La excoordinadora de la comisión de Medio Ambiente, ahora integrante de Normas Transitorias en la Convención Constitucional, y de Pueblo Constituyente, Camila Zárate, asegura con vehemencia, que si se permite que el actual Congreso siga en operaciones hasta 2026 y no se aumentan las restricciones para que los parlamentarios puedan realizar reformas constitucionales incluso antes de que estas se implementen es equivalente a meter la constitución a un Congelador. «Nos complica que dentro de cuatro años tengamos el mismo Congreso, que no tiene representatividad de escaños reservados ni paridad, y a su vez que sea finalmente el que, sin tener las mismas reglas que tuvimos nosotros, que fuimos electos para estas materias, pueda reformular la Constitución sin que ni siquiera se haya implementado.
Camila Zárate de Pueblo Constituyente y quien fue coordinadora de la comisión de Medio Ambiente y ahora integra la de Normas Transitorias, fue la última convencional que intervino en el debate de tres horas que antecedió a la votación el jueves del primer informe de normas transitorias votado por el Pleno.
“¿Por qué el Congreso actual va a tener la facultad de reformar la Constitución? ¿Por qué a esta Convención Constitucional se le impuso tomar las decisiones sobre las normas con 2/3 y al Congreso Nacional no se le pueden imponer las mismas reglas?”, dijo.
Ese día se rechazó la disposición transitoria que establecía el fin del Senado en 2026, también devolvió a la comisión el quórum que se buscaba aplicar al actual Congreso para reformas constitucionales, de 2/3.
Los colectivos claves para el rechazo de la norma que fijaba en 2025 las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias, y establecía que el total de senadores terminarían su mandato en 2026, incluyendo los 27 que fueron elegidos en 2021, fueron Pueblo Constituyente, la Coordinadora Plurinacional y Movimientos Sociales Constituyentes, además de la centroderecha.
“Estamos ahora en una posición distinta a cuando estábamos en las normas permanentes, porque ya no estamos simplemente hablando de cómo queremos el país, ahora ya derechamente estamos hablando de cómo los actuales poderes del Estado se hacen cargo de esta implementación”, aseguró Camila Zárate mientras trabajan desde el viernes los colectivos de la centroizquierda para presentar indicaciones en conjunto, el plazo es el lunes a las 23.59.
Acerca de la norma transitoria que busca establecer cómo el actual Congreso podrá reformar la Constitución, dijo que buscarán implementar la norma de reforma constitucional del borrador al actual Congreso, que dicta que para cambios en algunas normas sobre temáticas que alteren sustancialmente el régimen político, el diseño de los órganos legislativos, la forma de Estado Regional los principios y derechos fundamentales y el capítulo de reforma de la Constitución, necesitan de un referéndum ciudadano o del acuerdo de 2/3 de los órganos legislativos.
Además, explicó que desde Pueblo Constituyente están impulsando una disposición transitoria que establezca que para reformas constitucionales por el actual Congreso se sumen algunas temáticas al grupo que necesitaría referéndum o acuerdo de 2/3 como podrían ser los artículos referidos a bienes comunes naturales.
-¿Cuáles son a su juicio los riesgos de no llegar a consenso respecto de la norma que fija la transición desde el actual Congreso a los nuevos dos órganos legislativos y que la elaboración de la transición quede a manos del Congreso?
-Esto no es de vida o muerte en el sentido de que si no quedó una norma transitoria sobre este tema, no hay cómo hacer el tránsito. El mismo Congreso va a querer resguardar su mandato hasta el final, y yo creo que ahí va a haber también un rol importante que podría cumplir el Ejecutivo, en caso de hacer un llamado a elecciones.
-Con el rechazo de la mayor parte de los artículos presentados en el primer informe de Normas Transitorias, ¿cómo se han reiniciado las conversaciones al interior de la centroizquierda para la presentación de indicaciones que vence este lunes?
