Es hora de que el Ministerio de Defensa se meta en el tema y saque la voz. El subsecretario del Interior no está en la cadena de mando de las Fuerzas Armadas y nuevamente aparece este Gobierno, en la figura del Dr. Monsalve, restando todo apoyo político al actuar de las mismas. Si no les gustan, sáquenlas de ahí y usen solo a las policías. El Ministerio del Interior es el que quiere tener a las FF.AA. en las calles y caminos, en algo que no es su labor habitual. Ahora, si la conducción política quiere tenerlas en las calles, entonces mándenlos bien, sean claros y apóyenlos como corresponde, y no les anden quitando el piso y echando la culpa a los almirantes y generales para tapar errores de conducción política. Si las cosas se salen de madre en la provincia de Arauco, la culpa no es de las Fuerzas Armadas, sino de los responsables de la seguridad interior en la República de Chile, ya que las anteriores solo cumplen órdenes.
Con sorpresa hemos leído las críticas del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, publicadas hoy en El Mostrador, respecto de la actuación de la Armada en el Estado de Excepción Constitucional “acotado” en la provincia de Arauco. Lo más raro de sus declaraciones es que demuestran el desconocimiento del subsecretario de cómo se ejerce el control político de las Fuerzas Armadas (FF.AA.). Se queja, el señor Monsalve, DE que cuando él fue a Contulmo, había autoridades de Carabineros, la PDI y no de la Armada. ¿Por qué el almirante Zúñiga habría de estar presente en su visita, si a diferencia de las policías, que dependen del Ministerio del Interior, las FF.AA. dependen del Ministerio de Defensa y el subsecretario del Interior no está en la cadena de mando del jefe de la Defensa?
Le piden a la Armada mayor “visibilidad”, porque según señaló el subsecretario: “Nos parece indispensable que el Estado de Excepción cumpla el objetivo que tiene, que es prevenir, pero también responder en forma oportuna cuando hay riesgo de la vida de las personas”. Esa declaración demuestra que el subsecretario no tiene muy claro lo que quiere ni cómo se les dan órdenes a las Fuerzas Armadas. Al parecer lo que desea el subsecretario, cuando pide “visibilidad” para “prevenir”, es conseguir un efecto disuasivo. Si es así, está un poco perdido y no entiende la lógica del tema. El Gobierno con sus continuos errores en esta materia eliminó toda posibilidad de ser disuasivos y prevenir. Cuando designaron y removieron al almirante Parga por defender –con justa razón, demostrada en tribunales– a su gente, por declarar a los Infantes de Marina “un peligro para la sociedad” por estar cumpliendo con su deber, eliminaron el efecto disuasivo.
Si usted quiere el efecto disuasivo de prevenir, Sr. subsecretario del Interior, entonces dígale a su jefa, la ministra del Interior, que no ha estado presente en esta oportunidad, que le describa a la ministra de Defensa el estado final deseado del Estado de Excepción Constitucional y lo que se quiere lograr. Es decir, que defina políticamente, como autoridad civil, si los quiere en los caminos, en algunos o en todos los caminos. Que señale si la norma va a ser acotada o no y, sobre todo, que discutan con el almirante a cargo las reglas de uso de la fuerza en los casos que el subsecretario está señalando, cuando hay riesgos para personas y no para la infraestructura que las FF.AA. tienen que proteger. La consigna, subsecretario –la clave es la consigna–.
Por otro lado, es hora de que el Ministerio de Defensa se meta en el tema y saque la voz. El subsecretario del Interior no está en la cadena de mando de las FF.AA. y nuevamente aparece este gobierno, en la figura del Dr. Monsalve, restando todo apoyo político al actuar de las mismas. Si no les gustan, sáquenlas de ahí y usen solo a las policías. El Ministerio del Interior es el que quiere tener a las Fuerzas Armadas en las calles y caminos, en algo que no es su labor habitual.
Ahora, si la conducción política quiere tenerlas en las calles, entonces mándenlos bien, sean claros y apóyenlos como corresponde, y no les anden quitando el piso y echando la culpa a los almirantes y generales para tapar errores de conducción política. Si las cosas se salen de madre en la provincia de Arauco, la culpa no es de las Fuerzas Armadas, sino de los responsables de la seguridad interior en la República de Chile, ya que las anteriores solo cumplen órdenes.
Cada vez que ocurren estas cosas, me acuerdo del dicho de pedirle al gato que use sus manos para sacar las castañas del fuego.