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«Me parece atendible que La Moneda quiera esperar respuestas a las side letters para proceder. Pero suponemos que estamos hablando de un plazo razonable de tiempo», señaló Heraldo Muñoz (PPD). Por su parte, Ignacio Walker (DC), llamó a que el Presidente Boric promulgue cuanto antes el tratado, ya que «Chile no se puede seguir quedando atrás, en momentos que hay una situación económica muy compleja». A su vez, José Miguel Insulza (PS), planteó que «la última vez que no se hizo el depósito de un tratado es el que ratificó el Congreso sobre derechos humanos y fue Pinochet quien no hizo el depósito de este». A juicio del legislador socialista, «no podemos hacer algo similar hoy». En esa misma línea, Alfredo Moreno (ind.), expuso que «nos sale caro el tiempo transcurrido sin estar en este tratado —el tercero más grande del mundo—» y llamó a hacer público el contenido de todas las cartas bilaterales. Asimismo, Roberto Ampuero (Evópoli) aseguró que si el Mandatario aprueba el TPP11 «pierde ante su base radical» y si lo rechaza «pierde ante el país», por lo que calificó la estrategia del Ejecutivo como «un autogol de media cancha». Desde La Moneda, en tanto, la vocera Camila Vallejo sentenció que «ahora le toca al Senado respetar la decisión del Presidente» y expresó que «en nuestro país hemos tenido casos de más de dos años en donde se espera. Y esperamos que no tenga que ser tanto».
Tras la aprobación en el Senado del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, más conocido como TPP11), solo falta que el Gobierno del Presidente Gabriel Boric oficialice el acuerdo. Sin embargo, esto no ocurrirá hasta que se resuelvan las denominadas side letters o cartas bilaterales con otros países del acuerdo comercial.
La Ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, advirtió que la ratificación del tratado puede durar «años», lo que originó molestia en algunos sectores y frente a lo cual la canciller reconoció que «se ha criticado mucho la decisión del Presidente de esperar el avance de las side letters».
Todo esto, en medio de la división entre las dos coaliciones de gobierno frente al TPP11. Recordemos que mientras Apruebo Dignidad (AD) se ha manifestado en contra del tratado, el Socialismo Democrático (SD) está dividido en su apoyo a la ratificación del acuerdo y el gran punto de discordia es el mecanismo de resolución de conflictos.
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Uno de los que reaccionó ante la decisión del Ejecutivo de postergar la promulgación del TPP11 fue el ex canciller Heraldo Muñoz (PPD), quien sostuvo que si bien «no conocemos el contenido de las side letters a los integrantes del tratado, suponemos que se les solicita que se exima a Chile de la aplicación del mecanismo de solución de controversias inversionista-Estado contemplado en el capítulo 9, sección B del CPTPP».
Probablemente, dijo el ex titular de Relaciones Exteriores del gobierno de Michelle Bachelet, «no todas las cartas serán iguales, dependiendo de la situación con cada país». Pero el problema, según Muñoz, «es que los países del bloque tienen acuerdos comerciales bilaterales o de protección de inversiones con Chile, la mayoría de los cuales ya contempla mecanismos de solución de diferencias casi idénticos a los del tratado multilateral, por lo cual los inversionistas provenientes de esos países podrán recurrir a tales mecanismos existentes, pese a no contar, hipotéticamente, con la opción del CPTPP».
«Me parece atendible que el Gobierno quiera esperar respuestas a las side letters para proceder a la ratificación y depósito del tratado, facultad exclusiva del Presidente. Pero suponemos que estamos hablando de un plazo razonable de tiempo para no dilatar», sentenció el diplomático.
Heraldo Muñoz manifestó que la pregunta es si se esperará hasta recibir todas las respuestas o solo una mayoría. En ese sentido, remarcó que Nueva Zelanda sólo obtuvo cinco cartas positivas de diez a su petición de eximirse del mismo mecanismo. «¿El criterio del gobierno será recibir una cierta cantidad de respuestas positivas para ratificar? No lo sabemos, pues el tema de las side letters se ha manejado con mucha opacidad», comentó.
Para el ex titular de Relaciones Exteriores del gobierno de Ricardo Lagos, Ignacio Walker (DC), es «muy extraño» que después de cuatro años de tramitación en ambas cámaras del Congreso el Gobierno «se tome un tiempo adicional» para tramitar las cartas laterales que —a su juicio— son «absolutamente extemporáneas».
El ex senador DC insistió en que la discusión «se debe negociar dentro del proceso y no una vez que este expire» y expuso que «estamos frente a una economía completamente estancada». Entonces, apuntando a la coalición de gobierno —Apruebo Dignidad—, cuestionó las razones del Ejecutivo para «ganar tiempo».
Para el ex canciller Ignacio Walker, Apruebo Dignidad «está marcada por un prejuicio ideológico», por lo tanto, «lo que impide que esto avance más rápido es el prejuicio que existe en el Partido Comunista y en el Frente Amplio».
«Llamo a que el Presidente Boric que haga uso de sus facultades y promulgue cuanto antes este acuerdo, porque estamos quedando atrasados», emplazó a La Moneda el también ex diputado, argumentando que «hay un rezago por parte de Chile, que antes solía ser vanguardia en esta materia».
«Espero que el Presidente promulgue este tratado cuanto antes, porque ya nos hemos tomado cuatro años. Chile no se puede seguir quedando atrás, en momentos que hay una situación económica muy compleja», cerró.
Mostrándose muy contento con la aprobación del tratado en la Cámara Alta, el ex canciller del gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el actual senador por Arica y Parinacota, José Miguel Insulza (PS), también se refirió al recientemente ratificado TPP11 y a la postura del Gobierno.
