Logró sortear un intento de acusación constitucional impulsado por el Partido Republicano, pero aún continúa en una situación complicada debido a errores comunicacionales puntuales que amplificaron el problema de fondo: una crisis de seguridad pública heredada del gobierno anterior. El problema es que los traspiés de la titular de Interior le vinieron como anillo al dedo a la oposición, donde existe plena conciencia de que todo ataque al gobierno es un ataque contra la opción del Apruebo. “Hoy la derecha tiene un solo objetivo: neutralizar la ola de reformas, partiendo por el proceso constituyente», sostiene el analista, quien se inclina por trasladar a la ministra a una cartera donde «se sienta cómoda, donde tenga vínculos con el mundo social, donde cuente con redes”.
Entre los observadores y analistas de la política nacional existe un consenso más o menos extendido: aun cuando logró salir airosa de un intento del Partido Republicano por acusarla constitucionalmente, la ministra del Interior, Izkia Siches, continúa siendo el flanco más débil del gobierno, lo que afecta, en subsidio, las opciones de triunfo del Apruebo si consideramos que La Moneda ató su destino al resultado en el plebiscito de salida. “Y esto queda mucho más claro cuando vemos que la han metido en una especie de congelador”, sostuvo el doctor en Ciencia Política y académico Rodrigo Espinoza, quien sugiere un cambio en el gabinete para salvar a una figura recuperable por cuanto aún posee capital político en el mundo social.
Vista como la presa más débil dentro la manada, la titular de Interior parece concentrar todas los ataques y embestidas de la oposición, precisa el analista. Es de suyo evidente, asegura, ver cómo a ellas se le realizan en los puntos de prensa las preguntas más rigurosas e inquisidoras, siempre a la espera de arrancarle una frase polémica, un error, alguna contradicción, cualquier inconsistencia que alimente nuevos cuestionamientos y contribuya a minar las bases del gobierno. Para Espinoza es obvio lo que hay detrás: afectar las opciones del Apruebo.
“Chile Vamos, y la derecha más en general, se está cobrando su revancha contra el Frente Amplio porque fue esa coalición la que en gran medida trabó el programa de contrarreformas que impulsó el segundo gobierno de Sebastián Piñera para echar marcha atrás con las reformas del segundo gobierno de Michelle Bachelet”, señaló Espinoza. “Hoy la derecha tiene un solo objetivo: neutralizar la ola de reformas, partiendo por el proceso constituyente, lo que estaría dándole resultados”, añadió el doctor en Ciencia Política. «Además le sirve para mostrarse con una ventaja comparativa en una de las dos materias en las que la derecha se muestra con más decisión. Una es la economía, algo que también preocupa a las personas; la otra es la seguridad pública», agregó.
Las críticas contra Siches tendrían por objetivo, en palabras del analista, “mantener el status quo y esperar en algún minuto a iniciar contrarreformas aprovechando los niveles de impopularidad de este gobierno”. Lamentablemente, según Espinoza, “la ministra debió hacerse cargo de problemáticas de arrastre como la crisis de inseguridad, la falta de control migratorio, lo que ocurre en la macrozona sur, el crimen organizado, la falta de orden público… todos son problemas heredados del gobierno de Sebastián Piñera, pero la ministra Siches no tuvo la experiencia en las altas esferas de gobierno para encararlos, y menos en un ministerio tan importante”.
“La situación de la ministra (Siches) afecta directamente en la popularidad del gobierno. Consideremos que el gobierno está embarcado por el Apruebo a través de campañas informativas para dar a conocer la propuesta constitucional y hacer frente a las noticias falsas. Pero una ministra del Interior debilitada genera un efecto dominó que podría incidir en mayor adhesión al Rechazo, y eso puede generar una crisis gubernamental mayor”, agregó Espinoza.
“Es evidente que, a todos estos hechos de la contingencia, se sumaron también los errores comunicacionales que hoy le pasan cuenta, en especial su visita a Temucuicui, las afirmaciones que hizo en el Congreso en base a un dato no chequeado sobre el vuelo con extranjeros expulsados que fue presuntamente devuelto y la situación vinculada al estallido social respecto de si hay o no presos políticos”, indicó. “Entonces, la ministra también le echó leña a la hoguera”, añadió.
Rescatando a la ministra Siches
Pese a todo, el analista político cree que Izkia Siches “todavía tiene un capital político”, lo que la convierte en una figura “que puede revertir su desaprobación en la medida que se impulse un cambio de gabinete que la ubique en un ministerio más apto para ella, como el Ministerio de Salud. Probablemente es una de las primeras cartas para salir del gobierno, pero quizás finalmente se opte por un movimiento al interior del gabinete”.
El analista afirma que la ministra puede remontar “si aprovecha su capital en otro ministerio, uno donde se sienta cómoda, donde tenga vínculos con el mundo social, donde cuente con redes”, subrayó. Es, a las claras, la mejor manera de preservar un capital político construido inteligentemente durante el segundo gobierno de Piñera, recordó Espinoza: “Venía del Colegio Médico con una enorme aprobación, porque se convirtió en una suerte de contrapeso del mundo social a las decisiones del gobierno (de Piñera) y el Congreso frente al manejo de la pandemia. Y ahí adquiere enorme popularidad como vocera pese a ese incidente en que calificó a personeros de gobierno de ‘infelices’ en un podcast, y ello fue posible gracias a los bajos niveles de aprobación que tenía Piñera en ese minuto”.
La otra posibilidad, cree Rodrigo Espinoza, es que Siches logre tomarle el pulso a una cartera donde el común de chilenos y chilenas espera que quien esté a cargo actúe con “mano firme”. A la larga, está más o menos claro que el diseño original falló toda vez que privilegió lo simbólico por sobre lo práctico, ya que apuntaba a configurar una dupla paritaria con el Presidente Boric con un claro gesto a las regiones -por ser ambos originarios de las regiones más extremas del país-. El gobierno no supo aquilatar la importancia de incorporar a una figura de otro perfil y tonelaje en un ministerio clave, máxime considerando los múltiples problemas de seguridad pública que vive el país.
“La ministra Siches llega sin experiencia en un puesto muy importante, y las formas son otras cuando eres gobierno. No puedes tratar con liviandad ciertos temas que son claves y que marcan la vida de las personas. A ello sumamos que el gobierno no quiso usar el estado de emergencia y luego lo repuso, y todo eso genera confusión, ruidos y tensiones con el subsecretario (Manuel) Monsalve. La consecuencia es que hoy tenemos a una ministra en el congelador y que habla muy esporádicamente”, aseguró el especialista.
Otro problema que se generó con el desempeño de la Ministra Siches es la “deuda” que comienza a acumular Apruebo Dignidad con el “socialismo democrático”, toda vez que los errores cometidos por la titular de Interior lograron ser sorteados gracias al oportuno socorro de algunas figuras señeras de la ex Concertación, entre ellos el senador José Miguel Insulza. No obstante, esa cercanía tiende a desfigurar el proyecto transformador del gobierno, cree Rodrigo Espinoza.
“El sector más duro de Apruebo Dignidad no ve con buenos ojos esta situación, pero necesita de ese mundo porque es minoría en ambas cámaras”, señaló Espinoza, destacando así que la necesidad de “hacer gestos a ese mundo nos sugiere que Interior podría ser ocupado por una carta de la ex Concertación y eso generaría mucho ruido en el oficialismo. Todo parece indicar que ese nombre surgiría del Partido Socialista, quizás el mismo (Manuel) Monsalve”, concluyó.