CULTURA
Para la parlamentaria de Alemania, la decisión sobre la composición de la comisión constitucional es un tema de Chile, pero añade que comprende el rechazo al nombre de Hernán Larraín por las víctimas de Colonia Dignidad. La diputada germana señala, además, que la creación de un sitio de memoria –como adelantó el canciller Olaf Scholz en su visita a nuestro país– “no debería ser un punto final, sino un punto de partida para reflexionar sobre los crímenes de la ex Colonia Dignidad”. En tanto, para Jan Stehle, investigador en el Centro de Investigación y Documentación Chile – América Latina (FDCL) en Berlín, “han sido justamente personeros como Larraín –futuro presidente del Consejo Constitucional– los que, a través de su vehemente defensa del enclave, permitieron que Colonia Dignidad siguiera cometiendo crímenes hasta la captura de Paul Schäfer en 2005”.
Una visión crítica sobre la reciente visita a Chile del canciller alemán Olaf Scholz expresaron la diputada alemana Renate Künast y Jan Stehle –cientista político, economista y activista de derechos humanos del país germano– en relación con el caso de la ex Colonia Dignidad.
“Me alegra que el canciller Olaf Scholz en su visita a Chile haya resaltado el caso. La propia Alemania aún tiene mucho que hacer en la reconstrucción de esa época y el tratamiento de las víctimas alemanas y chilenas”, dijo Künast.
“El tema Colonia Dignidad está presente en la agenda bilateral desde hace décadas y los escasos avances en este tema siempre se han producido gracias a la presión de víctimas, activistas y periodistas”, destacó por su parte Stehle.
Para el experto, esto ilustra la ausencia de una política de derechos humanos proactiva a nivel de Gobierno y diplomacia.
El Presidente Gabriel Boric y el canciller Scholz coincidieron este domingo en construir un sitio de memoria en la antigua Colonia Dignidad, el enclave creado por el suboficial nazi Paul Schäefer que operó como centro de detención, tortura y exterminio durante la dictadura militar chilena, y como una secta cristiana, que permitía el abuso sexual sistemático de menores de edad por parte de Schäefer.
La diputada alemana Renate Künast.
“En el verano (boreal) de 2017, en el Parlamento alemán decidimos de forma unánime la participación de Alemania en un sitio de memoria y educación. Que ambos jefes de Gobierno lo hayan recalcado significa que ahora debe pasarse a los hechos. No debemos olvidar que también hay que solucionar temas financieros. Por ejemplo, en el apoyo a los antiguos habitantes que viven en Chile y carecen de recursos en medio de las necesidades propias de su edad y los cuidados requeridos”, dijo la legisladora.
“La creación de un sitio de memoria no debería ser un punto final, sino un punto de partida para reflexionar sobre los crímenes de la ex Colonia Dignidad y la dictadura militar chilena. Pero se trata de mucho más. El tema es por qué durante tanto tiempo se miró para otro lado, por qué hubo apoyo de la parte alemana. El gran sufrimiento, especialmente causado a los niños, ¿cómo no fue visto eso? ¿Por qué no actuaron de otra forma la embajada, el Ministerio del Exterior, el Ministerio de la Juventud de Alemania?”, agregó Künast.
“Lo importante de este anuncio es que lo realizan ambos jefes de Estado de manera conjunta, graficando de esta manera la corresponsabilidad de ambos Estados en los crímenes cometidos por Colonia Dignidad entre 1961 y 2005”, subrayó por su parte Stehle.
Jan Stehle es un experto en el tema de la ex Colonia Dignidad.
Künast es una política alemana del partido de Los Verdes. Entre 2001 y 2005, fue ministra federal de Agricultura, Alimentación y Protección del Consumidor. Entre 2005 y 2013 fue portavoz del grupo parlamentario de su partido en el Bundestag, del cual es integrante desde 2002.
Por su parte, Stehle es investigador en el Centro de Investigación y Documentación Chile – América Latina (FDCL) en Berlín. Hace años investiga el caso Colonia Dignidad y en 2021 publicó su tesis doctoral realizada en la Universidad Libre de Berlín al respecto.
El experto afirma que el proceso hacia ese sitio de memoria, educativo y de documentación lleva muchos años. La decisión política se remonta a 2017, cuando se crea la Comisión Mixta a nivel bilateral y entre cuyo mandato está la construcción de un sitio de memoria.
