La directora ejecutiva de la División de Derechos de Mujeres de Human Rights Watch hizo un balance respecto a los avances y retrocesos en materia de género alrededor del mundo, donde muchas veces los Estados no son garantes en la protección de estos derechos, lo que –a su juicio– es reflejo de “democracias imperfectas que pueden llegar a ser autoritarias, o autoritarismos que pueden llegar a ser aún peores”. En relación con nuestro país, apuntó a las deficiencias en la regulación de la interrupción del embarazo en tres causales, donde la objeción de conciencia continúa siendo uno de los principales obstáculos en la implementación de la ley. “Tenemos que asegurarnos que cualquier regulación no puede dejar a las mujeres y a las personas gestantes en una disminución de su acceso a derechos humanos fundamentales como el derecho a la salud”, señaló. Saéz también se refirió a la ausencia de perspectiva de género en el sistema carcelario y la urgencia de “intervenciones específicas para aumentar el flujo de mujeres hacia los mercados formales”, entre otros temas.