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Los ministros mejor evaluados y más experimentados del Gobierno conforman algo más que una fuerte dupla de poder en el gabinete. Ella, a cargo de Interior, con todo lo que eso implica: seguridad, viabilidad política del programa, combate al crimen organizado, etc.; él, dueño de la billetera fiscal y encargado del proyecto estrella de la administración: la reforma tributaria, con la que se espera financiar la agenda social. Además de admiración mutua, hay respeto y una larga amistad que surgió a fines de los 90 en la Dirección de Presupuestos. Hoy, son el núcleo duro del Ejecutivo.
Según la última encuesta TúInfluyes, Carolina Tohá (57, cientista política) y Mario Marcel (63, economista) son los ministros mejor evaluados del gabinete del Presidente Gabriel Boric: ella con un 54% de aprobación y él con 62%. Un resultado que refleja tanto experticia como recorrido de vida y profesional.
De más está decir que ambos tienen tareas titánicas en sus manos: administrar un ciclo político e institucional –por decir lo menos– complicado: una inflación histórica y una recesión económica, junto a serios problemas de delincuencia y crimen organizado, a lo que se agrega una ola migratoria que no para y el conflicto en la llamada Macrozona Sur que no cede, por nombrar algunos flancos.
Sin embargo, carácter e impronta parece que a ellos no les falta.
“Tienen características de personalidad muy parecidas: fuertes, intensos, ‘mateos’, no le sacan el cuerpo al trabajo ni al estudio, los dos poseen un trato cordial, tienen buenas relaciones interpersonales”, detalla un excolaborador de ambos. Y quienes han estado en la otra vereda los califican como respetuosos y estupendos negociadores. Todos coinciden en que “les encanta el poder y se mueven fluidamente en sus círculos”.
Aseguran que él tiene más sentido del humor. Aunque carga con una “chapa” de parco, es de risa fácil con sus colaboradores y de «una enorme paciencia; aunque vaya muy apurado escucha a todo el mundo y nunca se enoja». Una vez que llegó al Gobierno alguien externo abrió la cuenta de Instagram @corbatasdemariomarcel (por el estilo sin corbata del Ejecutivo). Con 11 mil seguidores, su portada dice: «Para cambios profundos pero ordenados y sostenibles en el tiempo. Responsabilidad fiscal ante todo”.
Tohá se muestra más seria en ese aspecto. Sus 14,3 mil seguidores en @carolina_toha pueden ver la diferencia desde que es ministra, con posteos oficiales que se mezclan con momentos de su “vida anterior”: fotos de sus hijos, paseos cerca de su casa en Tunquén, recetas de cocina… Su descripción señala: “Ministra del Interior y Seguridad Pública del Gobierno del Presidente Gabriel Boric”.
La cientista política y el economista comparten una crianza en el seno de la clase media, el gusto por la arquitectura, la decoración, los perros, la buena mesa (en el caso de ella, es vegetariana) y la música. Marcel es seguidor de Los Beatles, pero fanático de la música brasileña, en especial de la cantante Maria Bethânia.
Tohá creció en un ambiente político, muy cercano al poder y frecuentado por personajes notables como Pablo Neruda y Gabriel García Márquez. Marcel, alejado de ese mundo, tenía claro que su meta era estudiar y prosperar económica e intelectualmente.
La ministra Carolina Tohá Morales tiene una historia más conocida: es hija del abogado y político José Tohá, quien fuera ministro del Interior y de Defensa de Salvador Allende, y de Victoria (Moy) Morales. Tras el golpe militar su padre fue detenido, torturado y asesinado en febrero de 1974. Entonces Carolina, de solo ocho años, su hermano menor José –hoy arquitecto residente en Washington– y su madre, dejaron atrás esa vida (no así el dolor) y se radicaron en México durante cinco años. Un tiempo que ella ha descrito como “sanador”.
De regreso en Santiago terminó el colegio y entró a estudiar Derecho en la Universidad de Chile (carrera que no terminó). Allí se convirtió en dirigenta estudiantil. Fue vicepresidenta de la FECH entre 1986 y 1988 con el DC Germán Quintana como presidente. Fue parte de la campaña del No y participó en la fundación del Partido por la Democracia (PPD) junto a su padrino político, Ricardo Lagos Escobar. Con el regreso a la democracia decidió tomarse tiempo propio y partió a Italia, donde estudió Ciencias Políticas y obtuvo un doctorado en la Università degli Studi de Milán.
