Elección del Fiscal Nacional en el Senado y negociación por continuidad del proceso constituyente. Por estos días, estas son las dos principales prioridades para el Gobierno del Presidente Gabriel Boric, cuya discusión tiene al oficialismo presa de sus propias diferencias, pero con Apruebo Dignidad una vez más dispuesto a transar cuestiones ideológicas para evitar un fracaso del Ejecutivo. En ese contexto, la timonel del PPD se refiere a los principales desafíos de su sector, la polémica por el intento de la derecha de censurar a algunos diputados oficialistas en diferentes comisiones de la Cámara, y hace frente a las críticas por un supuesto discurso contradictorio emanado desde La Moneda.
El oficialismo enfrenta la próxima semana un momento crucial. Y es que, además de los esfuerzos por propiciar los acuerdos necesarios en el Congreso Nacional para acelerar el trámite legislativo de los emblemáticos proyectos de reformas tributaria y al sistema de pensiones, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric planea por estos días las estrategias para garantizar la viabilidad del acuerdo de continuidad del proceso constituyente, además de conseguir los votos necesarios para que su candidato, José Morales, se transforme en el próximo Fiscal Nacional, con el beneplácito del Senado.
En ese contexto, una de las voces al interior de Socialismo Democrático, la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, no descartó la posibilidad de discutir la propuesta de Chile Vamos en relación con una Convención mixta, admitiendo que los partidos oficialistas están dispuestos a transar para avanzar en la negociación, pese a que su postura original era la de un órgano 100% electo. Se trata de una discusión que ha despertado críticas y enfrentamientos entre colectividades de ambas coaliciones de gobierno, transformándose en una nueva traba para un proceso que se ha extendido mucho más allá de los pronósticos iniciales, causando la frustración en algunos sectores. Al respecto, hace unas semanas, la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Flavia Torrealba, llegó incluso a plantear que «el momento constituyente está superado».
En tal sentido, la próxima elección de Fiscal Nacional en el Senado será otro de los espacios donde el oficialismo someterá a escrutinio sus redes de poder e influencia, reviviendo la fractura y la división interna de una alianza de Gobierno en donde, si bien buscan cuadrarse detrás de las decisiones del Presidente Boric, la carta de José Morales sigue causando ruido en un sector de Apruebo Dignidad, sobre todo por su cercanía con el piñerismo, sus vínculos con la derecha y su fama como fiscal adjunto que le llevó a ganarse el apodo de «sepulturero».
Así, con las dos almas oficialistas deambulando en medio de un escenario político caótico y fragmentado, la timonel del PPD conversa sobre las cruciales negociaciones en relación con la Fiscalía Nacional y la continuidad del proceso constituyente, ambos procesos que podrían concluir durante el transcurso de las próximas semanas. Negociando con las diferentes bancadas del Congreso Nacional, la alianza oficialista despliega sus tácticas para evitar un nuevo fracaso.
-En medio de un ambiente tenso, la próxima será una semana crucial para el Gobierno, con la elección de Fiscal Nacional en el Senado. ¿Cuál es su opinión en torno a José Morales, la carta del Presidente Boric? ¿Qué dice su partido sobre los vínculos de Morales con el piñerismo y la derecha?
-Ojalá cambiemos el mecanismo para elegir Fiscal Nacional, porque nada de lo que me dicen me preocupa, porque los fiscales pueden tener ciertas afinidades, imagino que no son políticamente neutros, pero lo importante acá es cuál es su proyecto para ser Fiscal Nacional, y yo entiendo que el puntaje de José Morales para la quina que entregó la Corte Suprema tiene bastante que ver con eso, de modo que yo pondría en el centro de la discusión cómo la persona que ha planteado el Gobierno va a ser capaz de llevar adelante su programa en la Fiscalía, y cómo está planificando todo lo que tiene que ver con crimen organizado y agilización de causas, más que pensar si tiene más amigos en un lado o en el otro.
-¿Cómo cree que se puede favorecer la convivencia de las dos almas oficialistas, con una candidatura que genera división y reticencia en algunos sectores de Apruebo Dignidad? ¿Cómo propagar la unidad de los partidos de Gobierno cuando las propias decisiones de La Moneda causan división?
-Creo que hay que relevar la separación de poderes, que hay que demandar tener una Fiscalía que ojalá sea lo más neutra en términos ideológicos, y que permita dar tranquilidad y garantías a la ciudadanía, por eso yo pondría el acento de la discusión en ese espacio. Además, confío en que estas definiciones, que son prerrogativa exclusiva del Presidente, sigan siendo así, y nosotros debemos respetar la definición del Presidente, lo que me parece crucial. Para eso, creo que hay que hacer carne lo que planteamos en el cónclave respecto de ser una alianza de Gobierno, donde cuando aparezcan disensos irreconciliables, sea el Presidente quien tenga la última palabra. Y en este caso, es el Presidente el que propuso un nombre para Fiscal Nacional, de modo que yo espero que todos los partidos del oficialismo estemos a la altura de ese requerimiento del Mandatario.
-Ahora, en relación con la discusión por la continuidad del proceso constituyente, ¿es viable que el Socialismo Democrático respalde la propuesta de Convención mixta de Chile Vamos? ¿Es posible transar el espíritu inicial de propagar un órgano 100% electo, por el bien del proceso?
