oportunidad histórica. Y tengo la certeza que cumpliremos esta tarea», cerró, para retirarse entre aplausos del Salón de Honor del Congreso.