-Estamos ahora en una posición distinta a cuando estábamos en las normas permanentes, porque ya no estamos simplemente hablando de cómo queremos el país, ahora ya derechamente estamos hablando de cómo los actuales poderes del Estado se hacen cargo de esta implementación. Y ahí es donde entran en juego quienes tienen cupos en el Congreso, como quienes son parte del Gobierno. Por eso, en esta parte de la conversación la polarización entre los independientes y quienes forman de manera directa o indirecta, parte del poder constituido es mucho mayor, mucho más tensa.
-¿Qué problemas en específico encuentran en el inciso que establecía la transición desde el Congreso a los nuevos órganos legislativos y que fijaba para 2026 el término del mandato de los senadores?
-Hay un interés de renovación de la política, y eso debe incluir que los actuales senadores no sean los mismos que después se postulen a la Cámara de las Regiones, sino se tergiversa el cambio sustantivo que estamos logrando. La normativa como estaba en la votación del Pleno no hacía ninguna excepcionalidad.
Pero, sobre todo, tiene que ver con que en esa normativa se establece que no habrá elecciones hasta 2026 en el caso del Parlamento, pero si ves todo el diseño político significa que tienes cuatro años en que el Congreso actual, si no se le establecen normativas respecto a reformas constitucionales, y a su vez mantienes vigente el derecho actual, básicamente estás congelando la Constitución cuatro años o cinco años, y a su vez también estás permitiendo su reformulación completa. Por eso para nosotros es importante que al momento que se apruebe uno de estos artículos se apruebe como un todo.
No tenemos problemas que se establezcan ciertos criterios de progresividad siempre y cuando se tenga sentido de urgencia, pero que el artículo tenga un diseño completo y no esté esto cercenado.
-¿Cuál es el sentido para Pueblo Constituyente que el actual Congreso tenga un quórum de 2/3 para reformas constitucionales cuando no han estado de acuerdo con este quórum al interior de la Convención Constituyente?
-La oposición a los 2/3 al interior de la Convención Constitucional tenía que ver con la dificultad que existía para poder lograr transformaciones más profundas debido a los sectores más moderados de la Convención.
Nos parece que, el actual Congreso que fue elegido con la intención de poder echar a andar la Constitución, para crear leyes, no fue elegido para reformular la Constitución, y por lo mismo no nos parece sea el que deba reformularla, más aún una Constitución que ni siquiera se ha empezado a implementar.
Esto está de la mano con el diseño político en general. Porque hasta ahora se nos ha solicitado, que a diferencia de muchos otros países que se llama a elecciones inmediatas, en este caso se nos ha solicitado que esperemos cuatro años. Entonces vamos a tener cuatro años de un Congreso para el cual no establecemos un quórum específico por el cual puede reformular la Constitución, y podría hacerlo por mayoría simple.
-El borrador actual establece que en materias sobre régimen político, diseño de los órganos legislativos, forma de Estado Regional, principios y derechos fundamentales, entre otros, para reforma constitucional se debe hacer un referéndum ciudadano o conseguir el apoyo de los 2/3 de los órganos legislativos, ¿harían una norma transitoria sobre reforma constitucional para el actual Congreso?
-Nuestra idea es una formulación que diga que ciertas materias queden protegidas por referéndum o quórum de 2/3. Nosotros creemos que lo ideal sería que toda reforma constitucional por parte del actual Congreso, vamos a ver si es posible.
Porque qué pasa con estos acápites que finalmente no están protegidos por no ser parte del capítulo de derechos fundamentales, ni de principios, pero que, para el empresariado, por ejemplo, sería ideal volver a que los animales en vez de ser sujetos de especial protección vuelvan a ser bienes muebles, por lo mismo es que tenemos que ser capaces de ver una formulación que proteja esas reivindicaciones, o por lo menos que deje que se implementen.
