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Las personas guapas viven más y mejor, según la ciencia

Las personas guapas viven más y mejor, según la ciencia

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Se deprimen menos, tienen menos alergias y cuentan con menos posibilidades de padecer un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), según un estudio de la Universidad de Cincinnati (Ohio, Estados Unidos).


Con casto corazón, con ojos
puros,
te celebro, belleza,
reteniendo la sangre
para que surja y siga
la línea, tu contorno,
para
que te acuestes a mi oda
como en tierra de bosques o de espuma,
en aroma terrestre
o en música marina.

(Fragmento del poema «Oda a la bella desnuda», de Pablo Neruda)

Un estudio realizado por la Universidad de Cincinnati (Ohio, Estados Unidos), publicado hace un mes, arrojó que las personas que cuentan con una apariencia privilegiada viven más y son más felices.

Según consigna El País, la investigación realizada por los expertos Joseph L. Nedelec y Kevin M. Beaver, tras analizar los perfiles de 15.000 voluntarios estadounidenses, confirmó algo que se sospechaba desde hace mucho tiempo: belleza y felicidad no se pueden analizar por separado.

La mayoría de las personas «guapas» tienen los niveles de colesterol a raya, la presión sanguínea controlada y su alimentación sigue las recomendaciones de los expertos. De igual modo, padecen menos enfermedades crónicas, tienen mejores tasas de fertilidad y poseen una mayor capacidad para sortear los males de raíz neuromuscular.

Se deprimen menos, tienen menos alergias y cuentan con menos posibilidades de padecer un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

Sin embargo, el diario español reparó en que «nada se sabe sobre los criterios de belleza que siguieron los responsables del análisis al reclutar a los sujetos estudiados» y advierte: «Quienes quieran rebatir las conclusiones, podrán ampararse en la idea de que es científicamente imposible determinar qué persona es guapa o menos guapa, ya que no deja de ser algo subjetivo».

Los autores del estudio, por su parte, se defienden señalando que su investigación se basa en una escala de cinco niveles que diseñaron conforme a los cánones aceptados.

A continuación la publicación hispana declaró –a modo de conclusión– que «la idea de que un físico agraciado puede ser sinónimo de salud no debe entenderse como la capacidad de la belleza para garantizar un bienestar per se, sino como la consecuencia de un estado mental determinado».

El País recordó que un estudio de la Universidad de Duke demostró que el estrés debilita el estado inmunológico y aumenta el riesgo de contraer infecciones. De esta forma, las personas positivas enferman menos y tienen menos riesgo de padecer cáncer.

«Pero más allá de la propia enfermedad, si la belleza es un inmunizador que colma de ventajas a quien la posee –como bien afirma el estudio publicado hace un mes–, probablemente se debe al hipotético bienestar interior que favorece. En cualquier caso el debate está abierto», concluyó.

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