Chile es el segundo productor mundial de litio después de Australia y posee una de las reservas más grandes del orbe. La principal producción nacional está en el Salar de Atacama, donde dos empresas privadas lo producen a escala masiva –SQM y Albemarle–, aunque un segundo salar ha ganado una relativa importancia el último tiempo en el país, el de Maricunga, donde el Estado desea participar. Según el profesor Andrés Soto, director de Ingeniería Civil en Minas de la Universidad San Sebastián (USS), en el mundo, dado que se requiere litio –por ejemplo– en la fabricación de baterías para el auto eléctrico, en un mercado que avanza a pasos agigantados, todos los países que disponen del mineral están intentando avanzar en su producción, lo que es lógico. Sin embargo, lo anterior ha hecho notar una disminución de la participación de mercado de Chile en el tiempo, pasando de 58% en 2011 a 42% en 2022, principalmente por la entrada de más competidores (Australia y Argentina). Esto, pese a que los volúmenes de explotación del país han aumentado y el precio del litio está por las nubes. Una oportunidad que no se puede desaprovechar.
Durante las próximas semanas, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric presentará su política nacional de explotación del litio, la que incluye la creación de la Empresa Nacional del Litio, tal como lo adelantó a fines del año pasado el ministro de Hacienda, Mario Marcel, junto con afirmar que «habrá espacio para el sector privado».
A la espera de dicha presentación, surgen dudas sobre qué medidas se van a tomar para no seguir perdiendo participación en el mercado global del «petróleo blanco» u «oro blanco» por la demora, en una carrera que es esencial para la transición energética, la electromovilidad y la descarbonización, y donde los competidores avanzan cada vez más rápido.
Recordemos que Chile es el segundo productor mundial de litio después de Australia. Además, tiene una de las reservas más grandes del orbe. Junto a Bolivia y Argentina, el país configura el llamado triángulo del litio. Los tres países en conjunto poseen del orden del 85% de las reservas mundiales del metal.
La principal producción en Chile está en el Salar de Atacama, donde dos empresas privadas lo producen a escala masiva: la Sociedad Química Minera (SQM) y la empresa estadounidense Albemarle. En tanto, un segundo salar ha ganado una relativa importancia el último tiempo en el país: el Salar de Maricunga, donde el Estado desea participar, pero –tal como señala el Dr. Andrés Soto Bubert, director de Ingeniería Civil en Minas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad San Sebastián (USS)– es uno de menor tamaño que el de Atacama, aunque igual representa una gran oportunidad para la billetera fiscal.
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«Las concesiones de SQM en el Salar de Atacama expiran en una ventana de 6 años y podría ser el Estado quien explote el recurso», sostiene el académico, apuntando a la disminución de la participación de Chile en este mercado. En el mundo, dice el ingeniero Andrés Soto, dado que se requiere litio –por ejemplo– en la fabricación de baterías para el auto eléctrico, todos los países que disponen del metal están intentando avanzar en su producción, lo que es lógico. «De este modo se observa una disminución relativa de participación de mercado de Chile en el tiempo, de 58% en 2011 a 42% en 2022, por la entrada de más competidores (principalmente Australia y Argentina), a pesar de que los volúmenes de explotación del país han aumentado».
El doctor en Ciencias de la Ingeniería explica que el litio posee diversos usos –tanto en el almacenamiento de energía como en la medicina– y, además, recalca que el mineral goza de un gran precio que ha sostenido alzas por la demanda del mercado automotriz para fabricar el auto eléctrico, lo que genera un beneficio al país, debido al impuesto que pagan las empresas privadas que lo producen. En agosto, destaca el profesor Soto, se proyectaba por expertos que el litio aportaría al Estado del orden de un 1,3% del PIB el 2022.
