Después de una fase prelegislativa que tuvo al ministro de Hacienda, Mario Marcel, como principal interlocutor y encargado de la socialización de la reforma tributaria impulsada por la administración del Presidente Boric, este martes, en la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja, comenzará la tramitación del primer proyecto, el que representa cerca del 70% de los US$ 12 mil millones extras que se pretende recaudar. Con aprensiones y críticas tanto de la derecha como del sector empresarial, incluidos economistas como Juan Andrés Fontaine –quien considera que es una reforma «que debe cocinarse a fuego lento»–, comienzan a proyectarse las negociaciones con las distintas bancadas, oficialistas y de oposición, y que tendrán al titular de la Segpres, Giorgio Jackson, en un rol más preponderante, en pos de articular las fuerzas políticas para sacar adelante lo que, para el Gobierno, constituye la «piedra angular» que permitirá el financiamiento de las demás reformas incluidas en su programa.
Esta semana, en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputadas y Diputados, continuará la discusión sobre el primer paquete de medidas de la reforma tributaria impulsada por el Gobierno, cuyo primer proyecto de ley fue ingresado el jueves pasado a la oficina de partes de la Cámara Baja. Una propuesta para el Presidente Gabriel Boric es en realidad la de un pacto tributario que, a su juicio, resulta fundamental para el financiamiento de las otras reformas, como, por ejemplo, a los sistemas de pensiones o de salud. Desde el Ejecutivo consideran que se trata del pilar de su programa, donde esperan recaudar el 4,1% del PIB, progresivamente, en un plazo de cuatro años.
Cambios en los impuestos a la renta personal, restricciones a exenciones tributarias, medidas para combatir la elusión y evasión, la creación de un impuesto a la riqueza, la desintegración de sistemas y modificaciones al royalty minero. Estos son los ejes principales de una reforma que tiene –en principio– un cronograma de aplicación de cuatro años y que, además, contiene una serie de medidas que implicarán un giro estructural respecto del régimen tributario vigente, como la aplicación de un sistema dual que modifica por completo la forma de tributación –tanto de empresas como de accionistas– y el aumento del impuesto a la renta, que impactará a más de 200 mil contribuyentes de altos ingresos.
Desde el Ministerio de Hacienda proyectan que esta primera propuesta, que comenzará su trámite legislativo esta semana, representa cerca del 70% de los US$ 12 mil millones extras que busca recaudar en régimen este cambio estructural en materia tributaria. Una idea que en la derecha observan con cautela. A juicio del presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), «es 50% más grande que cualquier reforma anterior y supone un 20% más de impuestos que los que se pagan hoy, lo que significa el mayor aumento de impuestos que ha habido».
Precisamente, los parlamentarios de oposición fueron recibidos la semana pasada por el titular de Hacienda, Mario Marcel, donde conocieron, a grandes rasgos, el marco de todo este paquete de reforma tributaria. El propio jefe de las arcas fiscales y la subsecretaria, Claudia Sanhueza, han estado encargados de la socialización de la propuesta, tanto con el sector empresarial como con exministros de la cartera y bancadas parlamentarias del oficialismo, con quienes ha existido una «coordinación permanente». Además, tanto Marcel como Sanhueza han asistido en dos ocasiones a sesiones de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputadas y Diputados, un espacio que resulta fundamental, pues es el primer paso de tramitación de la reforma angular del Gobierno del Presidente Boric.
En tal sentido, la diputada de Convergencia Social (CS) e integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja, Gael Yeomans, proyecta que en las próximas semanas corresponde «conocer en detalle esta primera etapa parte por parte, dando la discusión de manera ordenada, viendo el impuesto a la renta y las modificaciones que se proponen, en primer lugar, escuchando. Para ello, el Gobierno ha sumado a invitados que van a exponer sobre esto y así, también, dar la discusión legislativa de manera ordenada, incorporando visiones, pero también haciéndose cargo de este tema serio y que requiere se abordado de esa manera en el debate de la comisión».