-Lo primero es que creo que no nos hemos demorado poco, pero creo que esa demora ha tenido frutos, de modo que tenemos las bases institucionales y tenemos el órgano que va a sancionar que esas bases se cumplan. Ahora, sobre el tema del mecanismo mixto, nosotros a priori no nos cerramos, lo que sí creo es que las propuestas no se lanzan por la prensa ni su viabilidad se analiza en los portales de noticias. Las propuestas se hacen en la mesa de negociación, y Chile Vamos no lo ha planteado formalmente y, por lo tanto, yo espero que en la próxima reunión que tengamos podamos arribar a un acuerdo que ojalá decante en un órgano 100% electo o en un órgano mixto, pero después de una conversación, de tratativas y de plantear argumentos. Pero esto de que un diputado o un senador se refiera por la prensa en torno a si es viable o no el mecanismo en discusión, creo que son cosas que complejizan el proceso.
-¿Está de acuerdo con la alternativa propiciada por algunos sectores de Apruebo Dignidad de organizar un cónclave maratónico para lograr llegar a un acuerdo en materia constituyente con la derecha?
-Cónclave, no sé. Pero creo que sí deberíamos trabajar la próxima semana días seguidos por espacios necesarios para consultar sobre temas complejos. Pero esto de encerrarse hasta no salir, me parece que es un poco una vitrina demasiado pública. Yo opto por reunirnos y conversar los temas, pero yo espero recoger el guante de ese planteamiento en lo sustantivo, no en la forma de un cónclave, pero sí que este tiene que ser un tema de alta prioridad y ojalá tener reuniones muy seguidas la próxima semana.
-¿No cree que apoyar la idea de una Convención Mixta implica traicionar los principios acordados por el oficialismo con la ciudadanía en su arribo a La Moneda? ¿Cómo promover una postura en común entre dos coaliciones de Gobierno en evidente estado de tensión?
-Muchos de los argumentos que están planteándose ahora sobre que sea una Convención mixta, o en su minuto 100% designada, tiene que ver con los miedos y aprensiones que había producido la Convención anterior. Pero creo que analizar el mecanismo desde una perspectiva aislada es un error, porque lo primero que se trabajó fueron las bases institucionales, donde se establece separación de poderes, Estado social y democrático de derecho, provisión mixta de servicios, paridad, descentralización. Todo esto, de modo que el rayado de cancha donde tiene que jugar una Convención está bastante más acotado, por una parte, y los bordes están construidos a partir de aquellos puntos por los cuales la ciudadanía relevó tener una nueva Constitución, como un rol mayor del Estado, por ejemplo.
-¿Cómo cree que se puede garantizar a la ciudadanía que la futura Convención no cometerá los mismos errores que el órgano anterior? ¿Es posible cambiar las reglas del juego, con los mismos intérpretes?
-Pienso que es un enorme error creer que vamos a tener una Convención igual a la que tuvimos en el pasado solo por el hecho de que va a ser electa. Para eso tenemos las bases institucionales, tenemos al órgano árbitro, y porque además estamos pensando en listas de partidos donde los independientes puedan ir, pero donde ojalá votemos por propuestas más que por figuras, de modo que hay una serie de otros aspectos a través de los cuales se ha resguardado que tengamos una Convención electa y legítima, pero que también juegue en la cancha de lo que les importa a los chilenos y a las chilenas a la hora de pensar en una nueva Constitución.
-¿Qué le parece el acuerdo entre Chile Vamos y diputados del PDG para censurar a parlamentarios oficialistas en trece comisiones de la Cámara? ¿Qué opinión tiene respecto al ambiente de hostilidad presente hoy en el Congreso Nacional?
-Creo que, más allá de que los parlamentarios que están siendo objeto de censura son parlamentarios de oficialismo, lo que me parece es que la Cámara de Diputadas y Diputados está dando un triste espectáculo, porque mientras los temas de la ciudadanía están enfocados en otras urgencias y mientras tenemos que bregar por tener instituciones creíbles y legítimas, la Cámara se da estos gustos, y si bien es legítimo que los diputados de oposición quieran liderar algunas comisiones, creo que hay otras maneras. en el contexto del diálogo democrático, de plantear esas propuestas. Al respecto, creo que esto viene a coronar a una Cámara donde hay tan pocos incentivos a la colaboración y al trabajo silencioso y serio, que aquí cada uno quiere descollar por las más diversas razones, y la verdad es que, por un minuto de prensa, están dispuestos a hacer cosas que, a mi juicio, están bien lejos de lo que debería ser la labor legislativa, y yo lo lamento mucho.
-¿Qué tan complejo cree que será para el Gobierno convocar las voluntades necesarias para sacar adelante sus reformas emblemáticas? ¿Podría el Ejecutivo soportar un nuevo fracaso en el Congreso Nacional, en torno a reformas como la tributaria y al sistema de pensiones?
-En el caso de las reformas, creo que hay una voluntad absoluta de avanzar, donde ambas coaliciones estamos muy convencidas de lo valiosa que es la reforma de pensiones, y, por lo tanto, la idea también es trabajar estrategias que permitan tener los votos de la derecha para aprobarla, porque en esa reforma en particular hay un imperativo ético. Sería imperdonable que en el corto plazo los adultos mayores más vulnerables y de clase media, que han visto mermada su condición a la hora de jubilar, no tengan un incremento en sus pensiones. Eso sería imperdonable, de modo que el imperativo es trabajar y ponernos de acuerdo, para avanzar rápido en la aprobación de esta reforma.
-Finalmente, ¿cuál es su análisis de la reciente gira del Presidente Boric a México? ¿Cumplió con las expectativas oficialistas? ¿Cree que las relaciones internacionales son uno de los aspectos positivos de su gestión?
-Creo que el despliegue del Presidente Boric en el ámbito internacional es muy interesante, creo que él está haciendo un esfuerzo por ser un actor en la integración latinoamericana, que me parece bien, y creo además que los planteamientos que el Mandatario hace respecto del intercambio comercial, entre otros temas, van en la línea de una mirada de Estado sobre las relaciones internacionales, que yo siento que se ha ido instalando poco a poco.