Cabe mencionar que la Comisión de Minería del Senado aprobó y despachó al Comité de Hacienda el proyecto que crea un royalty minero, incluyendo una norma para distribuir un 36% de la recaudación en fondos regionales. Después de cinco meses discutiendo las indicaciones que el Gobierno actual incorporó al proyecto, la Comisión de Minería aprobó también la iniciativa que establece un royalty por la explotación de cobre y litio.
«Chile es y seguirá siendo un actor relevante, dado que presenta una producción importante y recursos de importancia a nivel mundial. Posiblemente en el tiempo se mantenga como un actor relevante en producción de carbonato o hidróxido de litio», remarca el académico, pese a que advierte que es difícil que nuestro país produzca baterías de litio a nivel local, «dado que tendría que competir con productores que realizan esto hace muchos años».
El precio del litio se ha disparado y no es exageración. A medida que arranca el mercado de autos eléctricos, según datos de S&P Global y Trading Economics, los precios del carbonato de litio transportado por mar aumentaron un 437% desde el inicio de 2021, mientras que los precios del hidróxido de litio han subido un 254% durante el mismo período.
Tener litio es y va a ser muy valioso. Y así lo evidencia el siguiente gráfico de VisualCapitalist, basado en los datos publicados por BP en su informe anual sobre la energía en el mundo. Tanto el estudio como el gráfico recogen 25 años de producción de litio, ilustrando sus volúmenes absolutos y los principales actores de la industria. Chile, se mantiene en el segundo puesto, por ahora.
Australia es una de las mayores potencias mineras del mundo, y eso incluye sus enormes reservas de litio, cuya explotación está llevando al extremo. Más del 50% de la producción internacional le corresponde, siendo China su principal comprador. Y es que el gigante asiático está multiplicando su fabricación y exportación de autos eléctricos. Solo el año pasado sus ventas a Europa aumentaron un 165%, en un incipiente mercado para el resto de los países. Lo cierto es que todos esos vehículos eléctricos necesitan litio. Y China se lo está comprando a su principal minero.
El resto del cuadro lo completan Chile, China, Argentina, Brasil y Zimbabue, en una escala que, por el momento, deja a un claro ganador: el litio (y, por ende, Australia).
El pasado 30 de diciembre, a través de un hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), la Empresa Nacional de Minería (ENAMI) informó la constitución de la sociedad «ENAMI LITIO SpA». Según la información entregada por la estatal, la escritura de la sociedad se inscribió en el Registro de Comercio del Conservador de Bienes Raíces de Santiago el 14 diciembre de 2022.
ENAMI Litio tiene 12 objetivos, de acuerdo con la publicación en el Diario Oficial consignada por Reporte Minero, en los que se destaca el estudio, investigación, evaluación, exploración, extracción, desarrollo, producción, explotación, beneficio, transporte, adquisición, enajenación y comercialización, «por cuenta propia o de terceros, de toda clase de sustancias minerales, concesibles o inconcebibles metálicas y no metálicas, y fósiles, incluyendo el litio, sales de litio, potasio, yodo, sales de potasio, boro, nitratos, magnesio, y elementos, sustancias o minerales de cualquier clase o naturaleza», que se encuentren en o que se obtengan de minas, salares, salmueras, acuíferos, aguas salobres y otros yacimientos mineros de cualquier clase, sean propios o de terceros.
Asimismo, en el documento se definen los lineamientos para producir, comercializar y exportar tanto el litio como sus derivados, además de productos con valor agregado elaborados por la empresa.
Por otra parte, se considera la tramitación de concesiones mineras, solicitudes de exploración de aguas, derechos de aprovechamiento de aguas, el desarrollo e instalación de laboratorios, fábricas, centros de estudios y otros. Además, se especifica que existe la posibilidad de «constituir, administrar, adquirir, enajenar, disolver, liquidar, transformar, modificar o integrar sociedades, instituciones, fundaciones, corporaciones o asociaciones de cualquier clase o naturaleza; celebrar contratos de asociación o actuación conjunta con uno o más terceros».
