Opinión
Considerando la situación sociopolítica peruana, existe una gran coyuntura para que destinos turísticos chilenos puedan atraer las miles de cancelaciones de turistas que habían planificado visitar el Perú. Sin embargo, la falta de regulación en la industria alternativa, la carencia de desarrollo de destinos turísticos inteligentes y la inseguridad que se observa en muchos destinos, nos deben hacer reflexionar y exigir a las autoridades turísticas, la implementación adecuada y eficiente de los pilares de la estrategia de turismo Chile 2030. Debemos recordar que el turismo no solo se debe valorar como una actividad industrial, sino como un catalizador capaz de generar valor transversal a otras áreas productivas, como el comercio internacional, exportaciones, inversión directa, y la marca país, que es el principal activo de la imagen proyectada de Chile al mundo.
Hace algunos días, se anunció el desvío del crucero Seabourn Quest desde el puerto de Pisco, Perú, hacia Arica, como resultado de las manifestaciones y protestas en el país andino. Precisamente, estuve en Arica hace algunos días recorriendo la ciudad, y comprobé empíricamente la poca cantidad de turistas que visitaban la ciudad, junto con las carencias del producto turístico ariqueño, específicamente en cuanto a servicios y transporte hacia los atractivos. Al leer esta noticia, ,me cuestioné un par de asuntos: ¿Qué van a hacer los más de 200 excursionistas de crucero en la ciudad de la eterna primavera, si no existen servicios de agencia y transporte hacia los atractivos? ¿Qué actividades podrían hacer los miles de turistas que intentan escapar del Perú hacia destinos turísticos aledaños como la ciudad nortina? Considerando la situación del Perú, en donde su principal destino, la ciudad de Cusco, ha experimentado cancelaciones hoteleras que llegan al 90%, es donde estos turistas podrían redireccionarse hacia alguno de los destinos turísticos chilenos cercanos. Es entonces donde quisiera hacer la siguiente reflexión, considerando la estrategia de turismo 2030 de nuestro país:
Uno de los pilares de la estrategia de turismo 2030 es la Innovación y transformación digital y la conformación eventual de destinos turísticos inteligentes, es decir, que mediante el uso de tecnologías (5G) y producto del manejo de información en forma eficiente (big data), se optimice la toma de decisiones en el destino en tiempo real, mejorando así la experiencia del turista y la de las comunidades locales. El uso de las tecnologías para análisis de datos en la web y redes sociales en tiempo real, permite examinar la variación de precios en ciudades competidoras; analizar los meses en que los precios de un destino son más costosos o más económicos; indagar respecto de la estrategia de precios en canales de distribución online; examinar la valoración de los distintos segmentos de público objetivo para ciertos destinos y, en casos de fenómenos que interrumpan la actividad turística en algún destino cercano (estallidos sociales, desastres naturales, guerras), permite lanzar campañas de promoción para atraer esos turistas hacia destinos cercanos. Las autoridades, en tal sentido, están al debe: existe solo un piloto de destino turístico inteligente hasta ahora, la cuenca del Lago Llanquihue.
Asimismo, otro aspecto a considerar es la competencia inicua por parte de AIRBNB —la agencia de viajes virtual que ofrece alojamientos a turistas en los principales destinos turísticos chilenos— que no paga impuestos, ni exige resolución sanitaria a los alojamientos integrados en su plataforma. Tal competencia afecta, por una parte, a los servicios de alojamientos, que deben cumplir con estrictas regulaciones para obtener una patente municipal. La nula fiscalización de estos alojamientos informales en edificios residenciales no solo ha provocado procesos de gentrificación (desplazamiento de las comunidades locales hacia los suburbios de la ciudad), sino además, la usurpación de reservas hoteleras producto de precios más bajos para el turista, considerando el no pago de impuestos. Por otra parte, también afecta la imagen proyectada de Chile al exterior; basta recordar cuando dos familias brasileñas murieron intoxicadas en uno de estos alojamientos hace algunos años en la ciudad de Santiago, noticia que manchó la imagen de Chile en Brasil, imagen que tanto había costado posicionar: Chile, destino turístico de calidad.
Un último aspecto es en cuanto a la seguridad y la experiencia del turista. Hace unas semanas fuimos testigos de la apuñalación de un guía turístico en la plaza de armas de Santiago, hecho que provocó conmoción en la ciudad. A este respecto, la cámara regional de comercio de Valparaíso, instaló el debate sobre la implementación de la policía del turismo (conformada potencialmente por carabineros en retiro y personal de empresas de seguridad), con el fin de resguardar a los turistas que visitan el puerto. Este tipo de policía existe en ciudades turísticas del Perú, México y Colombia. ¿Estamos en un punto crítico en cuanto a inseguridad, en donde se hace necesario el planteamiento de estrategias de este tipo?
Considerando la situación sociopolítica peruana, existe una gran coyuntura para que destinos turísticos chilenos puedan atraer las miles de cancelaciones de turistas que habían planificado visitar el Perú. Sin embargo, la falta de regulación en la industria alternativa, la carencia de desarrollo de destinos turísticos inteligentes y la inseguridad que se observa en muchos destinos, nos deben hacer reflexionar y exigir a las autoridades turísticas, la implementación adecuada y eficiente de los pilares de la estrategia de turismo Chile 2030. Debemos recordar que el turismo no solo se debe valorar como una actividad industrial, sino como un catalizador capaz de generar valor transversal a otras áreas productivas, como el comercio internacional, exportaciones, inversión directa, y la marca país, que es el principal activo de la imagen proyectada de Chile al mundo.