Nos parece que la manera de proteger aquellos articulados que no se encuentran en los capítulos “Derechos fundamentales” y en “Principios”, como, por ejemplo, los bienes comunes naturales, los animales, los principios ambientales entre otras materias, es a través del establecimiento de una norma transitoria, que rija para el actual Congreso, en donde se fije un plebiscito para cambiar esas materias.
-¿Qué artículo clave para ustedes no es parte de las temáticas que necesitan de un referéndum o 2/3 en el borrador de la Constitución?
-Podría ser que por mayoría simple se cambie la regulación de la nueva Constitución de inapropiabilidad del agua, y retrotraemos esta demanda histórica que logramos cambiar, a esta figura, por ejemplo, de que existe propiedad sobre los derechos de aprovechamiento, que ahora les llamaremos autorizaciones, pero podría ser que el actual Congreso diga respecto a las autorizaciones, resulta que también hay un derecho privado.
-¿Cuáles son las mayores preocupaciones de cara a las votaciones?
-El diseño como hoy día está planteado está prácticamente metiendo en un congelador la Constitución. Nos complica que dentro de cuatro años tengamos el mismo Congreso, que no tiene representatividad de escaños reservados ni paridad, y a su vez que sea finalmente el que, sin tener las mismas reglas que tuvimos nosotros, que fuimos electos para estas materias, pueda reformular la Constitución sin que ni siquiera se haya implementado. Eso nos parece más terrible que incluso tener que pensar en que tengan que usar un quórum de 2/3 que tampoco nos gusta.
-El convencional Marcos Barraza (PC) deslizó la idea de crear cláusulas que establezcan que los órganos que aún no se hayan implementado no puedan ser reformados. ¿Estaría Pueblo Constituyente de acuerdo con esta idea? ¿Ha sido parte de las conversaciones?
-Es parte de nuestra postura. Tendríamos que entrar a conversar si ese planteamiento en específico tendría apoyo. Como Pueblo Constituyente estamos abiertos a generar mecanismos que permitan que el Congreso actual no modifique la Constitución a modo de retrotraer las grandes reivindicaciones que logramos plasmar en el borrador. Y en ese sentido estamos abiertos a ver todas las fórmulas que sean necesarias para lograr ese objetivo.
-El artículo 2, que ustedes rechazaron, establece que los órganos del Estado deberán adecuar su normativa conforme a lo establecido en la nueva Constitución dentro de un plazo no mayor a cinco años desde su entrada en vigencia. ¿Por qué votaron en contra?
-El artículo 2 dice que nada queda expresamente derogado o modificado hasta que expresamente el legislador por una adecuación normativa, o la Corte Constitucional así lo declare. Ese es el problema fundamental. Congela el actuar de la Constitución de pleno derecho como un cuerpo normativo que tiene efectos jurídicos persé, a que haya estas expresas derogaciones o expresos cambios normativos que no sabemos cuánto van a demorar.
¿Estarían por establecer otra cantidad de años?
-Nos parece que debería ser menor y hemos pensado en tres años. Nosotros los independientes no somos parte ni del actual Gobierno ni del Congreso, entonces tenemos nuestro legítimo derecho a desconfiar de la institucionalidad actual, porque si no fuera por esa desconfianza no estaríamos acá. Y en esa desconfianza que tenemos quienes venimos de los movimientos podemos pensar, que si no hay voluntad política podría perfectamente ocurrir que no suceda nada en cinco años, nada de la Constitución empieza a auto ejecutarse en esos cinco años, porque hay que esperar que el legislador formule las leyes, esperar que la Corte Constitucional exista y que declare algo derogado expresamente.
Y a su vez tienes un Congreso que podría reformular todo. Entonces el diseño, para al menos quienes somos independientes y vemos esto desde afuera porque no somos parte de la institucionalidad, la verdad es que el riesgo era muy grande. Y por eso no podíamos aprobar estos artículos el día de ayer.