Si bien destacó positivamente el rol de los escaños reservados en la ex convención, señaló que a los convencionales les faltó apoyo incluso de parte de su propia gente. Además, acusó una campaña del terror en contra de la idea de plurinacionalidad y relevó el contexto de violencia propia del Estado de Excepción en el sur. Todo esto, dijo, “unido al despreció a los pueblos originarios y a la falta de cuidado y por fallas internas”, abrió paso al triunfo del Rechazo hasta en las comunas con mayor población indígena del país. “Necesitamos orgánicas políticas fuertes que articulen el diálogo político con el Estado, con los partidos y movimientos sociales”, sentenció la académica y ex presidenta del órgano redactor, emplazando a los índigenas de partidos a actuar frente a la pendiente discusión sobre si habrá o no escaños reservados en la nueva convención.
Junto con felicitar a Rapa Nui por la decisión que tomó mayoritariamente en el plebiscito del 4 de septiembre —la única comuna con alta población indígena que optó por el Apruebo— y destacando la participación de la mujer indígena en el debate político, Elisa Loncon aseguró que el triunfo del Rechazo a la propuesta constitucional emanada de la convención constitucional que ella misma presidió, en zona mapuche, se dio debido a “la violencia, la marginalidad, la inestabilidad económica y las noticias falsas”. En el Wallmapu, dijo, influyó con fuerza la posición de los dos extremos que no quieren dialogar: “la ultra derecha y los grupos mapuche radicalizados que hace tiempo dejaron atrás todo protocolo de diálogo político”.
En entrevista con El Mostrador, la ex convencional abordó además el rol de los escaños reservados en la primera convención constitucional del país, principalmente por haber instalado en el debate político la plurinacionalidad —en línea con los tratados internacionales—, enfatizando que “es un principio constitucional que no atenta contra la unidad del Estado”. Sin embargo, acusando una campaña del terror en contra de dicho concepto y remarcando el contexto de violencia propia del Estado de Excepción, señaló que a los convencionales les faltó apoyo de su propia gente.
– ¿Cuál es su apreciación sobre el rechazo de las comunas con mayor población indígena —salvo Rapa Nui— a la propuesta de la Convención Constitucional que usted integró, pese a que estaba incluido declarar a Chile como un Estado Plurinacional?
-Lo primero, felicitar a Rapa Nui y reconocer el trabajo de la ex convencional Tiare Aguilera por sus logros y apoyo de su pueblo. Rapa Nui es un lindo caso a seguir. El Rechazo en zona mapuche es proporcional al rechazo en comunas y zonas sacrificadas en Chile como Petorca y sectores como los presos, en ello hubo más o menos 1/3 de apoyo. Las razones del Rechazo son las mismas que ya se han comentado, la violencia, marginalidad, inestabilidad económica, y la muy buena campaña del Rechazo que cubrió todas las radios locales desinformando a la comunidad: que perderían sus viviendas, que la plurinacionalidad divide a Chile, etc, etc. En el Wallmapu influyó con fuerza la posición de los dos extremos que no quieren dialogar: la ultra derecha y los grupos mapuche radicalizados que hace tiempo dejaron atrás todo protocolo de diálogo político. También hay que rescatar lo positivo, los escaños reservados hicimos política, hicimos trabajo pedagógico, logramos el apoyo de los otros sectores políticos y esto no era fácil. Instalamos en el debate político la plurinacionalidad como un principio constitucional para dialogar políticamente con el Estado, lo llenamos de contenidos con los derechos de los pueblos, los que forman parte de Tratados internacionales firmados y ratificados por nuestros propios gobernantes, son parte de los derechos humanos insoslayable de los pueblos: el derecho a las tierras, la autonomía, la libre determinación, los derechos culturales y lingüísticos, y nada de esto atenta contra la unidad del Estado, así lo dicen los tratados y por eso lo firmaron los ex presidentes de Chile post dictadura.
En el proceso es importante destacar la participación de la mujer indígena en el debate político, las que antes recorrimos las comunidades organizando a nuestros pueblos para recuperar derechos, que vivimos la tradición, la marginación y que nos preparamos toda la vida para ese momento.
– ¿Está de acuerdo con el planteamiento de la abogada y ex convencional Rosa Catrileo, quien aseguró que el rechazo de los mapuche a la plurinacionalidad es solo una especulación y que el descalce de se dio por otros motivos?
-Tal cual ya lo expliqué, se votó como chileno y mapuche o mapuche chileno, que vive en territorio sacrificado, empujado por una buena campaña del terror y con mucha violencia propia del Estado de Excepción. A nosotros los convencionales nos faltó apoyo de nuestra propia gente, además de la campaña en contra de la plurinacionalidad. Aunque hubo hermanos destacados que no nombro para no dejar ningún nombre afuera y que el pueblo los reconoce por sus rostros, palabras y sus plumas, pero otros, se lucieron llamando a rechazar. Somos una sociedad que busca equilibrios, reciprocidad, complemento, nuestros líderes en el pasado se destacaron por su diplomacia y todo ello nos hizo falta. Si aún existimos es gracias a las normas colectivas, nuestros valores y conocimientos, la política de la hermandad y que no debemos soltar, hoy más que nunca.
– ¿Podríamos afirmar que el 4 de septiembre ganó el rechazo a la plurinacionalidad del país y por ende triunfó un sentimiento nacionalista, como también señala el profesor Enrique Antileo?
