Neftali Carabantes, ex subsecretario de Carabineros, analiza en detalle el contenido y las implicancias de la Ley de Reglas de Uso de la Fuerza ingresada el lunes por el Ejecutivo al Parlamento. El actual secretario general de la Universidad Central, considera fundamental esta ley en momentos que aumenta la violencia en nuestro país y Carabineros necesita resguardar su seguridad y cumplir estrictamente la ley y el respeto a los derechos humanos.
Neftali Carabantes, ex subsecretario de Carabineros en el primer gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, analiza en detalle en esta entrevista la Ley de Reglas del Uso de la Fuerza que presentó el gobierno en el Congreso el lunes recién pasado. El abogado señala que “hoy día se hace más necesario que nunca tener estas normas legales de las Reglas del Uso de la Fuerza en razón que la fuerza se ha debido emplear de forma más frecuente, porque hay menos respeto y colaboración con la policía y esto debe estar debidamente reglado”.
Actual secretario general de la Universidad Central, Neftali Carabantes es optimista respecto a la discusión de seguridad y llama la atención a la necesidad de lograr acuerdos, “estoy seguro que con más dialogo y menos ataques lograríamos avanzar más rápido y alcanzar una mejor agenda de seguridad”. Carabantes destaca la labor de la actual ministra del Interior señalando: “Carolina Toha es una mujer de Estado y sus fortalezas hacen que brille con luz propia: infatigable, sencilla. perseverante y capaz”, destaca.
-¿Por qué son necesarias las Reglas del Uso de la Fuerza (RUF)?
-Es preciso señalar que Carabineros de Chile está autorizado legalmente para emplear diversos medios de fuerza en el cumplimiento de su deber. Ahora, esta facultad lleva consigo obligaciones, en particular el respeto a los derechos humanos que pueden verse afectados por el ejercicio de la misma y que el Estado y sus agentes policiales están obligados a respetar y proteger.
El proyecto de ley enviado por el Ejecutivo responde a una deuda que tiene nuestro país tanto en materia de DD.HH., por un lado, como de protección del buen ejercicio de la función policial, por el otro. En efecto, este proyecto de ley contempla reglas claras y justas para proteger el buen ejercicio de la función policial. Con ello, no sólo se brinda la necesaria protección al personal de las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública en el cumplimiento de su deber, sino que es también la vía más adecuada para dar una mayor eficacia a la función policial.
-¿Cuál es la importancia que esta regulación tenga un rango legal?
-La jurisprudencia de la Corte Interamericana de DD.HH. ha fallado en forma reiterada que la falta de una adecuada legislación sobre el uso de la fuerza constituye un incumplimiento de la obligación de garantizar los derechos a la vida y a la integridad, que compromete la responsabilidad internacional del Estado de Chile. Por ello, es clave que estas normas que hoy día tienen una regulación a nivel jerárquico de circulares del ministerio del Interior, se eleven a rango de ley, pues además se trata de normas que deben apegarse estrictamente a los estándares internacionales.
En consecuencia, la regulación que está impulsando el Gobierno, le hace bien a Carabineros y es un anhelo que estoy seguro será ampliamente respaldado por los parlamentarios que integran la coalición gubernamental y también de la oposición.
-Hay sectores de la oposición que se oponen a la aprobación de la RUF, ¿Cuál es su opinión?
-Cabe recordar que esta iniciativa se vio promovida por la firma de un Protocolo de Acuerdo durante la tramitación en Comisión Mixta de la Reforma Constitucional para la protección de la infraestructura crítica, hoy Ley N° 21.542. Además, esta materia fue parte integrante del acuerdo transversal por la seguridad, por lo tanto, ningún sector político puede alegar ignorancia.
-¿Es una contribución a la labor de Carabineros?
-Por supuesto. Las Reglas del Uso de la Fuerza son el espejo y el marco donde Carabineros debe mirar y ajustar su accionar en democracia. No es que Carabineros no tenga Reglas del Uso de la Fuerza vigentes, lo que ocurre es que el proyecto enviado en mi opinión las actualiza, las mejora, robustece el marco regulatorio, y las eleva a un rango de ley. Soy un convencido que la única labor policial buena es la que se realiza dentro del respeto de la ley.
