Junto con afirmar que «el problema que tienen de tarifas lo tienen que resolver con las empresas que generan la carga», el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, emplazó a los camioneros para que no exijan rebajas en los precios de los combustibles –punto que entrampa hasta ahora las negociaciones–. «No ocupen a Chile para resolver sus conflictos internos», aseveró, advirtiendo que «no hay motivo para no llegar a acuerdo». En ese sentido, Monsalve destacó las propuestas del Ejecutivo –que no han sido aceptadas por los transportistas– de congelar el precio del diésel por tres meses e inyectar US$1.500 millones adicionales al MEPCO. Por su parte, el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, manifestó que «tenemos esperanza de que el gremio de camioneros también entienda el rol que cumple a nivel nacional, lo que esto significa para el país en términos del comienzo de la temporada de exportación de productos agrícolas, y que hay muchos exportadores agrícolas de distinto tamaño, pequeños, medianos, que se verían afectados por este tema».
Cuando van dos intentos fallidos para llegar a un acuerdo, el Gobierno —a través de los funcionarios de Interior y Transportes— salió al paso del paro de camioneros y reiteró las propuestas que han puesto sobre la mesa para destrabar el conflicto y satisfacer las demandas de los transportistas en materia de seguridad y por el precios de los combustibles, las que no han tenido asidero y por lo que la paralización continúa tras siete días de movilización en carreteras.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, sostuvo que «Chile no está en condiciones de ocupar sus recursos públicos en un problema que es de privados». Desde La Moneda, acotó que «el problema que tienen de tarifas lo tienen que resolver con quienes les fijan las tarifas, y quienes les fijan las tarifas son las empresas que generan la carga». Y es que lo que entrampa las conversaciones es precisamente la rebaja en el precio de los combustibles que piden los camioneros, algo que el Ejecutivo ha tratado de abordar ofreciendo congelar el precio del diésel por tres meses e inyectar US$1.500 millones adicionales al MEPCO, lo que no fue aceptado por los transportistas en la última reunión.
También te puede interesar:
«En las propuestas que se han entregado a los distintos gremios del transporte con los cuales se ha conversado, es evidente la determinación del Gobierno de intervenir, primero porque está colocando cuantiosos recursos de todos los chilenos en el Mecanismo de Estabilización de los Precios de los Combustibles, US$1.500 millones», recalcó Monsalve. El Ejecutivo ha comprometido impedir el alza de los combustibles del diésel durante un periodo de hasta cuatro meses, o sea, «estamos comprometiendo que no va a haber alza y que en ninguna circunstancia subiría el precio del combustible».
«Puede ser que el alza del combustible, particularmente del diésel, no se traslade a la tarifa que les pagan a los transportistas, puede ser que haya sectores del transporte donde suba el combustible y no le modifican su tarifa, le siguen pagando lo mismo, y por lo tanto, está asumiendo el alza del costo de los combustibles. Por eso, conversamos con la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), y ayer sentamos a la mesa con los transportistas al líder gremial, Juan Sutil», añadió el subsecretario del Interior, mencionando que La Moneda se abrió a mediar a través del Ministerio de Transportes y de Economía, junto con la CPC y representantes de camioneros para que «en aquellos casos donde no haya contratos con polinomios que reflejen el alza de los combustibles en las tarifas, eso se resuelva».
«Chile, porque en realidad son recursos de todos, no tiene por qué hacerse cargo con recursos que se requieren en Salud, Educación, sectores vulnerables y adultos mayores de los problemas de fijación de tarifas que tienen entre privados», profundizó el subsecretario, destacando que «nos hemos hecho cargo de manera concreta de las demandas en materia de seguridad».
Para Monsalve, «el esfuerzo fiscal que está haciendo el Gobierno para poder enfrentar el alza de los combustibles y la mesa que está colocando con la CPC, son hechos inéditos». En ese sentido, emplazó a los camioneros para que no exijan rebajas en los precios de los combustibles. «No ocupen a Chile para resolver sus conflictos internos», aseveró, advirtiendo que «no hay motivo para no llegar a acuerdo».
El ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, en línea con Interior, expresó en el mismo punto de prensa que no tiene recuerdo hacia atrás de que el precio del combustible vaya a congelarse con promesa de que no va a aumentar, «y creo que eso debiera valorarse por parte de los gremios como una capacidad de sensibilizarse en un tema que es importante».
«Tenemos esperanza de que el gremio de camioneros también entienda el rol que cumple a nivel nacional, lo que esto significa para el país en términos del comienzo de la temporada de exportación de productos agrícolas, y que hay muchos exportadores agrícolas de distinto tamaño, pequeños, medianos, que se verían afectados por este tema», dijo el titular de Transportes y Telecomunicaciones.
El ministro Muñoz espera «que prime en ese sentido la sensatez, la racionalidad, respecto de valorar aquellas medidas que estamos proponiendo desde el Gobierno para resolver un tema importante».
Cabe mencionar que ayer los líderes de conductores de camiones, tras una larga reunión en el Ministerio de Transportes, Freddy Martínez y Cristián Sandoval, aseguraron que no se llegó a un acuerdo, por lo que continúan con las movilizaciones a la espera de «que el Gobierno reaccione».
Recordemos que los camioneros piden la disminución del precio de los combustibles durante cuatro meses y que en ese tiempo se trabaje en un nuevo mecanismo para estabilizar su valor.
Hasta ahora, no hay fecha fijada para un nuevo encuentro entre camioneros y La Moneda. Y actualmente existen 37 focos de movilizaciones de camioneros, de los cuales 36 están en el costado de la berma y uno se mantiene con «corte parcial». Las detenciones subieron a 17 (11 por Ley de Seguridad Interior del Estado) y el plan de abastecimiento se mantiene activo.
Ante la extensión de la paralización y las alertas de desabastecimiento de supermercados y productores agrícolas, el Gobierno activó un plan con 140 camiones que transportan productos e “insumos de primera necesidad” escoltados por la policía.
La Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex) advirtió el sábado que, de seguir el paro, la industria “no tendría otra opción que detener la cosecha de frutas”.
Los camioneros, un colectivo que tiene un enorme poder de influencia en Chile desde que en la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) se abandonara el transporte ferroviario, sostienen la segunda protesta en lo que va del año alegando falta de seguridad en las rutas. La primera fue en abril, un mes después de la llegada de Boric al poder.
Las movilizaciones de transporte en Chile tienen un impacto grande y directo en su economía, ya que no hay una alternativa al tránsito terrestre, lastrado por la falta de interés en el desarrollo de una amplia red ferroviaria durante la dictadura.
El presidente de la CPC, Juan Sutil, quien aseguró que «sin duda los camioneros tienen demandas que son muy atingentes», explicó que si la movilización se extiende una semana más, las pérdidas «van a pasar a US$ 200 o US$ 300 millones», por la incapacidad de mover los contenedores de los puertos y traer las verduras.
En conversación con TVN, Sutil aseguró que «ayer trabajamos más de 12 horas seguidas en conversaciones permanentes y yo creo que ya se debiera empezar a buscar un acuerdo para terminar este problema». Además, reconoció que «hay una propuesta muy robusta que es algo mejor a la del día lunes».
El líder de la CPC afirmó que «yo confío en que en los próximos momentos se debería llegar a un acuerdo sustancial, quizá no con todos», con la idea de «impedir que esto escale».