Si bien las diferencias parecen estrecharse cada vez más, conforme se van entregando los resultados, para el analista internacional Gilberto Aranda ya es un hecho que aquel holgado triunfo del expresidente de Brasil, Lula da Silva, por sobre al actual mandatario, Jair Bolsonaro, es una nueva evidencia de cómo las encuestas no logran reflejar el voto oculto. En este escenario, explica el académico de la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de Chile, lo más probable -aun cuando la tendencia pueda revertirse- es que el futuro de Brasil se resolverá en el balotaje del 30 de octubre. No obstante, y más allá de los resultados de esta jornada, la ultraderecha sigue ganando terreno tal como ha ocurrido en otras partes del mundo.