En respuesta a los juicios y comentarios -en su mayoría violentos- que apelaban “a la moral” por su foto con el ex frentista, Santibáñez y Quintana publicaron un comunicado, puntualizando que la justicia francesa reivindicó y reconoció para Ricardo Palma Salamanca «el derecho humano fundamental: el derecho a un juicio justo».
El pasado domingo 27 de enero, la ex agregada cultural en Francia del Gobierno de Michelle Bachelet, María Paz Santibáñez, publicó en Twitter una foto junto al exfrentista Ricardo Palma Salamanca y Carmen Gloria Quintana, víctima del «Caso Quemados» y ex agregada científica de Chile en Canadá.
La publicación celebrando la resolución de la justicia francesa de rechazar la extradición de Palma Salamanca a Chile, despertó una ola de críticas por parte de los usuarios, quienes consideraban que la imagen junto al frentista condenado por el asesinato de Jaime Guzmán, era una «contradicción vergonzosa».
Incluso, fueron catalogadas de «cómplices de asesinos» y de justificar «la violencia en democracia». En el caso de Carmen Gloria Quintana, quien fue víctima de terrorismo de Estado durante la dictadura, cuestionaron su actitud bajo el argumento de que «su vida vale lo mismo que la de Jaime Guzmán».
En respuesta a los juicios y comentarios -en su mayoría violentos- que apelaban “a la moral”, Santibáñez y Quintana publicaron un comunicado justificando que la imagen de la celebración del fallo «habla de celebrar la vida y la justicia, aquello que tanto falta en ese Chile que nos maltrató».
Las ex agregadas del gobierno de Bachelet, consideran que «por encima de negociaciones políticas y de una justicia en la «medida de lo posible», está el derecho universal, aquel que es la base jurídica fundamental de un Estado de Derecho».
En esta línea, afirmaron que «no se trata de celebrar la muerte», sino que «elegimos posicionarnos desde la defensa de los derechos humanos, de la vida y de la democracia».
Con respecto a Jaime Guzmán, Santibáñez y Quintana expresaron el deseo de que su familia “encuentre la paz y no caiga en rencillas pequeñas», puntualizando que, la justicia francesa reivindicó y reconoció para Ricardo Palma Salamanca «el derecho humano fundamental: el derecho a un juicio justo».