-¿Cuál es el rol del Alto Mando de Carabineros?
-A la luz de lo sucedido en el estallido social, esta nueva normativa representa un desafío para el alto mando institucional, para su gobierno corporativo, pues las funciones de supervisión y control del mando son fundamentales, estratégicas y necesarias para asegurar que las órdenes y los procedimientos se cumplan, y por cierto para tomar las medidas necesarias cuando suceda lo contrario. Además, el alto mando debe disponer el fortalecimiento de la planificación y el reentrenamiento de los carabineros en la calle. El carabinero que egrese debe tener las competencias suficientes, sobre todo en las técnicas para el uso de la fuerza, defensa personal, uso de armas de fuego, control del orden público, el control de vehículos y los procedimientos estándares.
Además, hoy día se hace más necesario que nunca tener estas normas legales de las Reglas del Uso de la Fuerza en razón que la fuerza se ha debido emplear de forma más frecuente, porque hay menos respeto y colaboración con la policía y esto debe estar debidamente reglado.
-¿Pero Carabineros ha ido subiendo en las encuestas e incluso ocupa los primeros lugares de aprobación ciudadana?
-Eso es fantástico. Carabineros es un institución republicana y permanente de la Republica. Todas y todos queremos hacer carne que donde esté Carabineros habrá orden y habrá Patria. No obstante, observo con preocupación que Carabineros adopte una mirada autocomplaciente por su alza en las últimas encuestas, si esto no va acompañado de una actitud real de cooperación de la comunidad hacia su gestión. Me explico, esa aparente legitimidad o licencia social que indican las encuestas, no se condice con la actitud real de la gente hacia Carabineros, es decir no se observan altos grados de cooperación de importantes sectores de la ciudadanía hacia el accionar policial. Hay mucho por mejorar en confianzas, y avanzar en el trabajo en su rol de policía preventiva comunitaria.
-El Proyecto de Ley de las Reglas del Uso de la Fuerza contempla dictar reglamentos que contengan protocolos y detalles técnicos, las que podrán revisarse por las instituciones policiales, ¿Cuál es su opinión?
-Quizá ese es el único punto del proyecto – al cual reitero, valoro mucho – que a primera vista no entrega la claridad que se hubiese deseado, puesto que deja un espacio demasiado amplio a la potestad reglamentaria derivada de primer grado. Este es un asunto bien técnico, pero a grosso modo un Reglamento, aunque venga por derivación del Congreso, vuelve a tener el mismo problema de crear una regla y no una norma penal. Este es un primer y clave desafío legislativo, pues el núcleo de una conducta punible debe estar siempre en la ley y no en un reglamento.
Un segundo desafío dice relación con hacer conversar La Ley Nain-Retamal con las Reglas del Uso de la Fuerza pero esta última, ojalá con rango de ley, es decir no dejarlo todo a nivel reglamentario como está planteado en el proyecto de ley enviado por el gobierno. De ahí que, mi sugerencia es tratar de avanzar en una ley de Reglas del Uso de la Fuerza, y no tanto en un Reglamento en esta etapa, precisamente para que el funcionario de Carabineros tenga total claridad que esta normativa se le aplicará el día de mañana y la única forma de asegurar aquello es que sea una ley penal la que entre en vigencia y no solo un reglamento. Reitero esto se debe dar producto de acuerdos y concesiones de todos los sectores políticos, y en el marco de un debate legislativo muy fino, muy serio, muy técnico en el Congreso en cuanto a las Reglas del Uso de la Fuerza, sin duda de mucha riqueza y calidad técnica, para precisarlas y acotar el ámbito de acción del Reglamento, porque al final del día un Reglamento no puede fundar una la ley, es al revés, la ley debe fundar el Reglamento.
-¿Comparte las exigencias que se le hacen al Presidente Boric de pedir disculpas por su postura en materias de seguridad en el pasado?