-El Rechazo motivado por la plurinacionalidad fue una de las tantas razones pero todo el Rechazo no recae solo en la plurinacionalidad. Yo hablo desde adentro del proceso, como mujer, desde la autocrítica y no como espectadora. Chile se fundó sin nosotros, sin los pueblos y se han hecho políticas para que desaparezcamos, tenemos que revisar nuestra historia para no repetir el genocidio que el Estado carga en su historia con los pueblos originarios. Nosotros, somos los sobrevivientes de esa oscura historia y hemos permeado a la sociedad chilena en lo biológico, cultural, con la lengua; Chile, su cultura e identidad no es sin sus raíces indígenas, no olvidemos que los grandes de la literatura fueron reconocidos por sus territorios y raíces, Neruda y Mistral, Violeta Parra como Nicanor, siempre nos los han recordado. Lo que ocurrió con la plurinacionalidad fue una campaña de terror unida al desprecio a los pueblos originarios; lo que también ocurrió fue la falta de cuidado y fallas de la propia Convención, no cuidamos las formas tan importantes para el pueblo, la gente, el pueblo quería vernos sin los errores cometidos, no les importó nuestro sacrificio ni la autoexploración a la que nos expusimos y el rechazo se encargó desde dentro de desconocernos como parte de Chile, criticando nuestra lengua, nuestros trajes, lo que para nosotros era lo más bello, lo transformaron en lo más repudiable; los errores y debilidades fueron insumos para el rechazo, primero desacreditaron al mensajero y después al mensaje; para lo cual dispuso de los recursos económicos y mediáticos. También sentí la falta de apoyo como lo he afirmado. Necesitamos orgánicas políticas fuertes que articulen el diálogo político con el Estado, con los partidos y movimientos sociales. Cuando fui presidenta recibí a dos grupos de autoridades originarias de Traiguén y de Lumaco, nos vinieron a dar su apoyo, fue un lindo gesto de pueblo y de hermanos; necesitábamos esto y muchos más. Los partidos además cuentan con centros de estudios y recursos, los pueblos no. Necesitamos reforzar la estrategia de horizontalidad política, de comunidad que Leftraru y Janequeo emplearon para defender a su pueblo, así si uno cae se levanten diez, cien y miles, como lo dice nuestro mariachiweu.
Hoy es cierto que el concepto plurinacionalidad está herido, sin embargo, les debo recordar que la encuesta CEP señala que más del 80% de la población mapuche se reconoce mapuche, mapuche-chileno o chileno-mapuche, todos estos cruces identitarios hablan de una sociedad plurinacional e intercultural. Creo que estos temas no pueden seguir tan pendientes, y hay que encontrar formas en el nuevo proceso constituyente esta unidad heteogénea que somos como país. Necesitamos una segunda oportunidad con la plurinacionalidad para que todo el pueblo de Chile comprenda que nuestra lucha no es para oprimir ni dominar a nadie, menos aún para despojarles de sus derechos; solo queremos seguir viviendo como pueblos en nuestro territorio, unida a la historia que venimos construyendo en este país que se llama Chile. El estallido social mostró de manera espontánea e inteligible como la uninacionalidad se transformaba en plurinacionalidad, con las banderas de los pueblos y con las lenguas nuestra escrita en las paredes. Una lengua postergada recuperó su función social en las calles. Cuando hablamos Mapuzugun y la televisión lo mostró a Chile, las niñas y los niños querían aprender nuestras lenguas. Este Chile existe, solo ha sido lastimado.
– ¿Qué opina de la actual discusión sobre elaborar una nueva Convención Constitucional y qué le parece que se haya dejado pendiente la discusión sobre escaños reservados para los Pueblos Originarios? ¿Concuerda con la diputada Emilia Nuyado (PS), quien dijo que es racista dejar para el último esta discusión?
-La constitución debe ser para todos los pueblos; hay que pluralizar la democracia para fortalecer la sociedad, hoy está también herida con tanta desconfianza a los partidos, a los parlamentarios, al gobierno. Necesitamos mirarnos como un Chile que ha superado la exclusión, en nuestra igualdad sustantiva. Por eso, llamo a los indígenas de partidos, desde la izquierda a la derecha a actuar colectivamente por los derechos de representación política de sus pueblos, tal cual lo hicimos los convencionales, trabajen en sus referentes para cambiar esa mentalidad colonial de dominación al otro porque es indígena. Los pueblos como las mujeres tenemos la legitimidad de representar nuestras luchas, sentires y contribuciones. Los Escaños Reservados nos ganamos un sitio en la discusión de la democracia chilena. Aun cuando la propuesta de nueva Constitución fue rechazada hay temas que abordar, y estos no pueden quedar fuera, uno de ellos son los pueblos indígenas, necesitamos avanzar en una democracia participativa y representativa de la sociedad chilena en su conjunto Además el Estado tiene una deuda histórica con los pueblos, hasta la derecha de la ex Convención reconoció esta deuda en una carta hacia los pueblos, encabezada por Hernán Larraín. Los escaños reservados representamos la vía política para resolver un conflicto de siglos y los partidos deben ser visionarios.
– ¿Cómo debería abordarse la idea de plurinacionalidad en la eventual nueva Constitución?
-A partir de lo ya avanzado en materia jurídica y técnica en Chile; considerando la Ley Indígena 19.253, el Convenio 169 de la OIT, el Informe de Nuevo Trato, la Declaración de las Naciones Unidades los Derechos de los Pueblos Indígenas. Todos estos instrumentos permiten buscar solución al despojo de las tierra, lo bienes colectivos, lengua y cultura, avanzar en derechos políticos para los pueblos, con representación política vía escaños reservados, y en el ejercicio de la autonomía y liebre determinación en sus territorios. Son nuestros derechos y su reconocimiento constituye la solución a los problemas de siglos que el Estado tiene con los pueblos, es la vía política que retomamos en el trabajo constituyente.