Ambos gobiernos nombraron cuatro expertos que presentaron una propuesta para este sitio de memoria hace ya más de dos años. Estos expertos son Elke Gryglewski y Jens-Christian Wagner por el lado alemán y Elizabeth Lira y Diego Matte por la parte chilena.
“Ha pasado el tiempo y aún no se anuncian medidas concretas, por ejemplo, la creación de una secretaría técnica, una personalidad jurídica, un consejo científico y un consejo de los grupos de víctimas”, criticó.
Agregó que desde 2014 el Gobierno alemán ha financiado seminarios y talleres de diálogo entre los diferentes grupos de afectados del tema Colonia Dignidad. En este proceso participativo se han recogido las perspectivas de todos los grupos en relación con un sitio de memoria y se ha fomentado el diálogo entre los diferentes grupos.
“Hoy existen puentes de comunicación entre los grupos y un consenso en que el lugar histórico donde se cometieron crímenes debe transformarse en un sitio de memoria. Los gobiernos están al debe”, alertó.
Künast recordó que el entonces ministro de Exteriores Frank-Walter Steinmeier abrió los archivos de la secretaría de Estado sobre el tema, aunque una decisión real sobre la revisión de este y el apoyo financiero al sitio de memoria recién data de 2017.
“Asumimos la responsabilidad moral del Estado alemán, sabemos del trabajo defectuoso de la embajada en Santiago. Por eso decidimos medidas para elaborar el tema. Hubo indemnizaciones a las víctimas, un proyecto de historia oral y el interés en un sitio de memoria sobre los hechos ocurridos en la Colonia. Por eso se trata de Colonia Dignidad, pero también de los militares chilenos y su servicio secreto, es decir, las víctimas del golpe de Estado contra Salvador Allende”, aseguró.
Stehle además expresó su visión sobre cómo ha ido evolucionando la postura de la República Federal Alemana en relación con la ex Colonia Dignidad.
“El Gobierno alemán desde los años sesenta contaba con información concreta sobre los crímenes de Colonia Dignidad y no actuó de manera adecuada para impedir que estos crímenes se siguieran cometiendo. Durante la dictadura cívico-militar, la diplomacia alemana incluso protegió a Colonia Dignidad por temas ideológicos en el marco de la Guerra Fría”, sostuvo Stehle.
Agregó que recién a partir de mediados de los años ochenta hubo un cambio de actitud, sin embargo, este no se tradujo en medidas contundentes.
“La línea era siempre de señalar a Chile como responsable principal para no admitir la responsabilidad propia. Recién en 2016 el entonces ministro de Relaciones Exteriores –el actual presidente alemán–, Frank-Walter Steinmeier, admitió errores de la diplomacia alemana y pidió perdón a las víctimas”, recordó.
Además dijo que en los últimos años el tema de Colonia Dignidad ha estado más presente en la opinión pública en Alemania. El Parlamento alemán en 2017 votó en forma unánime a favor de una resolución que demandaba al Gobierno redoblar los esfuerzos para esclarecer el caso Colonia Dignidad e implementar medidas concretas en función de Verdad, Justicia, Reparación y Memoria.
“La lentitud, sin embargo, en la aplicación de medidas como la instalación de un sitio de memoria en conjunto con el Gobierno chileno, ha llevado a incomprensión y críticas, las cuales comparto”, indicó.
Ambos además manifestaron sus críticas a la actuación de la justicia alemana en el caso Colonia Dignidad.
“Las investigaciones contra (Hartmut) Hopp y otros victimarios que huyeron a Alemania para escapar de la justicia chilena fueron canceladas. Actualmente estamos evaluando si pueden iniciarse nuevas investigaciones por algunos hechos no prescritos. Es una señal vergonzosa de la justicia alemana, que ha cerrado ambos ojos en este caso”, enfatizó Künast.
“La actuación de la justicia alemana en el caso Colonia Dignidad ha sido nefasta. Actualmente no hay ninguna investigación abierta en Alemania. Desde 1961 hubo investigaciones penales en contra de jerarcas de Colonia Dignidad en las fiscalías de Renania del Norte-Westfalia, cuasiininterrumpidamente, hasta 2019. Todas estas investigaciones penales fueron sobreseídas, alegando falta de sospecha fundada. Jamás algún integrante fue acusado ante un tribunal”, lamentó Stehle.
