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La importancia de la política de Estado para la promoción y protección de los derechos humanos Opinión

La importancia de la política de Estado para la promoción y protección de los derechos humanos

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Claudia Fuentes Julio y Tomás Pascual Ricke
Por : Claudia Fuentes Julio y Tomás Pascual Ricke Embajadora de Chile ante Naciones Unidas (Ginebra); Director de Derechos Humanos de Cancillería, respectivamente.
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El CDH es el organismo central a nivel mundial para articular respuestas innovadoras a los desafíos en derechos humanos. Es cierto que el Consejo está lejos de ser perfecto, pero es la única institución que cuenta con la legitimidad y la universalidad para extender los principios fundamentales de la dignidad humana a todos los rincones del mundo. En ese contexto, la candidatura de Chile al CDH ofrece una oportunidad única de ser activos protagonistas en el actual escenario que enfrenta la humanidad, cruzado por los efectos de la pandemia, la irrupción de regímenes autoritarios, la asonada neosoberanista y el desprecio por el medio ambiente. La membresía de Chile en el Consejo permitirá poner en práctica la defensa de un sistema multilateral basado en normas internacionales y los denominados “mínimos de decencia”, características centrales y tradicionales de nuestro accionar en política exterior.


Chile presentó su candidatura al Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas para integrarse al grupo de 47 Estados que lo componen, durante el período 2023-2025. La exministra de RR.EE. (s) Carolina Valdivia hizo oficial esta candidatura en la 49° sesión del Consejo, en marzo pasado. Bajo la administración del Presidente Gabriel Boric se han desplegado grandes esfuerzos diplomáticos para obtener la membresía, los cuales siguen en curso. Esto demuestra que se trata de una política de Estado, cuya continuidad coincide con la decidida apuesta de la actual administración por poner en el centro de su gestión la promoción y protección de los derechos humanos en todos los espacios en que Chile interviene.

De ser electos, esto se traducirá en nuestra participación con voz y voto en el principal órgano intergubernamental del sistema universal encargado de velar por el avance de los derechos humanos a nivel global. Además, permitirá al país incidir en los principales debates y la generación de recomendaciones frente a las situaciones políticas, sociales y económicas con consecuencias humanitarias más importantes que atraviesa la humanidad. Como se señala en la doctrina especializada, el Consejo es el “eje” del trabajo en derechos humanos de las Naciones Unidas, y Chile quiere participar y ser protagonista de esa instancia.

Creado en 2006 y con sede en Ginebra (Suiza), desde su establecimiento, el Consejo se ha concentrado en establecer una serie de mecanismos para la protección de derechos humanos en distintas partes del mundo y sobre los más variados temas. Destacan la creación de instancias de determinación de los hechos y grupos de expertos a partir de situaciones que atentan contra los derechos humanos en países específicos; la adopción de mecanismos que respondan a estudiar y llevar adelante recomendaciones sobre temas específicos, como el uso de la fuerza, la discriminación racial, violencia contra mujeres y niñas, o la discriminación por la orientación sexual o identidad de género. Además, el Consejo articula el Examen Periódico Universal de todos los Estados parte de las Naciones Unidas; llama a sesiones especiales dedicadas a abordar violaciones sistemáticas a los derechos humanos en que incurren algunos Estados.

De este amplio abanico de herramientas para la protección de derechos humanos, quisiéramos destacar algunos aspectos que son particularmente significativos para el nuevo ciclo de política exterior impulsado por el Gobierno del Presidente Boric.

Primero, el CDH es una de las instituciones más innovadoras en términos de dar respuestas a temas emergentes y urgentes de la agenda internacional, especialmente en cuanto a los efectos y consecuencias que estos tienen para el ejercicio de los derechos fundamentales de las personas. Por ejemplo, fue en este Consejo, en 2021, luego de décadas de discusión, que se estableció el derecho humano a un medio ambiente limpio y saludable. A partir de la discusión generada en el Consejo, se creó el mandato de un relator especial para el cambio climático.

Otra iniciativa pionera, ha sido el Foro sobre Empresas y Derechos Humanos, que promueve el diálogo y la cooperación.

Asimismo, fue en el marco del Consejo que se dio curso a la creación del experto independiente en orientación sexual e identidad de género, cuyo mandato fue renovado hace pocas semanas.

Segundo, la promoción de los derechos humanos es fundamental para la prevención y resolución de conflictos y la promoción de la paz. En esa línea, el CDH ha elaborado innumerables y valiosos informes sobre abusos de los derechos humanos en todo el mundo. A falta de justicia nacional o internacional, también ha creado mecanismos para documentar y generar evidencia sobre genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Siria, Myanmar y Sri Lanka, para su posible uso futuro en los tribunales nacionales e internacionales. Desde América Latina se han creado mecanismos para investigar las violaciones de derechos humanos en Nicaragua y Venezuela.

Tercero, la promoción de los derechos humanos de las mujeres, la igualdad de género y la no discriminación están al centro del trabajo del Consejo. Sin embargo, como se vio en la última Sesión del Consejo (junio 2022), este tema continúa siendo muy disputado en el seno del CDH. Chile tiene un compromiso, especialmente de ser miembro pleno, de promover junto a Estados de pensamiento afín una agenda donde las mujeres y las niñas, así como las comunidades LGBTIQ+, cuenten con una protección que se traduzca en acciones concretas en este foro

El CDH es el organismo central a nivel mundial para articular respuestas innovadoras a los desafíos en derechos humanos. Es cierto que el Consejo está lejos de ser perfecto, pero es la única institución que cuenta con la legitimidad y la universalidad para extender los principios fundamentales de la dignidad humana a todos los rincones del mundo. En ese contexto, la candidatura de Chile al CDH ofrece una oportunidad única de ser activos protagonistas en el actual escenario que enfrenta la humanidad, cruzado por los efectos de la pandemia, la irrupción de regímenes autoritarios, la asonada neosoberanista y el desprecio por el medio ambiente. La membresía de Chile en el Consejo permitirá poner en práctica la defensa de un sistema multilateral basado en normas internacionales y los denominados “mínimos de decencia”, características centrales y tradicionales de nuestro accionar en política exterior.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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