Sobre las posibles trabas que las bancadas parlamentarias de derecha podrían instalar en la tramitación de esta primera iniciativa de ley –haciendo más extensa su discusión en el Congreso–, el diputado y expresidente del Partido Liberal (PL), Vlado Mirosevic, considera que «es importante que ojalá logre el consenso necesario», donde –en su opinión–, en general, «la reforma ha sido bien recibida por los distintos sectores».
Según el parlamentario oficialista, se trata de una «reforma seria, donde el ministro Marcel da garantía de eso, por lo que esperamos que la derecha concurra. Ahora, en caso de que no lo hiciera, como ha sucedido en el pasado, donde la verdad es que la derecha siempre se ha restado de las grandes reformas, entonces, en ese caso necesitamos mayoría simple para que esto sea ley. Pero ojalá que sí exista un diálogo. La decisión del Gobierno es que esto sea con diálogo, y espero que los sectores empresariales y la derecha entiendan que lo que necesitamos es un nuevo pacto, después del estallido social, que sane la fractura social que tenemos en Chile. Esperamos que tengan conciencia de eso y que concurran a una reforma».
Por su parte, para el presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y Diputadas, Jaime Naranjo (PS), el proyecto que se comenzará a discutir en dicha instancia, abarca los puntos centrales y fundamentales de la reforma tributaria. Una propuesta que –a su parecer– es «realista y flexible» y que en ningún caso afectaría la inversión o frenaría el empleo en el país, que son las principales aprensiones de la derecha. Sin embargo, Naranjo adelantó que el trabajo de la comisión que preside estará enfocado en algunos contenidos específicos del proyecto, como las exenciones, con el objetivo de «mejorar algunos beneficios de exenciones hasta la tercera edad. Además, buscaremos la fórmula para que quienes hoy día están exentos del pago del impuesto específico, lo comiencen a pagar, como lo son las empresas mineras, aeronáuticas y marítimas, y quizá de esa forma podemos bajar el impuesto específico para el resto de la población chilena», detalla el parlamentario.
En el oficialismo coinciden en que resulta fundamental concitar mayorías, con el objetivo de lograr un pacto fiscal que sea estable y que entregue certeza en el tiempo a los contribuyentes. En ese sentido, consideran que es importante que el debate al interior de la Comisión de Hacienda logre hacerse de «manera integral», teniendo en cuenta, no obstante, que no todas las bancadas están representadas en dicha instancia, por lo cual va a ser importante que se incorporen esas visiones, atendiendo, además, a que muchos economistas comparten la idea de que esta propuesta debe implementarse como un «cambio progresivo», como planteó el exministro de Hacienda y actual asesor en el Ministerio de Vivienda, Nicolás Eyzaguirre, y como una reforma que debe ser «cocinada a fuego lento», en palabras de uno de los economistas más emblemáticos de la derecha y exministro de Economía, Juan Andrés Fontaine. Ambas declaraciones, concedidas al diario La Tercera, dan cuenta de la mesura con que observan el proyecto del Gobierno.
Finalmente, después de una primera fase de socialización de la reforma, que ha estado en manos del ministro Mario Marcel y su equipo, en coordinación con la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), en su rol de cotramitador del Ejecutivo en el Congreso, en la próxima etapa será fundamental el papel que desempeñe el ministro Giorgio Jackson y la cartera que lidera. En ese sentido, y en relación con los cuestionamientos que ha recibido Jackson en su función de articulador político ante el Legislativo, el diputado Mirosevic cree que el ministro podría desempeñar un buen rol, debido a que esta es la tercera reforma tributaria en la que participa, después de su experiencia como parlamentario en la tramitación en la Cámara de Diputadas y Diputados: en 2014, durante el Gobierno de Michelle Bachelet, y en 2018, en la segunda administración de Sebastián Piñera. Después de una primera etapa donde el protagonismo mediático lo ha tenido el titular de Hacienda, en los próximos meses, en medio de una tramitación donde el Gobierno deberá concitar la mayor cantidad de acuerdos posibles, el desempeño de la Segpres podría resultar fundamental respecto de una reforma que busca, en gran medida, financiar el programa de gobierno del Presidente Boric.