Domingo Lovera (RD) sobre la Comisión Experta: “Debe darle protagonismo al verdadero actor de este proceso que es el Consejo Constitucional’’ 

Domingo Lovera es académico de la U. Diego Portales, donde sus líneas de investigación han sido el derecho constitucional, el derecho a la protesta y los derechos constitucionales de niños, niñas y adolescentes. Apoyó a Revolución Democrática (RD) en las negociaciones que derivaron en el Acuerdo por Chile y formó parte del grupo de cinco expertos que redactó la reforma habilitante de un nuevo proceso constitucional. 

La Comisión Experta elegida por el Congreso Nacional iniciará la redacción de un anteproyecto el 6 de marzo, con un plazo de tres meses. El insumo servirá como hoja de ruta –no vinculante– sobre la cual trabajará el Consejo Constitucional –elegido por votación–. Además, tendrán derecho a voz durante el proceso constituyente y podrán votar en la instancia de armonización –hacia el final del proceso–, al interior de una comisión mixta. 

-Su coalición, Apruebo Dignidad, decía –durante la negociación del acuerdo constitucional– que los expertos iban a carecer de la legitimidad democrática. ¿Actualmente le ve valor al espacio?  
-Absolutamente. Se debe tomar en cuenta cuándo se formularon esas objeciones. Durante las conversaciones hubo distintas alternativas, una de ellas consistía en que todo el órgano constituyente fuera uno designado y no electo popularmente. Tal como fueron decantando las conversaciones, lo que hay que advertir es que la Comisión Experta es una designada por el Congreso Nacional, que goza entonces de una legitimidad democrática indirecta. Dicho eso, es importante que la Comisión Experta tenga presente y se comporte de forma tal que permita darle protagonismo al verdadero actor de este proceso, que es el Consejo Constitucional.  

-¿Cuál sería el rol clave de la Comisión Experta? 
-La Comisión Experta tiene una misión que cumplir, tarea entregada por la reforma constitucional, que es la de redactar el anteproyecto. Para que no se constriña demasiado el trabajo del Consejo Constitucional, me parece que la Comisión debe cuidar de no regular las materias y asuntos con tanto detalle, y cuando sea posible, dejar espacios de decisión amplia para el Consejo Constitucional.  

-¿Qué significa en lo concreto que se deben dejar espacios de decisión para el Consejo Constitucional? 
-Que permita juego de piernas. Por ejemplo, en algunas materias en que haya demasiado desacuerdo, ¿para qué cerrarlas? De repente, colocar alternativas que permitan que el Consejo se decante por una u otra opción.  

-El economista Guillermo Ramírez planteó que se cometería un error si no se considera, en el próximo órgano constituyente, la aplicación progresiva de alguna versión del sistema parlamentario. ¿Hay espacio para hacer estos cambios? 
-Hay espacio. Si uno observa las bases que se acordaron, al menos respecto de estas cuestiones, lo único que se señala es que el Jefe de Gobierno, ojo, no el Jefe de Estado, va a tener la titularidad para presentar proyectos de ley que impliquen gasto al Estado.  

No sé si va a existir el apoyo político suficiente para avanzar en una discusión que avance al semipresidencialismo. Pero hay un acuerdo entendido de que es necesario habilitar un sistema político de modo tal de permitir que la coalición que gane una elección pueda implementar su plan de gobierno, cosa que hoy es muy difícil.  

-Cuando dentro de las doce bases se explicita que el Poder Legislativo está compuesto por Cámara de Diputados y Senado, ¿existe la posibilidad de establecer distintas atribuciones a cada Cámara? 
-Claro. Las bases lo que disponen es que el Congreso Nacional debe estar compuesto por dos Cámaras, pero no impone nada respecto de cómo deben estar integradas esas dos instancias, ni de sus atribuciones. Esto va a pasar por que haya un acuerdo político transversal que permita repensar qué tipo de atribuciones se quieren cambiar y mantener, de cada una de las Cámaras. Cómo cada una participa del proceso de formación de la ley; cómo se va a componer, por ejemplo, si hacemos que el Senado dialogue más con la representación regional. 

-¿Cómo se puede combatir la fragmentación a través de una nueva Constitución? 
-Tenemos presidentes y presidentas elegidos que se encuentran con un Congreso donde no tienen mayoría parlamentaria, y donde las políticas y promesas de Gobierno terminan siendo imposibles de ser implementadas. Esto genera desazón en la ciudadanía, que siente que el problema es el sistema democrático. Un sistema demasiado maniatado es el que hay que tratar de corregir. Por ejemplo, quórums más bajos en el Parlamento. Lo clave es tener el espacio para pensar que nuestras instituciones pueden ser de otra forma, y que tenemos problemas que hay que solucionar.