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La derrota política que le generó Ana Lya al Presidente Boric PAÍS Crédito: Agencia UNO

La derrota política que le generó Ana Lya al Presidente Boric

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C. Leighton, M. Arriagada y A. Cárdenas
Por : C. Leighton, M. Arriagada y A. Cárdenas Periodistas del diario El Mostrador.
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La ministra Ana Lya Uriarte era la encargada de amarrar los votos para que el candidato del Gobierno, José Morales, fuera el próximo Fiscal Nacional. No solo no consiguió alinear a las huestes oficialistas –demostrando con ello que no se diferenciaba mucho del criticado Giorgio Jackson en capacidad de gestión ante los parlamentarios–, sino que además su error de cálculo personal implicó propinarle una dura derrota política al Mandatario, a quien le aseguró que tenían los votos tanto del oficialismo como de la oposición. Pero la titular de la Segpres y, por extensión, todo el equipo político de La Moneda, no fueron los únicos que perdieron capital político. El piñerismo fue otro de los grandes derrotados. El lobby que ejerció el exministro Andrés Chadwick con la UDI y particularmente con RN –el partido del ex Presidente Piñera– chocó de frente con la dura realidad. A la fuga del voto del senador gremialista David Sandoval, se sumaron varios parlamentarios de Renovación Nacional que votaron en contra o se abstuvieron. En esa cuenta también salieron con saldo negativo los presidentes de partido Javier Macaya (UDI) y Francisco Chahuán (RN).


Un mazazo. Así fue recibido por el Gobierno del Presidente Gabriel Boric el rechazo de José Morales para ser el próximo Fiscal Nacional. Y no solo porque este rechazo signifique que el país siga sin cabeza en el Ministerio Público en un período particularmente tenso en el país, con muchos hechos delictuales, sino que también significó una derrota para el propio Ejecutivo, puesto que Morales, la carta elegida por el Mandatario, no logró generar consenso entre las huestes oficialistas, pese a la labor de la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte, y su par de Justicia, Marcela Ríos.

Morales obtuvo 31 votos a favor y necesitaba 33. Los 2 votos que le faltaron estuvieron entre los 6 que rechazaron su nominación y los 8 que se abstuvieron, abstenciones que en este tipo de casos constituyen otra forma de rechazar. Y en este grupo había varios del oficialismo. Por eso, todos los dardos apuntan a Uriarte, quien previo a su llegada a la Segpres se veía con más muñeca política que su antecesor, el criticado Giorgio Jackson. Pero en esta primera prueba de fuego grande que tuvo, resultó quemada.

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Según fuentes oficialistas, el Presidente Boric nunca tuvo la convicción de que Morales fuera el nombre correcto para encabezar el Ministerio Público, y en su elección habrían primado las recomendaciones de Uriarte, quien le aseguró al Mandatario que el fiscal adjunto concitaba un consenso transversal, lo que a la postre constituyó un error de cálculo mayor que terminó por propinarle al Jefe de Estado una nueva derrota política.

Otra de las críticas del oficialismo apuntó a la labor del «grupo de avanzada» del Ejecutivo para intentar capturar los votos, en particular al rol de la ministra de Justicia, Marcela Ríos, quien tampoco ha logrado construir puentes de confianza, no solo a nivel de parlamentarios sino particularmente con los ministros de la Corte Suprema, ante quienes se intentó hacer un gesto nominando a uno de los fiscales que más votos obtuvo en la quina, sin considerar los flancos que iban abriendo para el Ejecutivo las continuas controversias que ha enfrentado Morales a lo largo de su carrera como fiscal, y que le valieron el apodo del «sepulturero».

En las huestes oficialistas, el grueso de los cuestionamientos apuntó precisamente al equipo político, el que no solo no sopesó las dudas que generaba el candidato José Morales entre los senadores de las propias coaliciones de Gobierno, sino que tampoco fue capaz de ver que aquel apoyo cerrado que suponían de la UDI y RN no era tal.

Flancos internos

Otra de las cosas que quedaron claras tras el rechazo de Morales, es que en el oficialismo nunca hubo convencimiento acerca de la idoneidad de la carta del Gobierno para encabezar el Ministerio Público, lo que quedó representado en las abstenciones. Una de las que se abstuvo fue la senadora Alejandra Sepúlveda (FRVS), quien señaló a El Mostrador que «aquí hay una convicción absoluta de que esta persona no es la que tiene que manejar el liderazgo en la Fiscalía Nacional. No hay aquí ningún otro interés ni otra lectura más que esta persona no es la que debe manejar los destinos de la Fiscalía. Estamos en un minuto crítico en el país y esta persona no reúne las condiciones», recalcó.

Por su parte, la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Flavia Torrealba, dijo a este medio que «el rechazo de José Morales como Fiscal Nacional por parte del Senado refleja una falla que va más allá de un desajuste en la coalición de gobierno frente a una votación puntual. Está demostrando que el sistema político requiere una profunda rectificación, donde las relaciones institucionales sean más sólidas y coherentes. Si bien valoramos la libertad de conciencia que tienen los parlamentarios en materias de esta naturaleza y otras, no podemos dejar de advertir que debe existir un mínimo de coherencia entre ser parte de una coalición de gobierno y la forma en que se votan las iniciativas y propuestas que este somete a las votaciones del Poder Legislativo», subrayó.

