El Gobierno del Presidente Gabriel Boric anotó un triunfo diplomático, tras conseguir la primera mayoría de la región en su ingreso a una entidad donde compartirá asiento con otros países latinoamericanos como Cuba y Argentina. En la misma votación, con 134 votos, Costa Rica también ganó un cupo para representar a América Latina y el Caribe frente al organismo, mientras que Venezuela quedó fuera tras conseguir 88 apoyos. «Entendemos esta elección no sólo como un gran honor que nos otorga la comunidad internacional, sino también como una gran responsabilidad para con todos aquellos que esperan que el Consejo de Derechos Humanos sea un instrumento eficaz para hacer respetar los principios que guían su misión», señalaron desde la cancillería chilena. El Mandatario felicitó a la cartera de Relaciones Exteriores «y a todos quienes han hecho posible esto que nos pone en una alta posición a nivel internacional», mientras que la ministra Urrejola sostuvo que la elección «da cuenta del liderazgo que esta teniendo Chile en los órganos multilaterales». Para el académico Nicolas Boeglin, «se trata de un buen resultado obtenido por la diplomacia chilena, la cual no escatimó en esfuerzos para reunir esta cantidad de votos». [ACTUALIZADA]
Por 144 votos, Chile fue electo con primera mayoría regional para integrar el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el periodo 2023- 2025.
La postulación nacional, anunciada en mayo por el gobierno del Presidente Gabriel Boric, recibió el respaldo de 114 de los 193 miembros de la asamblea. Para ser elegidos, los países debían recibir al menos los 97 apoyos.
De este modo, a partir de enero del próximo año, Chile ingresa a la misma entidad que también integran Argentina, Bolivia, Honduras, México y Paraguay. En tanto, Venezuela quedó fuera y entró Costa Rica.
A la cita asistieron la Embajadora de Chile ante la ONU en Nueva York, Paula Narváez, y el Director de Derechos Humanos (DD.HH.) de Cancillería, Tomás Pascual, quienes estuvieron en el plenario de la Asamblea General para la elección de los integrantes del consejo.
La embajadora de Chile ante la ONU en Ginebra, Claudia Fuentes Julio, será la representante del país en forma permanente ante el CDH, cuya sede está en esa ciudad en Suiza.
El Presidente Gabriel Boric calificó el ingreso de Chile al CDH como una muy buena noticia y expresó que «estamos muy orgullosos». Al mismo tiempo felicitó a la cancillería «y a todos quienes han hecho posible esto que nos pone en una alta posición a nivel internacional».
En el mismo tono, la canciller Antonia Urrejola manifestó que esta candidatura fue una de política de Estado, «porque la política exterior se hace con mirada estatal». Reconoció que cuando se inició el gobierno Chile tenía 49 apoyos ofíciales y hoy día hemos obtenido 144 votos. «Eso da cuenta del liderazgo que esta teniendo Chile en los órganos multilaterales», dijo la jefa de Teatinos 180.
«Chile agradece a todos los Estados Miembros de la ONU que han apoyado esta candidatura y le han otorgado el honor de trabajar, activamente y desde un lugar destacado, en la promoción y protección de los derechos humanos, el fomento de la paz, la democracia, el Estado de Derecho y el desarrollo sustentable, todos ellos componentes fundamentales de nuestras políticas públicas y también de nuestra política exterior», manifestaron a través de un comunicado desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
«Entendemos esta elección no sólo como un gran honor que nos otorga la comunidad internacional, sino también como una gran responsabilidad para con todos aquellos que esperan que el Consejo de Derechos Humanos sea un instrumento eficaz para hacer respetar los principios que guían su misión», agregaron.
Al mismo tiempo, desde la cancillería dirigida por la ministra Urrejola, señalaron que es «un reconocimiento a la participación activa de nuestro país en el ámbito multilateral, en mecanismos y resoluciones tendientes a prevenir la tortura, a promover el derecho a la verdad, justicia y reparación, la promoción y protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, de los derechos de las mujeres, de los derechos de las personas LGBTIQ+ y, particularmente, su protección contra la violencia y la discriminación, así como los derechos de los pueblos indígenas».
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) también valoró la elección de Chile como integrante de la instancia internacional. «Esta es una buena noticia porque es una muestra del compromiso del país con el Sistema Internacional de los Derechos Humanos. Los derechos fundamentales son universales», sentenciaron.
«Se trata de un buen resultado obtenido por la diplomacia chilena, la cual no escatimó en esfuerzos para reunir esta cantidad de votos. Para tener una idea de los números, la marca más alta de un Estado de América Latina en elecciones en el Consejo de Derechos Humanos, fue la obtenida por Paraguay en el 2021, con 185 votos, seguida por Brasil en el 2012 con 184 votos, y Perú en las elecciones del 2017, con 180 votos reunidos», comentó, por su parte, Nicolas Boeglin, profesor de Derecho Internacional Público de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Respecto del caso de Costa Rica, el académico relató que se trataba del tercer intento consecutivo del país, después de dos derrotas y, en efecto, recalcó, en el 2014 no había logrado ser reelecta frente a las candidaturas de Bolivia, El Salvador y Paraguay. «En el 2019, frente a las de Brasil y Venezuela, con una osada maniobra de último momento en aras de intentar arrebatarle la silla a Venezuela que no fructificó. En este 2022, Costa Rica logra ser electa detrás de Chile, con una buena marca de 134 votos a su favor dejando a Venezuela (en busca de una reelección) fuera del Consejo de Derechos Humanos».
