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Bolsonaro pretende garantizar por decreto la tenencia de armas para personas «sin antecedentes» MUNDO

Bolsonaro pretende garantizar por decreto la tenencia de armas para personas «sin antecedentes»

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A tres días de asumir como Presidente de Brasil, Bolsonaro hizo el anuncio a través de las redes sociales, como es su costumbre, en un mensaje transmitido este sábado.


El presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, dijo hoy que pretende garantizar por decreto la tenencia de armas de fuego a personas sin antecedentes criminales.

A tres días de asumir como Presidente de Brasil, Bolsonaro hizo el anuncio a través de las redes sociales, como es su costumbre, en un mensaje transmitido este sábado.

«Por decreto pretendemos garantizar la tenencia de arma de fuego para el ciudadano sin antecedentes penales, así como hacer su registro definitivo», publicó el ultraderechista en su cuenta en Twitter.

El derecho de tenencia de armas de fuego permite mantener los artefactos en casa y no incluye su porte a otros lugares.

Según la legislación brasileña, la persona que quiera llevar las armas de fuego a sitios diferentes de su hogar tendrá que contar con una autorización para su porte.

Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército y que siempre ha elogiado el régimen militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985, considera que un arma es «una garantía de libertad» porque avala el derecho a la legítima defensa, y por eso prometió desde su campaña flexibilizar el estatuto de desarme si llegaba a la presidencia.

El actual estatuto de desarme en Brasil permite la compra de armas para personas mayores de 25 años sin antecedentes penales, siempre y cuando hayan pasado un test psicológico y justifiquen el motivo.

De acuerdo con la ONG Sou de Paz, los registros de nuevas armas por parte de civiles se han multiplicado por diez desde 2004 y el año pasado llegaron a los 33.031.

Por eso, la flexibilización del estatuto de desarme es un tema que preocupa a la ONG ya que puede convertirse en una «catástrofe para la seguridad pública» de un país en el que tan sólo el año pasado murieron más de 60.000 personas víctimas de la violencia.

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