Con el objetivo de definir una política de desarrollo productivo sostenible en el país, este viernes 6 de enero se constituyó el Comité de Ministros para el Desarrollo Productivo Sostenible. La instancia, encabezada por el Ministerio de Economía y que busca orientar estratégicamente los esfuerzos del Estado en ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento, está compuesta además por los ministerios de Hacienda, Minería, Energía, Medio Ambiente, Ciencia y Tecnología, y también por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo).
Una de las tareas del Comité será administrar el nuevo programa presupuestario alojado en el presupuesto de la Corfo, dependiente del Ministerio de Economía, denominado “Desarrollo Productivo Sostenible”. El objetivo será invertir ingresos transitorios provenientes, precisamente, de la explotación del litio en capacidades productivas que –aseguran– generarán más y mejores ingresos permanentes para el país.
Asimismo, este nuevo programa abordará los grandes desafíos que tiene la economía chilena para los próximos años, como son la descarbonización justa, resiliencia ante la crisis climática y sus impactos socioambientales, y la sofisticación y diversificación productiva del país. Todos estos desafíos presentan una oportunidad de generar crecimiento económico, al mismo tiempo que transitar hacia una economía ambiental y socialmente sostenible.
Tras la primera reunión, el ministro de Economía, Fomento y Turismo, Nicolás Grau, explicó que uno de los desafíos económicos más importantes que tiene Chile «es recuperar el crecimiento de la productividad y generar empleos de calidad, al mismo tiempo que transitamos a una economía carbono neutral. Con esta misión coordinamos la creación de este comité. Estamos pensando hacia dónde debe apuntar nuestro país en los próximos años».
La secretaria ejecutiva del Comité de Ministros para el Desarrollo Productivo Sostenible, es la subsecretaria de Economía y Empresas de Menor Tamaño, Javiera Petersen, quien explicó que el nuevo programa presupuestario alcanza la suma de 155.942 millones de pesos, para ser destinados a la investigación y desarrollo, el impulso a nuevas actividades económicas y la innovación y el emprendimiento, además del fortalecimiento de instituciones públicas claves para llevar adelante estas políticas, especialmente la Corfo y la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
A juicio de la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, “la creación de este Comité es una medida fundamental para avanzar hacia un desarrollo que apunte simultáneamente a aumentar la justicia social y proteger la naturaleza. Dos de los objetivos estratégicos de las medidas apuntan a las metas establecidas en la Ley de Cambio a Climático: alcanzar la carbono neutralidad a 2050 y adaptarnos a los impactos de la crisis climática. Mediante medidas como estudiar los impactos de las nuevas industrias como el hidrógeno o el litio o la implementación de la agenda transformadora de la gobernanza del agua, el Ministerio del Medio Ambiente se suma activamente a este desafío que debe ser política de Estado”.
Para el ministro Energía, Diego Pardow, el desafío de esta instancia de coordinación interministerial es fundamental para su cartera, “pues nos permite avanzar en nuestras metas de mediano y largo plazo promoviendo la diversificación productiva a través de la innovación, la ciencia y la tecnología. En particular, como ministerio aportaremos en este esfuerzo a través de medidas concretas para el impulso sostenible de la industria del hidrógeno verde, la promoción de sistemas de almacenamiento y la meta de una descarbonización justa”.
En la misma línea, la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Silvia Díaz, valoró la creación de este nueva instancia. “Estamos muy contentos de haber participado en esta primera sesión del Comité de Desarrollo Productivo Sostenible, que está compuesto por diferentes ministerios, además de la Corfo, y sigue el objetivo del Gobierno del Presidente Boric de transitar hacia un modelo que pone en el centro el fortalecimiento de las industrias y que favorece la implementación de una economía innovadora y sustentable. Desde nuestro ministerio hemos mantenido encuentros con diversos representantes del sector y todos coinciden en que, tanto la ciencia como la tecnología, el conocimiento y la innovación, son imprescindibles para adelantarnos y dar respuesta a los desafíos del futuro”, sostuvo.
El vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, destacó el rol que cumple la entidad que dirige. “Esta es una instancia muy relevante de coordinación intersectorial a nivel de Gobierno, donde a Corfo le corresponderá cumplir un doble rol. Por un lado, ejecutar una parte importante de los recursos del programa en iniciativas de fomento y transformación productiva sostenible; y por otro, gestionar los recursos que financian las actividades de la Corfo y de otros ministerios y agencias, que se originan por los contratos de explotación del litio en las pertenencias de Corfo en el Salar de Atacama”, detalló.
El pasado martes 3 de enero, Minera Salar Blanco anunció que iniciará obras de un proyecto de litio por US$ 700 millones en Maricunga. Se trata de la operación de litio más avanzada de Sudamérica hecha por la firma de capitales australianos y que cuenta con la Resolución de Calificación Ambiental aprobada y una Consulta Indígena favorable.
Con el anuncio, la empresa se adelanta a Codelco, que pidió al Ministerio de Minería declarar su titularidad sobre todo el salar ubicado en la Región de Atacama. La estatal solicitó en 2022, por tercera vez, extender su Contrato Especial de Operación de Litio (CEOL), otorgado en marzo de 2018, a todo el salar, lo que afectaría los derechos de Salar Blanco y otras empresas con pertenencias en el acuífero. El Ministerio de Minería acogió a trámite la solicitud y está analizando la petición de la minera estatal.
Según consignó La Tercera, Salar Blanco asegura que puede producir litio sin un CEOL −el que de hecho no ha solicitado− porque su explotación se desarrollará sobre pertenencias previas a 1979; es decir, anteriores a la reserva del litio para el Estado. Además, dicen que entienden que tienen autorización del Estado para producir, porque, de acuerdo con el Código de Minería, es la Comisión Chilena de Energía Nuclear la encargada de autorizar a privados la exploración, explotación y comercialización de litio, la que les entregó ese permiso para sus pertenencias en marzo de 2018, autorización que se encuentra vigente.
El Departamento de Energía de Estados Unidos anunció, el martes 13 de diciembre de 2022, un gran avance científico en el ámbito de la tecnología de fusión nuclear. Los investigadores de la Instalación Nacional de Ignición (NIF) del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, de California, lograron por primera vez una «ganancia de energía neta» utilizando la fusión nuclear en un laboratorio.
«Este es un hito histórico para los investigadores y el personal de la Instalación Nacional de Ignición, que han dedicado sus carreras a hacer realidad la fusión nuclear, y este hito sin duda conducirá a más descubrimientos», dijo la secretaria de Energía de EE. UU., Jennifer M. Granholm. «En pocas palabras, este es uno de los logros científicos más impresionantes del siglo XXI», subrayó.
El hito es una buena noticia para el litio. Y es que hace muchos años se sabe que, para los procesos de fisión y o fusión nuclear, los isótopos de litio cumplen un rol fundamental. El profesor Andrés Soto explica que el litio-7 se emplea en reactores de fisión de agua presurizada para controlar la química de sus circuitos. Así, en la fusión nuclear se genera tritio, elemento escaso en la naturaleza, a partir de litio.
«El litio es más abundante que el tritio. El tritio y deuterio, permiten la reacción nuclear y de este modo obtener energía al formar helio. Ahora bien, su importancia es más bien estratégica, dado que sus isótopos sirven para producir la energía nuclear, pero es un negocio de menor escala en términos de venta de sales de litio para las empresas productivas», comenta el ingeniero.
El académico de la USS recalca que Chile ha apostado por las ERNC (energías renovables no convencionales) y, a su juicio, se observa «poco probable» que el país diversifique su matriz energética apostando a la energía nuclear. De todas formas, reitera que en Chile el litio tiene un impacto no menor por su carácter estratégico.