El especialista además recordó que, incluso, en 2018 la Corte de Düsseldorf rechazó la solicitud chilena de hacer cumplir a Hartmut Hopp su condena chilena a 5 años y un día de prisión en una cárcel alemana.
“Alemania no extradita a sus ciudadanos, sin embargo, las fiscalías, al tratarse de inculpados alemanes y también en parte de víctimas alemanas, tiene el deber de investigar, lo que no ha hecho de manera adecuada. Hoy todos los crímenes, con excepción de asesinato en Alemania, están prescritos”, afirmó.
Agregó que su país “se ha convertido en un puerto seguro para presuntos victimarios de Colonia Dignidad, varios de ellos siguen siendo buscados por la justicia chilena por medio de órdenes Interpol. Lamentablemente el Gobierno chileno en los procedimientos contra Hartmut Hopp y Reinhard Döring tampoco puso abogado, como sí lo hicieron en muchos otros casos distintos al tema Colonia Dignidad”, alertó.
En la misma línea, Stehle también manifestó sus críticas a la designación de Hernán Larraín para integrar la Comisión Experta del nuevo proceso constituyente.
El exsenador y exministro de Justicia siempre defendió públicamente al enclave alemán y su reciente designación fue criticada por la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad, así como por Winfried Hempel, abogado de las víctimas de Paul Schäfer.
“El rol de Hernán Larraín como amigo y defensor de Colonia Dignidad se remonta a los años 70, cuando frecuentaba a la Colonia con otros personeros de derecha, como Jaime Guzmán. Como consta en las fichas encontradas en Colonia Dignidad, Larraín incluso visitaba a la Colonia en los años 1974 y 1975, cuando en Colonia Dignidad funcionaba un centro de tortura y exterminio de la DINA”, recordó Stehle.
“Su rol de defensor de Colonia Dignidad fue especialmente intenso en los años 90, cuando los primeros gobiernos democráticos intentaron disolver a Colonia Dignidad por la vía administrativa –e incluso a finales de los 90, cuando ya se conocían las denuncias por abusos sexuales a niños chilenos–. El hecho de que Larraín asumiera como ministro de Justicia y de Derechos Humanos fue una burla para las víctimas y ha sido ampliamente comentado también en Alemania”, agregó.
Que ahora Larraín haya sido nombrado experto constitucional, a juicio de Stehle “refleja una actitud negacionista en materia de derechos humanos de sectores importantes en la derecha chilena”.
“Han sido justamente personeros como Larraín los que, a través de su vehemente defensa del enclave, permitieron que Colonia Dignidad siguiera cometiendo crímenes hasta la captura de Paul Schäfer en 2005”, agregó.
Por su parte, la diputada Künast dijo que “personalmente entiendo muy bien las preocupaciones de las víctimas. Sin embargo, la decisión sobre la composición de la comisión constitucional es un tema de Chile”.
Finalmente, ambos fueron consultados sobre qué medidas deberían tomar ahora los gobiernos, especialmente en el marco de la conmemoración de los 50 años del derrocamiento del Gobierno constitucional del socialista Salvador Allende y el inicio de la dictadura del general Augusto Pinochet.
“Me alegra mucho que en el marco del 50 aniversario del golpe en septiembre, haya pasos de parte del Gobierno chileno para procesar el tema. Aprender de la historia propia también implica hablar de ella. ¿Qué sucedió? Y preguntarse cómo pudo suceder. Lo recuerdo muy bien, cuando como una mujer joven estaba frente al televisor hace 50 años y me quedé sin palabras. Y llena de preocupación”, recordó Künast.
“El hecho de que las complicidades y omisiones de ambos gobiernos perduraran durante décadas, permitió la comisión de una infinidad de crímenes de distinta índole. La gran mayoría de estos crímenes aún no ha sido ni esclarecida ni sancionada ni reparada. La deuda mayor es esclarecer el paradero de las decenas de personas que fueron hechas desaparecer en Colonia Dignidad, ahí hay que redoblar los esfuerzos judiciales”, recalcó Stehle.
Tras los anuncios de Scholz y Boric en relación con el sitio de memoria, “espero que durante este año 2023, cuando se conmemoran 50 años del golpe cívico-militar, se pase de las palabras a los hechos concretos, implementando este sitio de memoria, educativo y de documentación como lugar de duelo y de conmemoración para las víctimas y también para que las nuevas generaciones puedan aprender de esta historia en pos de un Nunca Más”, concluyó.
