El presidente aseguró compartir muchos valores con el mundo evangélico, sin embargo, indicó que la ley es para todos los chilenos.
Sebastián Piñera iba preparado al Te Deum evangélico para escuchar críticas a la Ley de Identidad de Género. Sin embargo, adentro de la Catedral no pasó nada, pero sí lo pasó afuera, con manifestantes religiosos protestando en contra del presidente.
Piñera tuvo que salir al paso de las críticas, asegurando compartir muchos valores con los manifestantes: «con el mundo evangélico los valores y principios esenciales, el valor de la vida, la familia, de la justicia, la paz, de la vedad».
Sin embargo, agregó que «todos nacemos iguales en dignidades y derechos, y el proyecto de ley que aprobó el Congreso busca precisamente eso, que todos los chilenos tengamos la misma dignidad y por eso lo hicimos con mucha prudencia y mucha sensibilidad».
«Por de pronto, por consejos de todas las sociedades médicas, no nos pareció prudente incorporar a los menores de 14 años. Aquellos jóvenes entre 14 y 18 años lo hicimos pero con la aprobación de los padres, el que más sabe lo que es bueno para sus hijos, y ellos tendrán que aprobar, además de los exámenes psicológicos y también la autorización de un juez de familia», sentenció.