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Hallan muerto al viajero chileno desaparecido en Sudáfrica PAÍS

Hallan muerto al viajero chileno desaparecido en Sudáfrica

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«Con tristeza, tenemos que informar de que el cuerpo de Slavko Andro Yaksic Besoain ha sido hallado en una morgue de KwaZulu-Natal y ha sido identificado por su padre», dijo el portavoz de la empresa de investigadores privados IRS Forensic Investigations, Chad Thomas.


El viajero chileno Slavko Yaksic Besoain, desaparecido hace semanas en Sudáfrica, ha sido encontrado muerto en una morgue de la provincia de KwaZulu-Natal (sureste), informaron hoy a Efe los detectives privados que le buscaban.

«Con tristeza, tenemos que informar de que el cuerpo de Slavko Andro Yaksic Besoain ha sido hallado en una morgue de KwaZulu-Natal y ha sido identificado por su padre», dijo el portavoz de la empresa de investigadores privados IRS Forensic Investigations, Chad Thomas.

«No deseamos hacer más comentarios en este momento y queremos enviar nuestras sinceras condolencias a la familia», subrayó Thomas, cuya empresa fue contratada por los familiares del difunto, de 29 años, sin precisar la causa de la muerte del chileno.

La búsqueda del joven viajero cumplía hoy diez días, después de que una nueva pista diera esperanzas a la familia este viernes, según relató a Efe su padre, Sergio Yaksic, quien llegó el jueves a Sudáfrica para encabezar la búsqueda junto a la policía, detectives privados y autoridades de la embajada de Chile.

«En Durban (la principal ciudad de KwaZulu-Natal) había una persona que dice que lo vio ayer caminando por la calle, pero estamos verificándolo», detalló Yaksic este viernes.

La investigación trabajaba con hipótesis como que el joven mochilero podía estar bajo los efectos de algún alucinógeno, ya que «de estar en sus facultades mentales» habría contactado a su familia, aseguró Sergio Yaksic.

El padre descartó un «suicidio» o desaparición voluntaria, pues sus últimos contactos fueron normales.

Además, el joven planeaba visitar a amigos sudafricanos el 7 de octubre, antes de volar a Chile para acudir a la boda de un amigo y participar en un programa de bomberos voluntarios.

Las alarmas saltaron el pasado día 10, cuando no tomó el avión que debía llevarle de vuelta a su país.

Su último paradero conocido fue una comunidad cristiana en la zona de la localidad sudafricana de Dundee, en KwaZulu-Natal y a unas tres horas de Durban, y su último contacto con la familia, por las mismas fechas, fue el 25 de septiembre.

A su hijo, ingeniero informático de profesión, el padre lo describió como un «chico muy responsable» que sacó notas excelentes en la escuela y que, tras completar su formación, decidió vivir de forma alternativa viajando por el mundo y trabajando a distancia.

«No es un hippie que anda viajando, sino un chico que cumplió con todas las normas del sistema y después decidió aprovechar el sistema de otra forma», precisó a Efe.

«Más que buscar atracciones turísticas busca conocer la cultura del lugar donde está y la gente siempre se le acerca y hace amigos (…). Su teoría es que la manera de ser libre es desear tener menos y practicar el desapego», comentó Sergio Yaksic.

Pese a que confiaba encontrarle, su padre expresó que aceptaría «con resignación» un mal desenlace y recalcó que, al menos, sabe que su hijo estaba «haciendo lo que él quería» y que morir viajando por un lugar «tan bonito como Sudáfrica» es mejor que hacerlo «en un accidente de tráfico en una gran ciudad».

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