«Chile ha crecido mucho hacia el Asia Pacífico y haber rechazado este tratado hubiera sido muy perjudicial», comenzó señalando el senador Insulza, recordando que «la última vez que no se hizo el depósito de un tratado es el que ratificó el Congreso sobre derechos humanos, previo al 11 de septiembre y fue Pinochet quien no hizo el depósito de este».
Por lo tanto, «no podemos hacer algo similar hoy, no armemos el cuento ahora que el Presidente tiene la última palabra», advirtió el legislador socialista.
«Este avance para mi es importante, siempre he dicho que es un buen tratado, une a naciones Americanas, de Oceanía y del Asia Pacífico, pero se largó una campaña feroz hace unos años atrás, de hecho, a muchos países le produjeron ruido las cláusulas que estaba ingresando a este tratado Estados Unidos. Cuando llegó Trump al poder, con un lenguaje más duro, muchos se atemorizaron, y en ese clima en Chile surgió una campaña de No al TPP 12», agregó Insulza.
El senador indicó que «Trump decidió que no estaría en este tratado tiempo después, por lo tanto se transformó en el TPP 11, entre países con economías medianas, que no crean problema alguno a Chile, pero por algún motivo se continuó hablando en contra del tratado, quizás por razones políticas o ideológicas, gritando que este tratado era perjudicial para Chile, que no podríamos industrializarnos, que las semillas, que el cobre o la soberanía».
Con el paso del tiempo, y volviendo al momento actual, a juicio del ex titular de Relaciones Exteriores, «esto terminó repercutiendo en el Gobierno del Presidente Boric, quien podría haber retirado el tratado del Congreso, pero no lo hizo, entendiendo con esto claramente que, siendo el Presidente de todos los chilenos, empezaba a pensar que estas cosas eran útiles y necesarias para el país y todos los cuentos que se decían de esto, no son solo fake news, sino que, en casos como las semillas originarias, estas están excluidas del comercio internacional”.
El parlamentario del PS concluyó que, «en relación al sistema de resolución de controversias, Chile ha perdido solo una vez en este, pero por algún motivo alguien en este país piensa que cuando le está yendo mal en algo, hay que prorrogarlo todo lo posible. Yo hablé con senadores de Apruebo Dignidad que lo votáramos luego y no dar una lata, porque estaban los votos para aprobarlo, sin embargo, lo retrasaron todo lo que pudieron», finalizó.
Alfredo Moreno (independiente), ministro de Relaciones Exteriores bajo el primer gobierno del presidente Sebastián Piñera, planteó que el tratado «tiene muchos beneficios para Chile» y por lo tanto «mientras más tiempo esperamos más son los beneficios que perdemos y nos sale caro el tiempo transcurrido sin estar en este tratado —el tercero más grande del mundo—».
El también ex titular de Desarrollo Social criticó que el contenido de las side letters no sea de carácter púbico y llamó al Gobierno a aclarar de qué se tratan, más allá del tema de la solución de controversias entre inversionistas y el Estado. Si bien reconoció que Chile ha tenido una experiencia bastante positiva en tribunales internacionales de tipo comercial y solo ha perdido en un caso «no precisamente contra una gran corporación», aseguró que es una discusión que se puede dar a posteriori.
«Pienso que mientras más corto sea el periodo de espera, mejor para el país», declaró Moreno, recalcando que Chile ya tiene acuerdos comerciales con casi todos los países del tratado y por lo tanto el efecto práctico de las side letters sería «nulo».
«El Congreso ya dijo lo que piensa en su mayoría y esto ha sido ratificado por muchas administraciones anteriores», mencionó el ex ministro, repasando que «son muchos años de negociaciones para poder armonizar las opiniones de muchos países y por lo tanto sería una lástima perderlo o retrasar sus beneficios».
A juicio del ex canciller retrasarlo por mucho tiempo «sería inentendible, toda vez que a lo largo de la historia el país ha dicho —tanto en el Parlamento como en administraciones anteriores— que es lo que le parece conveniente».
«Si la objeción es el mecanismo de solución de controversias. Y el problema es si se quiere una corte permanente versus un arbitraje. Eso es algo que siempre se puede discutir y se podrá modificar en el futuro y se podrán hacer los cambios que los países acepten», refutó Alfredo Moreno.
Y, reiterando que hoy esas cartas bilaterales «no tendrían un efecto práctico, si el contenido es el que se dice que tienen», insistió que sería bueno que se hicieran públicas en su totalidad.
Quien también se refirió al tema fue el ex canciller del gobierno de Sebastián Piñera, Roberto Ampuero, apuntando a la fractura en el oficialismo y afirmando que la estrategia de las cartas bilaterales propuesta por La Moneda es «un autogol de media cancha del Presidente Gabriel Boric».
«Si aprueba TPP11, pierde ante su base radical; si rechaza, pierde ante el país; si sigue dilatando para quedar bien con todos, pierde ante su base radical, el país y los socios del TPP11», comentó el ex jefe del Minrel y militante de Evópoli, a través de Twitter.
La ministra de la Secretaría General de Gobierno (Segegob), Camila Vallejo, respondió a las críticas por la estrategia del Ejecutivo, asegurando que así como el Gobierno respetó y ha respetado la decisión del Senado, «ahora le toca al Senado respetar la decisión del Presidente».
«Así operan las democracias, así operan la división de poderes desde el Estado, cada uno con sus facultades y herramientas y atribuciones constitucionales», sostuvo la vocera en un punto de prensa desde La Moneda.
Sobre el tiempo que podría demorar la gestión de estas «cartas credenciales», la ministra Vallejo reconoció que «eso depende mucho, porque cada país tiene su tiempo, sus propias conversaciones».
«Pero en nuestro país hemos tenido casos de más de dos años en dónde se esperan. Esperamos que no tenga que ser tanto», expresó.
