El exministro y exprecandidato presidencial, vivió en carne propia un enjambre de acusaciones constitucionales hacia los ministros con los que compartía en el segundo gobierno de Sebastián Piñera. Ahora, desde la otra vereda, ve cómo el gobierno del Presidente Boric, que muchas veces apoyó este mecanismo, sufre las consecuencias. Briones cree que, quienes son hoy oposición, «quienes vimos cómo eso encarajina las relaciones, y cómo va degradando la democracia, deberíamos ser los primeros en entender que este instrumento tiene que ser una última ratio y usado en su mérito, en un mérito jurídico». Por eso, cree que ya es momento de que los líderes de Chile Vamos tengan «la capacidad de dar vuelta a la página».
El exministro de Hacienda, Ignacio Briones (Evópoli), vive hoy una experiencia que en el Congreso ha llevado meses de polémicas. Él, siendo de oposición, integra la Comisión de Reactivación Educativa, iniciativa que impulsó el gobierno de Gabriel Boric a propósito de los diferentes problemas que evidenció el regreso a las aulas tras la pandemia. Desde esa vereda, hace un llamado a sus correligionarios para «tratar de dar vuelta la página, al menos en parte, de la desconfianza hacia el gobierno».
En entrevista con el diario La Tercera, el presidente del directorio del Centro de Estudios Horizontal, se refirió a la contingencia política, a la tensión entre el Gobierno y la oposición, a los riesgos que se proyectan con las acusaciones constitucionales y a la necesidad de retomar el diálogo. «Yo comprendo el malestar de la oposición porque si usted está en una mesa para generar medidas para combatir la delincuencia, la violencia, es incompatible con indultar delincuentes. Pero dicho eso, espero que ese espacio de diálogo se retome, porque es la primera prioridad de los chilenos. Y hemos hecho poco y nada, dijo.
Respecto al ánimo y tono que ha tenido la oposición para con el gobierno, piensa que «Chile Vamos, en su tono, en su forma y en su actuar ha sido a mi juicio -quizá es una mirada sesgada- infinitamente más colaborativo de lo que fueron quienes nos gobiernan hoy cuando fueron oposición». Esto, lo dice a partir de las acusaciones constitucionales recientes y en las nueve acusaciones constitucionales que sufrió el gobierno en el que él participó: «Quienes vimos cómo eso encarajina las relaciones, y cómo va degradando la democracia, deberíamos ser los primeros en entender que este instrumento tiene que ser una última ratio y usado en su mérito, en un mérito jurídico»
Además, advierte que existe un riesgo en el vicio que está detrás de esta herramienta, porque «tenemos que darnos cuenta es que ese uso y abuso va deteriorando la democracia. Quienes creemos en ella, tenemos que protegerla», dice.
Es por eso, que cree que desde su sector es importante que aparezcan liderazgos que tengan «la capacidad de dar vuelta la página», por lo menos en parte, dice, «la desconfianza hacia el gobierno de forma tal de lograr grados de entendimiento razonable. No digo que vayan a celebrar todos los días juntos. Pero es dejar atrás aquello que choca a nuestras emociones y preguntarse en base a la razón cómo proyectar el Chile que necesitamos».
Luego de ser preguntado por si cree que los ánimos de tender puentes son genuinos, Briones explica que, más allá de las intenciones que haya detrás, necesita tender puentes porque «no tiene mayoría en ninguna de las cámaras». En cualquier caso, advierte, que llamar a los acuerdos siempre es bienvenido, pero, el Presidente Boric, «a diferencia de su coalición, estuvo en dos acuerdos importantes», recuerda el exministro.
Además, reconoce que «El del 15 de noviembre, en que fue muy valiente, le costó la crítica de su sector y sanciones políticas. Y estuvo también en la mesa por la infancia que convocó el Presidente Piñera, lo que muestra una intención natural de abogar por acuerdos». Sin embargo, es claro al decir que «no bastan las buenas intenciones» y que «el problema de fondo es de reglas».