Junto con señalar que tienen que ver si hay algún tipo de colaboración u otro tipo de anuencia por parte de los propios gendarmes, el Subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, planteó que la llegada de extranjeros a las cárceles chilenas es algo de lo que están pendientes, tras lo ocurrido en Santiago 1, pero que definitivamente es algo que «está cambiando la forma en que se convive en los penales». Según argumentó el funcionario de gobierno, aunque aclaró que tienen que evitar la estigmatización de las personas extranjeras, ya que siguen siendo menos que los condenados o detenidos chilenos, estos tienen «más organización, son mucho más desinhibidos, mucho más crueles, más decididos».
El pasado 26 de junio el Ministerio de Justicia informó el traslado de 42 reos -40 de nacionalidad extranjera y dos chilenos- de la cárcel Santiago 1 a otros recintos penitenciaros. Los sujetos estaban extorsionando a imputados primerizos, según constató el magistrado Fernando Guzmán tras una visita sorpresiva al Centro de Detención Preventiva.
Luego que el juez Guzmán dio cuenta de que existen organizaciones en Santiago 1 que realizan extorsiones y otros tipos de agresiones contra reos primerizos, las declaraciones del subsecretario de Justicia dan cuenta de que esta situación forma parte de los delitos que el crimen organizado comete frecuentemente en los penales.
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Consultado por La Tercera, Jaime Gajardo Falcón (PC), titular de la Subsecretaría de Justicia, señaló que «tenemos distintos tipos de delitos que están cometiendo estas bandas organizadas, o estas bandas de crimen organizado. Entre otros, por ejemplo, la extorsión a los propios internos y la comisión de delitos desde los establecimientos penitenciarios hacia el exterior, que puede ser de múltiples tipos».
«También la internación de drogas a los establecimientos penitenciarios, la internación de otros artefactos ilícitos, por ejemplo, equipos celulares y ciertos artefactos , armas blancas principalmente. Por ahora no hemos tenido antecedentes de otro tipo de armas que no sean armas blancas, pero estamos afinando las coordinaciones con la Inteligencia intersectorial, es decir, con Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI)», añadió Gajardo.
Tras lo descubierto en Santiago 1 sobre los reos primerizos, el funcionario del Ministerio del Justicia relató que le instruyó personalmente al director de Gendarmería, Sebastián Urra, que iniciara todas las investigaciones, «porque también tenemos que ver si hay algún tipo de colaboración u otro tipo de anuencia por parte de los propios gendarmes». El subsecretario Gajardo explicó que saber qué está permitiendo que pasen este tipo de situaciones al interior de los establecimientos penitenciarios, «es algo que lo vimos con el director de Gendarmería y queremos ser muy estrictos: no queremos que esto ocurra».
Y agregó: «lo hemos conversado con los gremios también, porque sabemos que las personas que trabajan en Gendarmería realizan una función muy compleja, en condiciones muy difíciles, y ahí también le hemos planteado que dentro de nuestro plan está trabajar en mejorar sus condiciones laborales».
Finalmente, junto con aclarar que tienen que evitar la estigmatización de las personas extranjeras, ya que siguen siendo menos que los condenados o detenidos chilenos, el Subsecretario de Justicia planteó que la llegada de extranjeros a las cárceles chilenas es algo de lo que están pendientes y «está cambiando la forma en que se convive en los penales». Según argumentó Gajardo, estos «tienen más organización, son mucho más desinhibidos, mucho más crueles, más decididos. Son bastante diferentes y eso estamos estudiando».