Su itinerario político está registrado: destacan sus periodos de diputada por Santiago (2002-2009); en la segunda candidatura (2005) estuvo involucrada en el caso Servel-Publicam, por la emisión de facturas falsas para justificar gastos de campaña. Una investigación de la que salió libre de responsabilidad y cuya causa se cerró en 2008. Fue la primera mujer en asumir la Secretaría General de Gobierno, durante el primer mandato de Michelle Bachelet; estuvo a cargo del comando de la segunda candidatura presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle; fue presidenta del PPD (2010-2012), época en que el Ministerio Público investigó el financiamiento ilegal al partido por parte de Soquimich –en el marco del caso SQM–. Tohá declaró no estar relacionada con los pagos, el caso se cerró, pero la situación la golpeó fuertemente. Fue también alcaldesa de Santiago (2012-2016), periodo por el cual Contraloría mantiene una investigación por posibles “gastos improcedentes y sin respaldo”, un proceso que le costó perder la reelección.
Mario Marcel Cullell es hijo de Mario Marcel Ahumada y Nuria Cullell Camaros –quien llegó al país escapando de la guerra civil española–. Sus padres pusieron todas sus energías en trabajar y salir adelante, por ello el ministro tenía claro desde niño que sería el primer universitario de su familia. Siempre fue alumno destacado en el Instituto Nacional y luego en la FEN de la Universidad de Chile. Cursó un máster en Economía en la Universidad de Cambridge y un doctorado en igual disciplina, en la misma institución, del que no se graduó.
Fue investigador en Cieplan; secretario ejecutivo del Comité Interministerial de Modernización de la Gestión Pública; director de Presupuestos (Dipres); director ejecutivo por Chile en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Estados Unidos; encabezó la “Comisión Marcel”, que sentó las bases de la reforma previsional que se aprobó en 2008; fue subdirector de Gobernabilidad y Desarrollo Territorial de la OCDE; presidente del Banco Central, además de realizar diversas consultorías.
Y algo muy importante para él: es accionista (posee el 15,25% de la propiedad) de Fabrestel, la pyme familiar que fabrica resistencias eléctricas, fundada por su padre y cuyo gerente es hoy su primo Cristián Marcel.
A pesar de ser contemporáneos en la Universidad de Chile, Tohá y Marcel nunca coincidieron en su época estudiantil. Quizá porque la FEN vivía en una especie de burbuja respecto de otras facultades. Pero su camino se cruzó varias veces después. Una de esas fue en la Dirección de Presupuestos (Dipres). La ministra del Interior ha reconocido que Marcel la contrató en la Dipres a fines de los 90, cuando ella regresaba de Italia y él era el subdirector del organismo. Después, en el Gobierno de Ricardo Lagos, cuando él asumió la dirección de la Dipres y ella era subsecretaria de la Secretaría General de Gobierno, ambos participaron en el proyecto de fortalecimiento de la sociedad civil.
La amistad continuó mientras ella era alcaldesa y él consejero del Banco Central.
“Mario fue mi tercer jefe (…), a duras penas lográbamos que subiera una ceja cuando algo le parecía bien, el problema es que cuando algo le parecía mal subía exactamente la misma ceja. Entonces uno podría decir: ‘Qué difícil trabajar con un jefe así, pero la verdad es que fue todo lo contrario’. (…) La verdad es que este caballero que ha sido acusado de ser un halcón que defiende los intereses de los poderosos, de ser un mano de guagua que esconde la plata, que ha sido acusado de ser un tecnócrata insensible que no conecta con los sentires ciudadanos, ha estado detrás de parte de las reformas más progresistas que se han hecho desde el retorno a la democracia”, expresó Tohá en su discurso durante el homenaje que realizó Clases UC al actual titular de Hacienda, cuando este dejó el Banco Central.
Por eso a los cercanos no les extrañó que fuera el propio Marcel el que intervino para que Tohá llegara a reemplazar a Izkia Siches, en el cambio de gabinete de septiembre pasado.
Aunque la idea de “sumarla” al Gobierno comenzó a gestarse en mayo, cuando el Presidente Boric decidió “visitarla”, como hace –cada tanto– con distintas figuras políticas, para “conversar”. De inmediato admiró su experiencia, claridad y su estilo frontal. La idea originaria del Mandatario –dicen– era ponerla a cargo de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres). Por eso, cuentan que hasta última hora ella estaba convencida de que reemplazaría a Giorgio Jackson. Pero actuó la mano de Marcel. Aseguran que necesitaba un complemento a cargo del equipo político. Y ella, a sus ojos, era la ideal.
Así Tohá se instaló en Interior. Y, de paso, el Socialismo Democrático quedó a cargo de mover los hilos del Gobierno tanto en seguridad como en inversión y gasto, algo así como los pulmones del Ejecutivo.