Tanto en la FRVS como en la Democracia Cristiana no votaron a Morales, lo que también golpea a Uriarte, porque una de las misiones de la Segpres es esa: capturar los votos divididos en el Congreso para sacar adelante proyectos del Ejecutivo. No lo logró Jackson en su corta estancia en dicha cartera y ahora tampoco lo está consiguiendo Uriarte con el oficialismo. Desde el interior de la alianza de Gobierno puntualizaron que esto se debe a que, en este caso tan complejo de Morales, quien tenía estos antecedentes previos, no es posible dar órdenes a los partidos en temas éticos o valóricos.

Pero Uriarte no fue la única derrotada este pasado miércoles. En el Partido Socialista (PS) tampoco pudieron alinear a sus huestes, lo que deja como derrotados a su presidenta Paulina Vodanovic y al senador José Miguel Insulza, férreo defensor de Morales. Esto, porque antes de la votación, otro PS, el senador Fidel Espinoza, acusó a las ministras Uriarte y Tohá de hacer un “descarado lobby” en favor del señalado fiscal adjunto, y pidió tener “un poquito más de pudor y de cuidado”, lo que originó réplicas en la colectividad.

«(En este proceso) han salido cuestionamientos bastante graves. Soy de la idea de que la clase política no tenga que ratificar a los fiscales. Voy a abstenerme en mi votación. Respecto a la trayectoria y experiencia del señor Morales, no hay ningún cuestionamiento, pero aprobar al señor Morales sería tropezar con la misma piedra», dijo ayer el senador Espinoza.

El piñerismo, el otro gran perdedor

Aparte de la derrota del Gobierno, otro de los grandes perdedores fue el piñerismo, desde donde hasta el último momento hicieron todo tipo de gestiones para asegurar el nombre de Morales, quien –a su juicio– era el único fiscal que daba las garantías de no impulsar una investigación vehemente en los casos de violaciones a los derechos humanos cometidas en el marco del estallido social y que pudieran sentar en la banquillo a las más altas autoridades de la administración interior. Esta derrota dejó en evidencia la pérdida de poder del exministro del Interior, Andrés Chadwick, y de uno de sus principales asesores, el abogado Luis Hermosilla, conocido como «el señor de los pasillos».

Otro de los derrotados fue el timonel de la UDI, el senador Javier Macaya. Este era el encargado de asegurar los votos de su partido a favor de Morales, ya que era el favorito del piñerismo. De hecho, el propio Chadwick –primo y mano derecha de Sebastián Piñera– lo visitó en la sede de la colectividad. Macaya le habría asegurado que tenía todos los votos para respaldarlo.

Nada más lejos de la realidad, pues falló en uno, el senador David Sandoval. Pero otros senadores del gremialismo, como Iván Moreira, votaron a favor, aunque aprovecharon su instancia para repasar a la carta del Gobierno para Fiscal Nacional. «La ministra de Justicia no tuvo la capacidad de convencer y hacer una verdadera defensa del candidato Morales”, sostuvo. Y advirtió al propio aludido: “Le digo desde ya que desde la UDI seremos los primeros en felicitarlo por sus logros, pero también, si es ratificado, seremos implacables para criticar lo que se haga mal”.

Más tarde, en conversación con El Mostrador, Moreira ahondó en dichas críticas: “Votamos a favor y cumplimos, porque entendíamos que el fiscal Morales, propuesto por el Presidente Boric, tenía las capacidades de llevar adelante el liderazgo contra el narcotráfico, la delincuencia y el terrorismo. Pero, lamentablemente, aquí expuso el propio Gobierno al Presidente a una derrota, y frente a una derrota hay una responsabilidad política. Y esa responsabilidad política la tiene la ministra de Justicia y, a nuestro juicio, debiese renunciar, porque expuso al Presidente, nos expuso a nosotros, por lo tanto, aquí ha habido una campaña de descalificación feroz y, lamentablemente, uno tiene que comenzar por casa».

Macaya, en tanto, a la salida de la sesión del Senado, señaló que «ha sido un proceso con mucha exposición pública, yo creo que, a veces, lo puedo calificar como un proceso bien tóxico. Creo que el proceso de descalificaciones, de atentados a la honra de los candidatos, de filtraciones a la opinión pública (…), creo que no le han hecho bien al proceso”, indicó.

Peor le fue al presidente de RN, el senador Francisco Chahuán, ya que no logró alinear a su partido, a pesar de que habló en favor de Morales antes de la votación. Al final, él votó a favor de su nombramiento, pero otros seis senadores de la colectividad votaron en contra o se abstuvieron.

Uno de esos fue el senador Rodrigo Galilea, quien ya había manifestado que, a pesar de reconocer «los méritos, experiencia y conocimientos del fiscal Morales, creo que, en estos momentos, no es la persona adecuada para dirigir la institución». Posteriormente dijo a El Mostrador que esta derrota «no es una buena noticia para el Gobierno y también reviste un carácter de derrota política. Pero lo que yo creo es que el Presidente Gabriel Boric tiene que mejorar radicalmente su relación con los líderes de sus propios partidos en el Senado, saber leer mejor qué es lo que ellos están esperando y de ahí construir la mayoría necesaria para nombramientos tan importantes», sostuvo.

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