Mediante una declaración pública, el senador DC, Francisco Huenchumilla, cuestionó la idea de generar un “Plan B” frente al borrador de la nueva Constitución que han levantado parlamentarios de la derecha tras los consejos generales de los partidos de Chile Vamos (RN, UDI, Evópoli). “Este plan es un disfraz del Rechazo; bajo su apariencia se envuelve el Rechazo con papel couché. Es el Rechazo disfrazado. No estoy disponible para este Plan”, señaló el legislador. Para Huenchumilla, se trata de una “acción encubierta” para resguardar los principales puntos de la Constitución de 1980, “específicamente el modelo económico que fue el causante de los abusos y desigualdades que gatillaron el estallido social”. A su vez, el senador DC fue claro en señalar que el 4 de septiembre solo existen dos escenarios: Apruebo o Rechazo. “Será el ejercicio de la soberanía popular y se respetarán los resultados. Y espero que el juicio recaiga sobre el contenido y no sobre el proceso”, puntualizó. Dejando al descubierto la maniobra, Huenchumilla hizo un llamado directo a la centroizquierda a no caer en el gatopardismo: «Es preocupante que sectores de la centroizquierda se compren esta operación de la derecha, que quiere atraer gente al Rechazo bajo la promesa de que ‘AHORA SÍ’, los que se opusieron durante 30 años a los cambios, estarían disponibles, naturalmente, con su poder de veto recuperado».
El senador de la Democracia Cristiana, Francisco Huenchumilla, se refirió este domingo a la postura que tomó Chile Vamos sobre inclinarse por la opción del Rechazo en el plebiscito de salida del 4 de septiembre, planteando la opción de un «Plan B» frente al texto de nueva Constitución que aún no se encuentra finalizado.
Cabe recordar que este sábado recién pasado (4 de junio) se realizaron los consejos generales de los partidos que componen Chile Vamos (UDI, RN, Evópoli), en donde señalaron que estarán apoyando la opción del Rechazo, buscando una estrategia que conecte con las personas en caso de que esta opción gane en el plebiscito de salida.
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Frente a este escenario, el senador Huenchumilla –mediante una declaración pública– comenzó indicando que «he visto a parlamentarios de distintos signos plantear lo que llaman un ‘Plan B’. Este plan es un disfraz del Rechazo; bajo su apariencia se envuelve el Rechazo con papel couché. Es el Rechazo disfrazado. No estoy disponible para este Plan».
«Si algunos o algunas están por el Rechazo están en su derecho, pero que no nos traten de pasar gato por liebre. Este es un llamado a la gente para que vote tranquila por el Rechazo, porque esa alternativa contendría implícitamente una solución: el Plan B. El Rechazo no sería un salto al vacío, porque habría un Plan B que ofrecen estos parlamentarios, y que según han manifestado sería su disponibilidad para hacer una nueva Constitución inmediatamente; claro que, ahora sí, con otras reglas y formas», agregó.
En este línea, el legislador enfatizó lo siguiente: «¿Qué credibilidad puede tener una fórmula que llama a votar Rechazo, y la simple promesa de un cambio constitucional futuro?», añadiendo que «este cambio, ¿sería un nuevo acuerdo cupular para que todo cambie, pero nada cambie, al estilo gatopardo?».
Huenchumilla enjuició a los parlamentarios que se han «acoplado» a esta idea. «La centroizquierda y la derecha debieran tener presente que lo que está en juego en este proceso, es si vamos a mantener o no el modelo social, económico y político implantado en la Constitución de la dictadura, o vamos a transitar hacia a una democracia moderna con un Estado democrático de derecho y con una economía social y ecológica de mercado, al estilo europeo, dejando atrás el neoliberalismo individualista de los Chicago Boys», aseguró.
Para el falangista, está estrategia no es más que una «operación encubierta» por parte de la derecha, reafirmando la tesis de Jaime Guzmán, de «que cualesquiera sean las circunstancias, ‘nuestros adversarios no harían algo distinto’ a lo que ellos mismos harían».
«Esta es una ‘operación encubierta’ de la derecha, que ya acordó oficialmente votar por el Rechazo para, producir este resultado, recuperar su poder de veto y mostrarse proclive a los cambios, con una cara de ‘buenismo’; pero que estos sean de tal entidad, que resguarden los elementos centrales de la Constitución del 80, y específicamente el modelo económico que fue el causante de los abusos y desigualdades que gatillaron el estallido social», complementó.
El parlamentario por la Región de La Araucanía mostró preocupación respecto a parte de la centroizquierda que está de acuerdo con este plan de la derecha, que para él simplemente es atraer gente al Rechazo «bajo la promesa de que ‘AHORA SÍ’, los que se opusieron durante 30 años a los cambios, estarían disponibles».
«La derecha le está pidiendo al país un acto de fe. ¿Por qué habríamos de creerle? El 4 de septiembre existe el Apruebo o el Rechazo. No hay otras alternativas», sostuvo Francisco Huenchumilla.
El senador dijo confiar en que será un proceso sin trampas ni cartas marcadas, en que será la soberanía popular la que decidirá el futuro del país, esperando que el juicio sea sobre el contenido y no el proceso.
En caso de ganar la opción del Rechazo, el democratacristiano puntualizó que «espero que todas las fuerzas políticas estén disponibles para, con sentido de Estado, trabajar para dar gobernabilidad, estabilidad y continuidad al proceso de cambios dentro de la institucionalidad. Cada cual asumirá su responsabilidad, y la derecha tendrá la oportunidad de demostrar su credibilidad».
«Ahí se verá cuál es el mejor camino para ello. Yo, desde ya, rechazo el grupo de expertos, como redactores, sin perjuicio de su rol de asesoría; esa es una medicina que ya la probamos, y la última vez, quedamos vacunados», agregó.
En tanto, si el resultado del plebiscito de salida es favorable para la opción del Apruebo, el legislador indicó que «tendremos una inmensa tarea en construir la nueva arquitectura jurídica institucional en un texto complejo y difícil que nos podría tomar algunos años. Para ello, es clave y determinante lo que se establezca en las normas transitorias. Estas tienen un rol fundamental en lo que será el proceso institucional venidero, en orden a establecer gradualidad, con cambios que den certeza y confianza», concluyó.