-El Presidente ha realizado un noble llamado a la reflexión y al auto examen. Por su parte, el mundo progresista ha actuado con responsabilidad y madurez en asuntos y proyectos de ley en seguridad. Creo que es suficiente. Por lo demás para el progresismo la seguridad es consustancial a la democracia, y no tiene que dar ninguna prueba de blancura. Observo mucha majadería y propensión a la zancadilla política en una materia como la seguridad, que hace rato debiese ser una política de Estado. Reduciría el número de declaraciones disonantes de ciertos parlamentarios que son verdaderas balas que dan al alma de la política. Estoy seguro que con más dialogo y menos ataques lograríamos avanzar más rápido y alcanzar una mejor agenda de seguridad.
¿El Presidente Boric vertió expresiones complejas en el pasado?
-Siempre he considerado que se llega conocer la esencia de una persona, no tanto por sus palabras, sino por su comportamiento, a veces decimos cosas, pero se termina haciendo otras, producto que se impone la racionalidad. Dicho aquello, la conducta, la praxis del Presidente Boric en el ejercicio gubernamental ha sido responsable en materia de seguridad y Carabineros.
-¿Cómo?
-Las acciones están a la vista y una acción vale más que mil palabras. Su gobierno ha clavado la mirada en combatir la delincuencia y el narcotráfico y lo que se ha avanzado a nivel normativo e institucional está a la vista.
Un dato para el análisis, cuando termine este gobierno la historia dirá que el bien jurídico protegido más importante del ordenamiento jurídico en Chile será la vida de un Carabinero. Efectivamente, quien atente contra su vida o su integridad se hará acreedor a las penas más altas del código del ramo, incluso más duras que las que se asigna a un violador en serie, a un pedófilo, a un asesino en serie o a un violador de derechos humanos.
¿Cuál es su opinión sobre el Criterio Valencia frente a la prisión preventiva para indocumentados?
-Es una medida bien inspirada, pero es solo un lineamiento interno de la Fiscalía que no goza de un amparo legal objetivo, razón por lo cual la aplicación de la prisión preventiva puede no ser todo lo efectiva que se quisiera. Además, porque es un lineamiento que esta interconectado con la respuesta que puedan ofrecer otros servicios públicos como son el Registró Civil y Gendarmería, entidades cuya capacidad de respuesta -en los tiempos que la medida Valencia requiere- está en entredicho. Por tanto, reitero, la efectividad de la medida quedará a merced de lo que dictamine cada juez de la República frente a un caso concreto, debiéndose evaluar caso a caso, a la luz del cruce de varios antecedentes y requisitos legales al momento de resolver la aplicación de la prisión preventiva.
Ahora bien, el Fiscal Nacional tiene todo el derecho de establecer lineamientos que unifiquen el actuar del Ministerio Público, eso es legítimo, y debe respetarse, así como los derechos de una enorme cantidad de migrantes de esfuerzo y que son un aporte para el país.
-Hablemos de política…
-Pero si hemos hablado 100% de pura política en materias de seguridad (sonríe).
-Usted conoce a la ministra del Interior Carolina Tohá, trabajó con ella cuando fue subsecretario y ella ministra, ambos en el ministerio Secretaría General de Gobierno durante la administración de Michelle Bachelet. ¿Cuál es su evaluación de la ministra Tohá?
-A la ministra Toha le ha tocado quizá la etapa más compleja, adversa y dura de la seguridad pública, tanto por el crudo momento delictual que atraviesa el país, como por la densa crispación política y, caramba, que ha estado a la altura. Ha aprobado más leyes de trascendencia en seguridad que todos los ministros del Interior post dictadura, y en los últimos días ha logrado sumar inéditamente US$ 1.500 millones para el presupuesto en seguridad con foco en fortalecer a nuestras policías. Si esto no es liderazgo en la forma de ejercer la jefatura del gabinete, yo no sé de qué estamos hablando. Carolina Toha es una mujer de Estado y sus fortalezas hacen que brille con luz propia: infatigable, sencilla. perseverante y capaz.
-¿Usted coincide con quienes señalan que para el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad el horizonte electoral se ve negro?
-He podido comprobar que siempre de un gabinete afloran liderazgos genuinos. Soy un convencido que al progresismo no nos puede colonizar el pesimismo; es más, a veces me da entre risa y extrañeza cuando algunos señalan que la coalición gubernamental no tiene futuro. Por favor! Tohá, Uriarte, Jara y Vallejo, por ahí viene el camino cargado de futuro.