Creado en 2006 y con sede en Ginebra (Suiza), el Consejo está integrado por 47 Estados y se dedica a la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo. Los nuevos miembros del Consejo fueron electos por votación secreta por la mayoría de los miembros de la Asamblea General de la ONU.
La composición del órgano se basa en una distribución geográfica equitativa y los escaños se distribuirán como sigue entre grupos regionales y cada región tiene reservados una serie de escaños: África (13), Asia y el Pacífico (13), Europa Oriental (6), América Latina y el Caribe (8) y Europa Occidental y otros Estados (7).
«Para el Gobierno del presidente Boric la candidatura de Chile ante el Consejo de Derechos Humanos es fundamental, es una muestra del compromiso que tenemos tanto a nivel internacional como a nivel interno con la agenda de derechos humanos en su amplio espectro», dijo en mayo pasado la canciller Antonia Urrejola.
Los 14 nuevos miembros son: Algeria, Bangladesh, Bélgica, Chile, Costa Rica, Georgia, Alemania, Kirguistán, Maldivas, Marruecos, Rumania, Sudáfrica, Sudan, y Vietnam.
Chile y Costa Rica fueron elegidos como nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU al imponerse a Venezuela, que pugnaba con ellos por una de las dos plazas vacantes para los países de Latinoamérica y el Caribe.
La candidatura chilena obtuvo 144 votos, la costarricense 134 y la venezolana 88 en las elecciones celebradas en la Asamblea General de Naciones Unidas, que eligió en total a 14 nuevos miembros del órgano con sede en Ginebra para el periodo 2023-2025.
Venezuela, que se sienta actualmente en el Consejo, optaba a la reelección, pero numerosos grupos de defensa de los derechos humanos habían pedido votar en su contra por el historial de represión del Gobierno de Nicolás Maduro.
El director para la ONU de Human Rights Watch (HRW), Louis Charbonneau, celebró que la Asamblea General haya «cerrado la puerta» a Venezuela y recordó que hay pruebas de que Maduro y otros altos cargos pueden ser responsables de crímenes contra la humanidad.
«Un Gobierno que se enfrenta a este tipo de acusaciones no debe sentarse en el máximo órgano de derechos de la ONU», señaló Charbonneau tras la votación.
La Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela acusó el mes pasado a la inteligencia civil y militar de ese país (Sebin y la Dgcim, respectivamente) de cometer crímenes de lesa humanidad para reprimir la disidencia política, mediante un modus operandi de abusos dictado «desde el más alto nivel».
En un informe, esos expertos describieron entre otras cosas las torturas y maltratos sufridos por decenas de personas en centros de detención de los servicios de inteligencia venezolanos.
Además, el propio Consejo de Derechos Humanos aprobó la semana pasada, con oposición del Gobierno de Maduro, continuar investigando y documentando las violaciones en el país.
En el grupo de Asia y Pacífico los elegidos este martes fueron Bangladesh, Kirguistán, Maldivas y Vietnam, que se impusieron a Corea del Sur -que buscaba la reelección- y Afganistán -cuyo asiento en Naciones Unidas sigue en manos del Gobierno derrocado por los talibanes-.
La candidatura vietnamita era una de las más cuestionadas por los grupos de defensa de derechos humanos, que denuncian la supresión en el país de derechos civiles y políticos básicos.
Estas organizaciones no gubernamentales también habían hecho campaña en contra de Afganistán, donde las violaciones de los derechos de las mujeres y niñas son sistemáticas.
En el resto de grupos regionales, los candidatos llegaban a los comicios sin oposición, por lo que la votación era prácticamente un trámite, aunque como mínimo cada aspirante debe recibir el respaldo de una mayoría simple de la Asamblea General.
Por África fueron elegidos Argelia, Marruecos, Sudáfrica y Sudán; por Europa del Este, Georgia y Rumanía, y por Europa occidental, Bélgica y Alemania.
El Consejo de Derechos Humanos se creó en 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos, suprimida tras 60 años de trabajos por la crisis de legitimidad en la que había caído por decisiones vistas como parciales, politizadas y desequilibradas.
El Consejo, sin embargo, también ha recibido numerosas críticas, entre otras cosas por tener entre sus miembros a países acusados de graves violaciones de los derechos humanos.
En un movimiento casi inédito, el pasado abril la Asamblea General de la ONU decidió expulsar a Rusia del Consejo de Derechos Humanos en respuesta a las atrocidades cometidas durante su invasión de Ucrania.