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Entre los efectivos que optaron por colgar el uniforme se repiten tres razones: incertidumbre institucional, exceso de carga laboral y la amplia oferta que se abrió en el mundo privado. Tanto el ingreso como la salida voluntaria de los policías fueron materia de estudio para la Unidad Coordinadora de la Reforma de Carabineros, la cual funcionó hasta marzo de este año y donde también se registró una baja en las postulaciones durante los últimos años. Estas cayeron hasta un 57% entre 2019 y 2020. Por lo mismo, según uno de los documentos que observaba el estado de la reforma, se estaban evaluando entregar «incentivos en la carrera policial», «mejorar los salarios, principalmente en los grados jóvenes, y permitir permanecer más tiempo en actividad».
Considerando que está integrada por más de 52 mil funcionarios y pese a que la salida de cerca de 1.300 carabineros en casi dos años aún no alcanza para desestabilizar la institución, un aumento en los retiros voluntarios causa preocupación en la interna, pues para la policía colgar el uniforme nunca es una buena noticia.
En detalle, 106 oficiales de Carabineros salieron de la institución este año, bajo la modalidad de retiro voluntario. Según consigna La Tercera, reportaron sobrecarga laboral –por ejemplo, en el Barrio Meiggs, donde se ha requerido la presencia de oficiales que aún estudian para reforzar las labores de seguridad— y denunciaron malos tratos en las calles a partir del estallido social.
También hubo un éxodo de suboficiales, en la misma modalidad. Si entre enero y el 20 de julio del año pasado rompieron filas 478 efectivos, este año, en ese mismo lapso de tiempo, lo hicieron 597.
Así, entre oficiales y suboficiales, durante este año, 703 carabineros ya se acogieron a retiro voluntario. En suma, durante el mismo periodo, pero del 2021, la cifra llegó a casi 560. Este aumento tiene en alerta a la institución policial.
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«La gente se está yendo. No sabemos si vamos a estar intervenidos por el poder civil, si seguiremos existiendo o no. Los chats de los colegas están repletos de incertidumbre por el plebiscito, además los jefes no nos dicen nada», cuenta al matutino un oficial en retiro, quien puso fin a 28 años de servicio.
«Con las nuevas disposiciones de reforzamiento en las calles, tenemos que estar casi todo el día fuera, expuestos a todo. Es cosa de ver lo que pasó con el cabo David Florido. ¿Alguien se acuerda de lo que le pasó a él hoy día? Nadie. Ya fue, ah, pero si hubiera sido al revés, ese mismo policía estaría preso», añade el retirado policía, quien tiene a su esposa aún en la institución.
Cabe mencionar que el estatuto de Carabineros establece que pueden acogerse a retiro voluntario todos los carabineros una vez que cumplan, como mínimo, 25 años de servicio. Al acogerse a esta prerrogativa, los uniformados se van con su pensión completa, dependiendo del grado que tengan.
Junto con un mayor requerimiento de funcionarios policiales por parte del mundo privado, uno de los temas más recientes que han provocado un desgaste interno en la institución es el plan para la intervención del Barrio Meiggs; donde dos veces a la semana son trasladados en buses cerca 140 oficiales que aún estudian para reforzar las labores de seguridad.
«A mí me ha tocado estar 10 horas diarias parado en Meiggs, a cargo de cerca de 20 suboficiales, que también son sacados de la Escuela de Carabineros que está en Macul», cuenta un mayor al medio antes consignado.
Altas fuentes policiales señalaron al rotativo que una de las razones que influyeron en la mala toma de decisiones operativas durante el estallido social tenía que ver con el desgaste físico de esos días. Temen, advierten los mismos entrevistados, que eso pueda repetirse.
Tanto el ingreso como la salida voluntaria de los carabineros era algo que estaba analizando la Unidad Coordinadora de la Reforma de Carabineros, la cual funcionó hasta marzo de este año. El tema tuvo dos focos. Además de los retiros voluntarios, se registró una baja en las postulaciones a Carabineros durante los últimos años, cayendo hasta un 57% entre 2019 y 2020. Por esta razón, según uno de los documentos que observaba el estado de la reforma, se estaban evaluando entregar «incentivos en la carrera policial», «mejorar los salarios, principalmente en los grados jóvenes, y permitir permanecer más tiempo en actividad».
